Capítulo 6: ֍‡ Fantasmas del pasado ‡֍

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A pesar de que no era una persona en su totalidad longeva, apenas guardando unos 34 años en este momento justo de su vida; él jamás se puso a pensar mucho en cómo lo trataría la vida. De pequeño solo se preocupaba de jugar y divertirse, de soñar y comer, pero lo entendía...él solo era un niño en aquel entonces.

Vivió sus primeros cinco años en un pequeño pueblo alejado de las grandes ciudades, algo bastante común para la nueva generación de niños nacidos en los países afectados por las guerras anteriores. A pesar de no recordar mucho de ese tiempo, cada que podía, cada vez que el olor del césped, de los árboles secos y el sonido de las risas de los niños le era expuesta a sus ambos sentidos, su cerebro lo obligaba encarecidamente a mirar hacia atrás y pensar: « ¿Cómo hubiera sido mi vida sino hubieran venido?», una pregunta que no podía evitar hacerse, por mucho que le disgustase.

Pensar en aquel día, sin la posibilidad en su ser en evitar que su estómago se revuelva al recordar el aroma de la carne quemada; sangre regada por mero placer por aquellos que vinieron por ellos. Eso pasó hace ya varios años y aún así, el fantasma seguía encadenado a él; una existencia cuyo único propósito es volver su paz a una profunda melancolía.


~Hace 30 años...

Después de décadas de conflictos gubernamentales, la estabilidad pudo ser finalmente recibida por los habitantes de las desoladas y acabadas tierras del occidente. Poco a poco recuperándose hasta poder ser capaces de funcionar nuevamente como país autosustentable.

Si bien las ciudades volvieron a aparecer unos cuantos años después, aún existían varias comunidades que se mantenían refugiadas en pueblos alejados de la civilización por miedo a un conflicto igual que los temibles ayeres. Llevando un estilo de vida mucho más simple después de los acontecimientos de la "Gran epidemia quirk". Aunque para los exteriores esto parezca molesto o rudimentario; su forma de vida fue la que les ayudó a sobrevivir por toda la época tan descontrolada que se sometió una vez el país. Se lograron expandir un poco una vez que todo había terminado.

Tecnologías y agencias no eran realmente comunes dentro de estos municipios, algo que los dejó bastantes vulnerables a ataques por parte de criminales, delincuencia organizada, grupos conformados por pandillas, carteles o en algunos casos sectas, algo que se estaba volviendo peligrosamente cada vez más común por cada día que pasaba.

Cada uno resguardaba su territorio, controlándolo y atormentando a su manera a los habitantes dentro de ella. Algunas veces eran sacados del pueblo por consecuencia de la manifestación en conjunta de los pueblerinos o en algunas ocasiones, de un héroe o vigilante. Desgraciadamente, volvían a las pocas semanas y tomaban venganza en contra de los que los sacaron. Las contadas veces donde el héroe era el protector del propio pueblo, se iban a otras zonas para desahogarse, de paso tomando posesión de ella.

Existían ocasiones en las que distintos grupos criminales se encontraban sorpresivamente entre ellos, y como la mayoría eran bastante territoriales, se desataba un campo a mecha cortada, desatando ráfagas al por mayor. Solo valiéndose de la cantidad que tenían en ese momento, como también de su armamento y en salvas ocasiones uno que otro integrante con un quirk que les sirva en la contienda.

La probabilidad de saber si serias la próxima víctima de aquellas alimañas rastreras era incierta, unos entraban disfrazados y hacían su acometida desde adentro, mientras que otros iban en grupo altamente armados e ingresaban precipitadamente en la entrada con el sonoro rugir de sus camionetas modificadas. 

"𝙽o 𝙿edí 𝚂er 𝙿arte 𝙳e 𝙴sta 𝙷istoria"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora