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He pasado noches de tormento y ya no puedo tolerarlo más.

Todo ha sido un desastre desde que te fuiste. Estaba acostumbrado a ser yo quien se fuera y a que tú esperaras por mi. Lo terrible es que te has ido en un viaje sin retorno. Por lo que ser yo quien espere me mata, por que se que debo ya no esperarte, por que ya no regresarás a mí.

Te fuiste meses después de mi regreso pero jamás pude explicarte mi partida aún, ni mi regreso como un hombre casado, aún si ambos sabíamos que pasaría quería explicártelo.

Jeonghan nos vió besarnos un día que regresábamos a la hacienda, no fuimos cuidadosos y cualquiera pudo habernos visto. Me cuestionó hasta fastidiarse a él y a mí, llegó a la conclusión de mandarme de viaje otra vez, no le culpo, ambos sabíamos que debería ser así por la escuela. Después de nuestra discusión, se encargó de conseguir a la mujer "perfecta" para casarla conmigo.

Era la mujer más horrenda, lo único que le ayudaba era el abuso del maquillaje pero a Jeonghan, eso poco le importaba. Odié a Jisoo, él le apoyo en la idea, jamás podré concebir la idea de que nos quisieran alejados cuando ellos se atrevían a demostrarse su amor todas la noches en la alcoba de mi hermano, esa que alguna vez perteneció a nuestros padres. No estoy seguro si ya perdoné a Jisoo, no se si eso sea posible.

Esa mujer ha sido mi mayor tormento, no sé siquiera si le sería bueno considerarse como una mujer, es un monstruo. Intentó varias veces emborracharme, en todas ellas imaginaba tu alta figura entrando por la puerta de la habitación de las múltiples casas a donde me arrastró a fiestas, en más de una vez tuve que encerrarme en un baño, suena tan absurdo y ridículo. Lo único que me ayudaba a librarme de su horrendo toque era la fuerza que yo tenía, si ella hubiese tenido la misma fuerza que yo, jamás hubiese podido contra ella. Antes de regresar conocí a su mejor amiga, una muchachita que era violada por su esposo todas la noches, ambos compartíamos el anhelo de tener a nuestro amor en brazos y el castigo de amar a alguien más. El hombre al que ella amaba fue mandado a matar.

Al regresar, esperaba que me recibieras entre tus brazos pero a la única que ahora llevabas en ellos era a Hyobin, alguna vez anhelé ser ella. Me lastimaban tus rechazos y se que a ti te lastimaban las insinuaciones, si alguna vez me has odiado, perdóname.

Hyobin había crecido demasiado pero era aún muy niña cuando te fuiste. Las únicas personas que entendíamos el dolor de perderte, éramos ella y yo. Odié que te fueses con Hansol, el mayordomo. Si supe que te habías ido con él a recorrer el mundo, el mundo que alguna vez te platiqué y deseé recorrer contigo, fue gracias a Seungkwan, que había hecho una amistad tan estrecha conmigo. A veces me confiaba algunos párrafos de las cartas que intercambiaban, así fue como supe un poco de ti.

No supe si él te contó sobre mi, Seungkwan decía que platicaba algunas cosas de mi con él, conservaba la esperanza de que te fuesen dichas. Hace poco me animé a escribirte una simple nota, esta decía:

"¿Cómo has estado? ¿El viaje ha sido entretenido? ¿Te has alimentado bien? ¿Necesitas algo?

Con cariño de Hyobin y Chan."

Pero el día que iba a ser mandada, el nuevo mayordomo encontró a Seungkwan intentando ir a dejar las cartas en horario de trabajo. Tuve que intervenir para que Jeonghan no se enterara y por fortuna, la mujer que estaba compartiendo la misma casa que nosotros, tampoco lo supo.

Recuerdo que Seungkwan entró con una bandeja donde yacía una jarra y un vaso.

—Joven Chan —la mayoría en la hacienda me decía señor Chan pero Seungkwan seguía hablándome así, probablemente lo hacía por que sabía que no aceptaba ser llamado como señor, haciendo alusión a que ahora llevaba un anillo en la mano. Uno que no era el que compartía contigo—. Perdón por las molestias, yo quería traerle mi agradecimiento y algo con lo que refrescarse después de lo que sucedió con el señor Seungcheol. Usted me ayudó muchísimo.

RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora