Seok Jin se consideraba una persona de gustos sencillos, lo extravagante no iba con él y por eso se había dedicado a tener lo necesario para darse sus gustos sin exagerar, su vida era lo que siempre había soñado con la simple diferencia que no tenía...
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Namjoon se había ido después de nuestra charla en el jardín prometiendo que volvería a conquistar mi corazón sin importar cuando tardara en el proceso. No sabía cómo sentirme al verlo marcharse ¿Feliz? ¿Triste? O al menos ¿Aliviado? Mi cabeza era todo un caos por lo que entre a la casa ignorando la bomba de preguntas que lanzo Yoona al verme cruzar la puerta, excusándome con ella me dirigí a mi habitación para pensar, una vez dentro coloque el seguro sabiendo que Yoona no tardaría en subir para interrogarme como de costumbre, a veces pensaba que ella sería una buena detective.
Me arroje a la cama y cerré mis ojos tratando de que el dolor de cabeza disminuyera al menos un poco, el golpeteo en la puerta se hizo presente haciendo notar la presencia de mi intensa hermanita menor, tome la almohada y me la coloque sobre la cabeza con la intensión de poder ignorar el ruido, sabía que le iría con el chisme a Jong Moon por lo que también tenía que prepararme para su interrogatorio también ¿Qué le podía decir? Obviamente no podía decirle que Namjoon estaba aquí con la intensión de conquistar mi corazón porque era capaz de empezar a buscarlo hasta encontrarlo y matarlo a golpes, sinceramente me preocupaba más que terminara en la cárcel a que pudiera darle una lección a Kim Namjoon.
...
No supe en qué momento me había quedado dormido pero sabía que todos ya debían de estar dormidos, las puertas de mi balcón estaban abiertas y la luna brillante se veía como la reina de la noche que era en lo alto de su trono, me frote los ojos antes de tomar mi teléfono para ver la hora.
--¡Mierda! –había dormido más de seis horas, eran las tres de la mañana, mi estomago se retorció recordándome que me había acostado sin cenar nada aparte del pan-
Me coloque de pie colocándome las pantuflas para luego salir con mucho cuidado de mi habitación sin hacer mucho ruido, Yoona dormía como plomo por lo que no se despertaría pero no podía decir lo mismo de mi hermano que a esas alturas ya debía de estar enterado de la visita de Kim Namjoon.
La casa se encontraba casi en penumbra excepto por la luz que se filtraba de la cocina, esta siempre quedaba prendida porque mi padre solía bajar por un bocadillo de medianoche, estaba agotado mentalmente por lo sucedido por lo que comería algo ligero para volver a mi habitación, mi cuerpo se congelo al cruzar la puerta de la cocina encontrándome con Jong Moon en la barra de la cocina con un Sándwich en las manos.
--¿Te ataco el hambre? –Pregunto antes de morder su Sándwich- no sabía que bajarías sino te hubiera preparado uno.
--Descuida, con algo de cereal me conformo –dije sonriendo, tenía que aparentar que no estaba nervioso- no sabía que estarías despierto tan tarde.
--No podía dormir y el hambre apareció –dijo encogiéndose de hombros, abrí el refrigerador para sacar la leche y luego busque el cereal en la alacena-
--Papá y Mamá dijeron que compraste pan –Le estaba dando vueltas al asunto, sabía que llegaría al punto-
--Si, Yoona quería algo de Pan y tú estabas sudado.
