Seok Jin se consideraba una persona de gustos sencillos, lo extravagante no iba con él y por eso se había dedicado a tener lo necesario para darse sus gustos sin exagerar, su vida era lo que siempre había soñado con la simple diferencia que no tenía...
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Cuatro meses habían pasado desde mi reencuentro con Namjoon en la entrada de la mansión de mis padres, cuatro meses donde los regalos a la puerta de mi habitación no dejaron de llegar en ningún momento, cuatro meses donde mis padres disfrutaron cumplir su papel de sobreprotectores porque en mi adolescencia no lo pudieron hacer, cuatro meses donde Namjoon y yo pudimos conocernos mejor.
A pesar de tener cuatro meses conociéndonos como debimos hacer al principio eso no quería decir que éramos una pareja, Namjoon seguía insistiéndome en que volviera a ser su novio y yo solo pedía tiempo. Habíamos cenado juntos en algún restaurante muchas veces, habíamos ido al cine en diversas ocasiones, habíamos tenido citas, él había conocido a mi familia y compartido varios momentos con ellos.
En esos cuatro meses pude ver a Jimin, Yoongi, Taehyung y Jungkook varias veces pues tuvieron que venir a trabajar a Nueva York dado que Namjoon no pensaba volver a Corea sin mí, la banda se encontraba en unas "vacaciones" por la negativa de Namjoon de regresar a Corea para poder seguir con su apretada agenda, para él parecía ser más importante estar a mi lado que su propia carrera ¿me disgustaba? Por supuesto que no.
Por otro lado me lleve una sorpresa grata una tarde cuando estábamos todos en el jardín cuando Yoona anuncio su noviazgo con Kwang Doo, yo sabía que ambos se gustaban pero no sabía hasta qué grado, fue un alivio para mí saber que Kwang Doo había superado su "flechazo" por mí, porque sí, él me lo había contado después de haberse enterado de la presencia de Namjoon en Nueva York y de sus intenciones de recuperarme, había sido incomodo pues jamás lo note ¿acaso estaba tan cegado por Namjoon que no lo note a él? Puede ser.
Jong Moon se había mostrado muy hostil con Namjoon los dos primeros meses pero su actitud había cambiado al verlo tan decidido a tenerme de regreso y a eso también se le agregaba que Namjoon jamás lo agredió por mucho que deseara devolverle los insultos que mi hermano le decía, no eran amigos pero si podían tolerarse, esperaba que con el tiempo pudieran volverse verdaderos amigos, tal vez si se dieran la oportunidad de conocerse descubrirían que tienen más en común de lo que ellos creen.
--Gracias por su compra ¿Desea algo más señor? –Pregunto la mujer que me tendía mi bolsa-
--Eso es todo, muchas gracias.
--Vuelva pronto.
Me encontraba en el centro comercial comprando un regalo para Namjoon, su nuevo álbum había salió a la venta y en muchos lugares se había escaseado mucho antes de cumplir las veinticuatro horas.
--¿A dónde señorito? –Pregunto mi nuevo guardaespaldas-
--A la cafetería Lotus Flower.
En estos cuatro meses había aprovechado la oportunidad de hacer uno que otro curso aunque fuese para matar el tiempo, me estresaba el sentarme todo el día y no hacer nada, extrañaba mi trabajo. Yoona me había acompañado en varias ocasiones hasta que se aburrió y prefirió pasar el tiempo con su novio, cuanto me apiadaba del chico. Kwang Doo seguía viviendo en Corea pero visitaba más seguido Nueva York ¿Cómo se pondría si supiera que mi hermana estaba planeando irse conmigo cuando yo regrese? Espero que feliz.
