EQUINOCCIO

CAPITULO 2:NUEVAS PISTAS, ALGUNOS SOSPECHOSOS

-Buenos días jefe- saludó Jake, al no oír respuesta continuo –deje en su escritorio los datos que recolecté ayer.

Bien, enfocaría toda mi energía en resolver lo más pronto posible ese caso, sería lo mejor, no tenía deseos de tener el rostro de esa chica dando vueltas en mi cabeza eternamente. Mi escritorio lucía bastante desordenado obviamente Jake no tuvo la delicadeza de dejar sus “investigaciones” de una manera decente; el 1 folio no decía nada que no supiera ya: Jill Roberts 24 años, tez blanca, actriz de una compañía teatral relativamente nueva al parecer era la estrella principal: estelarizaba a Julieta, vivía sola en un pequeño departamento con su padre, tendría que hacer una visita al teatro, una de mis pasiones aunque procuraba mantenerlo en secreto no me gustaba que la gente se inmiscuyera demasiado en mi vida. Dejaría que Jake se encargara de hablar con el padre de la víctima.

EL GATO PARDO, me detuve frente a la entrada observando el modesto letrero, así que aquí era donde trabajaba Jill, un momento, ¿había llamado a la víctima por su nombre? Oh! bueno obviamente eso era un efecto de la horrible noche que pasé, había despertado con la terrible sensación de que había tenido pesadillas toda la noche aunque no podía recordar con exactitud que había soñado, definitivamente tenía que resolver con prontitud este caso.

-Ethan Miller, detective del departamento de investigaciones. Me presenté ante un muchacho que barría el teatro a esa hora vacío.

El joven me dedicó una larga mirada antes de conducirme a la oficina del dueño.

Entre a un pequeño cuarto que hacía las veces de oficina y de bodega, estaba repleto de disfraces, el ambiente en general se me hacía familiar, solía ir a teatro pero este nunca lo había visitado.

-Soy William el dueño del teatro, ¿dígame en que lo puedo ayudar detective?- dijo una voz masculina.

El hombre de unos 54 años me lanzó una mirada desconfiada.

-¿Conocía a Jill Roberts?- pregunté con mi tono inquisidor.

- Si claro, es nuestra Julieta.

-¿Es en serio, Este hombre no veía noticias?

-esta noche es su presentación- continuo

-Ella murió, fue encontrada ayer en un callejón- señalé.

- Oh Dios- susurró sentándose pesadamente en su silla.

-¿Hace cuánto trabajaba ella aquí? Proseguí, entre menos sentimentalismos mejor para mí y mi salud mental.

-Eh, ella llegó hace… mmm 6 meses tal vez.

-¿Sabía si ella tenía enemigos, amenazas, alguien quien la quisiera muerta?

-No, ella era una chica muy dulce, todos aquí la quieren… querían, la vamos a extrañar mucho- suspiró.

-¿Tenía novio?- por alguna razón estaba esperando obtener una respuesta negativa a esta pregunta.

El hombre pensó su respuesta por un momento, desesperándome. –No- dijo finalmente.

Apenas si pude contener un suspiro.

-Quizás debería hablar con Jason.- dijo.

-Pero usted acaba de decir que no tenía novio- perfecto, casi quise tragarme mis palabras, ese comentario no venía al caso.

- me refiero a que Jason  y Jill eran muy unidos, no eran novios, él interpreta a Romeo.-Ya debe estar por llegar.

En ese momento entró un hombre alto de unos 26 años, blanco, ojos verdes y cabello castaño; me sorprendí a mí mismo, por mi trabajo tenía la costumbre de detallar a las personas pero esto parecía más una comparación… como si él fuera mi rival.