«No hay ser humano, por cobarde que sea, que no pueda convertirse en héroe por amor». -Platón
Tal vez lo único que hacía falta para arreglar todo era que Takemichi permaneciera junto a Mikey.
En la batalla de las tres deidades, luego de la muerte d...
⤘ Créditos al/la fabulos@ artista que realizó ese bello pero doloroso fanart⬽
Parte 2/2 del mini maratón. Espero que disfruten 💖( ꈍᴗꈍ)
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"Si amas, sufres, si no amas, enfermas".
–Sigmund Freud
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Yuzuha al fin había encontrado el hospital donde estaba Takemichi. A pesar de que sabía que su amor era unilateral, no podía dejar de preocuparse por el joven que había salvado a su familia. Había intentado convencer a Hakkai de que la acompañara, pero no había tenido éxito debido a que éste seguía sumergido en el duelo por haber perdido a Draken.
«Si será cabezota... No debería concentrarse tanto en lo que ya ha perdido, es más importante cuidar lo que uno todavía tiene».
Yuzuha apresuró el paso, puesto que llovía a cántaros y el horario de visitas terminaría pronto. Se dirigió a la recepción, y fue justo ahí donde reconoció a Tachibana Hinata, la chica a quien tanto envidiaba por ser la afortunada novia de Takemichi. Estaba charlando con una hermosa chica albina a la que jamás había visto.
«¿Más competencia?»
Yuzuha se sentía irritada, no es que alguna vez creyera realmente posible que pudiera terminar con aquel joven que hacía que su corazón se acelerara, pero las posibilidades nunca son cero. Sin embargo, con la entrada de semejante competidora, sus probabilidades se habían reducido aún más. No obstante, sabía que éste no era el momento más adecuado para preocuparse por eso. Se exaltó bastante cuando la chica albina gritó de repente.
—Tachibana, por lo que me estás diciendo, Hanagaki tiene muchos amigos por los que ha peleado con sangre, sudor y lágrimas, ¡¿Cómo se atreven a abandonarlo en un momento tan decisivo?!
La recepcionista la reprendió y la chica se disculpó. Yuzuha se acercó a ellas.
—Hola, Hina-chan. ¿De qué están hablando?
La chica albina la miró confundida.
—Yuzuha-chan, llegaste en el momento adecuado.
Hinata le explicó la situación y comprendió porqué la chica albina, Kawaragi Senju, se había alterado tanto.
—Tienen razón, los chicos pueden llegar a ser bastante idiotas.—suspiró.
