Un héroe en el abismo (Maitake/Alltake)

Prólogo

⤘ Créditos al/la fabulos@ artista que hizo ese bellísimo fanart⬽

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"Soy mitad agonía, mitad esperanza".

- Jane Austen

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«Mikey-kun no puede pelear ahora, Draken-kun está muerto y no puedo permitir que cometa una locura».

A pesar de que Takemichi estaba consciente de ello, su cuerpo no le había respondido y únicamente pudo observar cómo se desarrolló buena parte de la batalla de las tres deidades.

South y Senju habían intercambiado feroces golpes y patadas; mientras que no muy lejos de ahí, Kakucho se había enfrentado a Mikey en lo que parecía una batalla unilateral por parte del de la cicatriz.

Los miembros de las tres bandas pelearon incansables alrededor de Takemichi. Nadie se le había acercado demasiado, probablemente debido a su gran fama dentro del mundo de las pandillas.

Podría decirse que era un simple espectador por los pequeños comentarios que soltaba de tanto en tanto. En ese momento, él sabía que tenía que actuar, su razón se lo exigía. Pero su cuerpo, aún en shock, se lo había impedido. Después de todo, uno de sus mejores amigos había perdido la vida tan sólo unos momentos atrás.

« Draken-kun ».

Su vice-comandante. Su compañero en Brahman. Siempre tan confiable. El hermano mayor que Takemichi nunca tuvo.

Aquel que detuvo su pelea con Kiyomasa y lo puso en su lugar con una sola patada. Aquel que, incluso habiendo recibido un batazo en la cabeza y una puñalada en el costado, indicó a Takemichi que huyera cuando lo vió flaquear. El primero en apostar por él cuando era bastante notorio que Kiyomasa era más fuerte que él. Aquel al que salvó y ahora había devuelto el favor. Aquel junto al que prometió traer a Mikey de vuelta.

«Por favor, cuida de Mikey».

No fue la primera vez que se lo pedía, ni tampoco la primera persona que lo hacía.

Draken, Baji, Emma, Mikey mismo, Draken otra vez.

Personas muy importantes en la vida de Takemichi. Todos habían depositado su confianza en él, creían que en su interior residía una fuerza capaz de hacer entrar en razón a su líder. De eliminar esa oscuridad tan tortuosa y guiarlo por el camino de la luz, junto a todos sus amigos.

Takemichi ni siquiera se cuestionó a sí mismo si de verdad tendría la capacidad de realizarlo. Él simplemente quería salvar a Mikey, aunque nadie se lo hubiera pedido. Desde uno de sus primeros viajes, después de ser testigo de cómo Akkun terminaba con su propia vida, se lo había prometido. Salvaría a Hina, a Akkun, a Draken-kun y a Mikey. En el camino otros nombres se fueron añadiendo a la lista. Para su terrible desgracia, comprendió rápidamente que no podía salvarlos a todos.

Pero incluso cuando logró que la mayor parte de sus amigos viviera una vida noble y plena, simplemente no pudo soportarlo. No pudo soportar que Mikey viviera miserablemente a costa de la felicidad de todos. De alguna manera, el también se había convencido de que sería capaz de frenar la oscuridad que crecía en el interior del invencible Mikey. Después de todo, estaba dispuesto a sacrificar cualquier cosa si con ello conseguía la felicidad del rubio.

Pero ahora...

Ahora que estaba siendo brutalmente golpeado por aquel a quién tanto apreciaba, su moral se vino a abajo.

Su brazo estaba roto, al igual que algunas de sus costillas y definitivamente su nariz se encontraba en la misma condición. Pero sin lugar a dudas, lo que más le dolía era su corazón.

Estaba totalmente destrozado.

Si bien el dolor físico era terrible, el dolor emocional era insoportable.

A pesar de la monstruosa fuerza Mikey, nada dolía tanto como la frustración que sentía el menor en ese momento. Al final, estar dispuesto a cualquier cosa no había sido suficiente. Mikey había matado a South. No pudo evitar que su amigo se volviera un asesino y se sentía espantosamente inútil por ello. En su pecho sentía un agujero al pensar que Mikey ni siquiera podía reconocerlo en ese estado, y que no podía hacer nada para hacerlo entrar en razón. Le dolía que Draken hubiera muerto. Odiaba ser tan débil. Y se lamentaba que, con cada golpe que recibía, su visión se volviera cada vez más nublosa.

«Yo... No puedo morir aquí... Si no, Mikey-kun se pondrá triste... Y podría suceder lo mismo que la otra vez...»

Imágenes de Mikey saltando al vacío después de darse cuenta de que le había disparado a Takemichi inundaron su mente. Su corazón estaba hecho pedazos, pero aún había en él esa chispa de convicción que lo impulsaba a resistir y salvar a su tan apreciado amigo.

«Tengo que salvarte...»

-M-mi.. key...

Nota:  Se supone que este prólogo explica lo que pensaba Takemichi en este momento *prepárense para volver a sufrir T_T*

Sé que estuvo triste :( Pero en el primer capítulo intentaré traer un poco de alivio a sus corazoncitos 💕

Gracias por leer :D