⤘ Créditos al autor de los bellos fanarts de éste capítulo uwu⬽
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"La tristeza es causada por la inteligencia.
Cuanto más comprendas ciertas cosas,
más desearías no comprenderlas".- Heinrich Karl Bukowski
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Kokonoi regresaba de una exhaustiva jornada de trabajo, estaba totalmente agotado y tenía un leve dolor de cabeza. Desde que la Kanto卍Gang había triunfado en la batalla de las tres deidades, su renombre en el bajo mundo había crecido considerablemente y cada vez más empresarios deseaban hacer acuerdos con ellos para que realizaran su trabajo sucio y protegieran sus intereses. Ese mismo día, el pelinegro había asistido a tres reuniones con diferentes magnates de Tokio.
La Kanto卍Gang llenaba más y mas sus bolsillos de dinero con cada trato cerrado. Para este punto cualquiera podría dejar de considerarlos una simple pandilla y empezar a denominarlos una verdadera mafia. Pero si bien Kokonoi era excelente en su trabajo, y cumplía su papel como tesorero de la organización a la perfección, no podía evitar sentirse asqueado por la procedencia del dinero obtenido.
Cada centavo perteneciente a la Kanto卍Gang estaba empapado de sangre y un sentimiento de insatisfacción florecía dentro del joven de ojos afilados.
«¿Cómo diablos he llegado aquí? ¿Para qué demonios estoy haciendo todo esto?».—Suspiró mientras continuaba su camino.
Preguntarse por el sentido de su existencia no parecía ser una acción muy propia de Kokonoi; sin embargo, los recientes acontecimientos habían removido algo muy en su interior y no paraba de juzgar la vida que había construido.
Siempre le había gustado tener una sensación de control. Y qué mejor demostración de este poder que tomar sus propias decisiones: La decisión de preferir a Akane sobre Inupi; la decisión de unirse a Tenjiku para proteger a Inupi y Takemichi. La decisión de apostar por el caballo ganador, Mikey.
Parecían las decisiones más sensatas; pero como siempre, Kokonoi era un terrible apostador: En toda esta toma de decisiones, buscando un camino más seguro, había perdido a las personas que más le importaban.
Se había distanciado Inupi, su amigo de la infancia y hermano de la única persona que había amado. Habían estado juntos por más de la mitad de su vida y unos años atrás le habría costado imaginarse una vida sin él. Creía que eran inseparables. Pero el rubio había resultado más apto para volverse cercano a los integrantes de la Tōman. Ahora todos ellos lo consideraban su amigo, y sin duda el sentimiento era mutuo por parte del de la cicatriz.
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Un héroe en el abismo (Maitake/Alltake)
Hayran Kurgu«No hay ser humano, por cobarde que sea, que no pueda convertirse en héroe por amor». -Platón Tal vez lo único que hacía falta para arreglar todo era que Takemichi permaneciera junto a Mikey. En la batalla de las tres deidades, luego de la muerte d...