Me volví a enamorar

El plan se arruinó

Los dos se encaminaron a Konoha y se encontraron con un escuadrón anbus, fácilmente podrían acabar con ellos, sin embargo tenían que fingir ser simples civiles. Dediara agarro la mano de Obito, fingiendo miedo y el de cabello oscuro se sonrojo.

— Identifíquense rápido –pidió con voz firme uno de los anbu.

— Mi nombre es Dai... –contesto el rubio fingiendo temor.

— Yo soy Bunaī –respondió Tobi de forma normal.

Uno de los anbus se empezó a acercar a Deidara y Tobi inmediatamente se coloco en frente de su compañero "¿¡Qué haces idiota?!" pensaba el rubio queriendo golpear al que aun mantenía su cara cubierta. 

— No te preocupes, no le hare nada a tu esposa –afirmo un anbu deteniéndose.

"¿Esposa...?" Luego de esas palabras, Deidara y Obito se sonrojaron. El anbu aprovechó que el enmascarado bajara la guardia y se acerco a Deidara, lo miro de pies a cabeza y no vio ningún arma, lo mismo hizo con el de cabello oscuro y no encontró nada.

— Disculpe, pero nos hemos perdido ¿Sabe donde estamos? –pregunto Deidara , haciéndose el que no sabia.

— Así que están perdidos... los tendremos que llevar con el Hokague –dijo otro anbu, amarrando las manos de Tobi.

— ¿¡Por qué lo amarras?! No somos peligrosos –exclamo Deidara molestándose con el anbu.

— No te preocupes cariño, solo están haciendo su trabajo –le dijo con una sonrisa.

El rubio se sonrojo y dejo que le amarraran las manos también "De seguro solo me dijo cariño para que no sospecharan..." pensaba Deidara aun ruborizado. Al llegar a la aldea, uno de los anbu los llevó con Tsunade y esta los miro seriamente.

— Así que se perdieron... ¿De que aldea vienen? –interrogo viéndolos fijamente.

— Venimos de la aldea oculta de la roca... –dijo Deidara un poco molesto.

— Mmmm bueno, no se si lo sepan, pero estamos en guerra y no podemos confiar en nadie, asi que un genin los estará observando –hablo parándose de golpe –Iruka-sensei puede pasar.

En la oficina del Hokague entro un moreno, acompañado de un niño, Tsunade al verlo con el niño se molesto y lo empezó a regañar. 

— Lo siento Tsunade-sama, pero nadie podía cuidar a Takashi hoy, así que lo tuve que traer conmigo –confeso el de cabello castaño.

— ¡Yo soy grande! Puedo cuidarme solo –grito el pequeño cruzando los brazos.

Deidara al ver al niño le pareció tierno, en cambio a Obito le recordó a alguien y por alguna extraña razón, tenia la necesidad de lastimar a ese niño. Iruka le jalo la mejilla al niño y lo regaño por gritar en la oficina del Hokague, con lagrimas en los ojos el pequeño se disculpo.

— ¿Estas seguro que podrás vigilarlos? –pregunto Tsunade a Iruka, seriamente.

— No se preocupe, le aseguro que no pasara nada –afirmo con la misma seriedad.

El plan de los akatsuki, ya estaba casi hecho, solo faltaba secuestrar al moreno y tendrían toda la información que quisieran. Caminaron media hora por la aldea, pero para la mala suerte de estos, se encontraron con "Kakashi Hatake" un Jōnin de alto prestigió.

— ¡Hola Iruka-sensei! –saludo Kakashi, mientras e acercaba a este.

Tobi al verlo, empezó a sentir una ira des controlable, quería matar a ese que alguna vez fue su compañero, necesitaba acabar con su existencia "Me quitaste mi luz..." pensaba impotente, sin embargo esos pensamientos negativos se fueron, al sentir  una mano en su hombro.

— ¿Tobi estas bien? –pregunto Deidara preocupado.

El de cabello oscuro asintió con la cabeza y trato de ignorar a Kakashi, aunque se sorprendió mucho al escuchar como lo llamo el niño.

— ¡Papá! Mamá dice que soy muy pequeño para cuidarme solo –reclamo molesto el niño.

— Takashi, ya te dije que no me puedes llamar así en publico –susurro en la oreja del niño.

— Lo siento señor Kakashi... –pronuncio triste el pequeño.

En ese instante, Tobi no pudo controlar su coraje y en un movimiento rápido agarro al niño y acerco una kunai a su cuello. Kakashi e Iruka se pusieron alerta y Deidara sin mas remedio tubo que crear masa para hacer explosiones.

— ¡Eres un idiota Tobi! –grito el rubio colocándose atras de este.

— ¡Papá ayúdame! –pedía el niño llorando.

— ¡Suelta a mi hijo maldit0 bastard0! –ordeno Kakashi, preparándose para pelear.