AVA BIANCHI.
—eres un idiota..—murmuro cansada tapandome con las sabanas—
—amas a este idota cariño, por esa razón nunca te resistes a mis besos y toqueteos.
Por dentro el tenia razón, pero no podía dárle una razón para que siga jodiendome, una mujer jamas perdona una infidelidad.
—¿cómo estuvo tu firma?
—bién, puedes creer que habían chicas de 13 para arriba leyendo mis libros, firme en total 2000 linros fue una total locura.
—felicidades cariño, te lo mereces. —besa mi cabeza— quiero leer alguno de tus libros.
—no. —tapo mi cara de la
vergüenza— ningúna de mis novelas puede acabar en tus manos.—por favor ava. —se ríe—no soy tonto.
Trague mi saliba.
—de que hablas...
—eso lo dejo en tu cabeza, ahora descansa la mudanza será agotadorada.
—ya dije que no dejaré mi casa y es la última palabra.
—amor eso no esta en discusión, estamos casados eso te convierte en mi propiedad debes de estar conmigo.
—no soy un objeto amir no me puedes tratar como quieras.
—eres mía, totalmente mía. —toma mi mano y deja un beso donde esta el anillo que el me había dado— ese anillo comprueba que eres mia, deberías de estar usando tu apellido de casada cariño.
—no es algo que sea obligatorio.
—claro que es obligatorio, ese apellido te otorga protección.
—no lo usaré y punto final..
—eres muy terca cariño.
—si no te gusta vete a la mierda quieres.
—me encanta cuando juegas conmigo creyendo que yo no se nada cuando soy el primero en saberlo todo.
Tiene razón, jamás entenderé su forma de ser.
—¿sabes lo que odio? A las personas que vuelven después de años creyendo que todo estará bien.
—otra vez con eso ava, si quieres te la traigo para que ella te diga toda la verdad.
—hijo de puta. —me levantó molesta de la cama poniéndome mi bata—como puedes ser tan estúpido creyendo que aceptare a tu amante en mi casa.
—ava eso jamás paso, yo te amo.
—no me amabas lo suficiente porque terminaste con otra al día siguiente de a vernos casado, no soy segunda de nadie amir, de nadie.
—nunca seras segunda cariño, siempre seras la primera y única en robarse mi corazón, la mujer a quien amo, la madre de mis hijos.
—son solo palabrerías lo que salen de tu boca, nada de lo que me prometes es cierto.
— crees que si no quisiera nada contigo seguiría intentando tenerte, no eres tan lista amor.
—si de verdad me quisieras no me hubieras engañado.
—no te engañe, sabes que seria in capaz de meterte los cuernos, no soy de esos hombres ava, se que aunque te lo explique miles de veces no me creerías, por eso tome la iniciativa y me lleve a mis hijos, el primer paso es ese, si quieres a los niños vendras conmigo o simplemente te quedaras aquí pensando en que pudo pasar si fueras buena esposa y madre y te vinieras conmigo.