1/3
-¡TRAIDORES! ¡DEJEN A MI HIJO! ¡ES UN NIÑO!
Fue lo que se escuchó cerca de las puertas del patio de las concubinas provocando que la mayoría de ellas incluyendo a Beyhan dejaran lo que hacían para ver lo que ocurría.
Tal fue su sorpresa al darse cuenta que la causante de aquel alboroto era la Sultana Ryujin mientras forcejeaba para liberarse de los agas del palacio y detrás de ella sus hijos al igual que su sirvienta personal.
-¡NO! ¡MAMÁ!
-¡TRAIDORES!
-¡MAMÁ! ¡No me dejes solo! ¡MAMÁ!
-¡DEJEN A MI HIJO, SUELTENLO!
-¡MAMÁ NO! ¡MAMÁ! ¡Suéltenme!
Todo esto bajo la atenta mirada de Beyhan, entonces creyó reconocer al pequeño niño que gritaba dándose cuenta que era el mismo para el que hace días pelo algunas castañas.
-¿Qué le van a hacer?
-Por órdenes de su majestad será ejecutado- exclama Jisoo
-Pero no lo ven, tiene miedo ¡Despiadados!
-¡Silencio!- exclama Mina -¿Cómo te atreves a cuestionar las órdenes de nuestro Gran Sultán? ¡Jisoo! ¿Así es como educas?- reprendió Mina antes de marcharse
-¡Adentro! ¡Muévanse!- exclamo Jisoo
-¡Mi Señor! ¡TENED PIEDAD DE MÍ! ¡OS LO RUEGO! ¡Por favor misericordia su Majestad!
Estas y más palabras eran gritadas por Musa Pasha en un inútil intento de salvar su vida, sin embargo poco le importaba esto a Jimin, debía demostrar como se castiga la traición hacia el trono, debía demostrar su poder como Sultán, por lo que dio la autorización al verdugo de proceder.
Los que se encontraban reunidos en la plaza solo observaban como el pobre hombre rogaba por misericordia y por último encomendando su alma a ala al darse por vencido y aceptando las consecuencias de sus actos.
Mientras tanto Seulgi observaba todo desde la torre en compañía de Bulbul Aga y SeungCheol Aga
–Que ala perdone sus pecados
-¿Qué haremos ahora Sultana?- exclamo SeungCheol Aga –Hoy o mañana su Majestad va a ejecutar al príncipe
-¿Y qué sugieres?
-Puedo visitar al Shayj al-islam, como usted sabe el no podrá ejecutarlo sin el decreto del Gran Muftí
-Las grandes Sultanas tienen súbditos así de inteligentes por supuesto
-Fue un gran logro traer de vuelta al príncipe, Aron Giray, salvaste a la dinastía Otomana
-La dinastía Yenyis y la dinastía Otomana han sido amigas y aliadas desde hace mucho tiempo, sus amigos son nuestros amigos y sus enemigos también nuestros enemigos
-Muy bien. Luego ven con tu hermano, los recibiré en palacio- exclamo Jimin para retirarse sin embargo fue detenido por alguien más
-¡Poderoso Sultán!... Yo soy el sargento mayor de la cuadragésima primera tropa Sipaji, disculpe mi osadía pero hay algo que su súbdito Sipaji desea que consulte
-¡Habla Abtiaga! Que quieren mis súbditos
-Sus súbditos han estado esperando por mucho tiempo su pago… están bastante inquietos majestad
-¡Y qué hay de mis súbditos jenízaros! ¿También están inquietos?
-¡Soy el comandante del ejército jenízaro, Jefe de Estambul su súbdito Kim Taehyung! Es cierto que los soldados están esperando su pago su Majestad… Pero para los jenízaros, la promesa de nuestro Santo Gobernante es más importante que todo
Ante lo dicho por el comandante Kim no le quedo de otra más que retroceder y retractarse de sus palabras al sargento Sipaji.
-Dile a mis súbditos que no estén inquietos, porque el tesoro de Egipto ya está en camino ¿No es así Kasim Pasha?
-Así es mi Sultán, Yabush Pasha quien trae el tesoro estará en la capital en pocos días, ala mediante ese mismo día distribuiremos las monedas
Dicho esto y siendo escuchado por los soldados Jimin se dispuso a entrar a palacio, tenía asuntos que atender.
-Ala escucho nuestras plegarias mi león, el príncipe Jungwon está con nosotros otra vez, el problema terminara- Nayeon corto sus palabras al darse cuenta de quien se encontraba en las puertas de los aposentos de Jimin
Créditos Portada y Banners
VanTTGraphicsSaranghae 💜
FlordeInvierno15 🌼
ESTÁS LEYENDO
EL Doncel del Harem (PAUSADA)
FanfictionEl príncipe Park Jimin visita los aposentos de su abuela la Sultana Seulgi y se encuentra con la pintura de Jiwoo un adolescente de origen griego. Jimin queda impactado por la belleza del joven y su abuela se percata de ello, por tal motivo ordena c...