El príncipe Park Jimin visita los aposentos de su abuela la Sultana Seulgi y se encuentra con la pintura de Jiwoo un adolescente de origen griego. Jimin queda impactado por la belleza del joven y su abuela se percata de ello, por tal motivo ordena c...
Fue lo que escucho Muftí Efendi antes de ver al Sultán entrar en su habitación
-Su majestad... Disculpe nuestro estado, no sabía que vendría
-Y si lo hubieses sabido que habrías hecho Muftí Efendi, ¿le hubieses avisado a la Sultana Seulgi? Sé muy bien lo que pasa por tu cabeza, no me consideras un Sultán por ser demasiado joven
-No es así, claro que no. ¿Cómo me atrevería?
-¿Cómo se atreve Muftí Efendi, a oponerse a la Suprema voluntad de Su Majestad?- exclamo JaeHwan
-Conoce tu lugar JaeHwan Aga, yo debo decidir de acuerdo a la Sharía, los eruditos están de acuerdo conmigo. Su Majestad, usted aún no tiene un hijo, ala no lo permita, si algo le sucede a usted ¿Qué pasaría con el Supremo Estado?
-Lo que ustedes llaman Estado es una Monarquía, y el Monarca soy yo- exclamo Jimin con un semblante serio -Ahora siéntate en esa silla, escribe lo que necesito o te quito los títulos, tú decides
-No necesita mi decreto Su Majestad, de cualquier modo, de acuerdo a las leyes más antiguas, la decisión es del Sultán
-Conozco muy bien nuestras leyes Muftí Efendi, lo que no conocía es tu verdadero rostro y hoy pude verlo
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-Desearía que te hubieran encerrado aquí hace años Ryujin, así no hubieras destruido a otro de tus hijos
-Usted que hubiese hecho en mi lugar, que habría hecho si intentan poner una soga en el cuello de su único hijo
-Hablas como si no lo hubiera vivido. Cada vez que el trono es heredado, salen ataúdes de este palacio, uno de ellos fue mi hijo más joven
-Entonces no tenía poder, pero ahora usted es insuperable. Se lo ruego, por lo que más quiera por favor ayúdeme
-A veces la mala fortuna está escrita, está escrita cuando nacemos- exclamo mirando a su pequeño nieto dentro del calabozo -¿Sabes cuál es la mala fortuna de este niño?... Tu
Dicho esto decidió salir de los calabozos dejando atrás los gritos de la Sultana Ryujin
-¡Sultana Seulgi! ¡Usted... no tiene piedad... ni misericordia en su corazón... tampoco amor! ¡Puede engañarlos a todos pero engañarme a mí jamás! ¡Solamente quiere usar a mi hijo contra el Sultán Jimin! ¡Lo mantiene vivo solo por eso! Solo por eso...
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-Jimin
"Cualquiera de mis hijos que ascienda al trono del Imperio Otomano... Matando a sus hermanos... Es apropiado para convertirse en el Sultán del Imperio"
Exclamo Jimin
-Ya que no conseguiste el decreto, estás buscando la respuesta en las leyes antiguas
-Y tu enviaste a tu mensajero SeungCheol Aga donde Muftí Efendi para conseguir lo que querías Sultana. Ignoraste nuestras leyes, más aún, ignoraste la voluntad del Sultán, el castigo es evidente
-Entonces manda a cavar una tumba cerca de las tumbas de nuestros príncipes, porque antes de escuchar esas palabras de mi amado nieto, prefiero morir
-Ya no quiero que formes parte de mi palacio Sultana, prepara tus cosas inmediatamente, iras al palacio de lágrimas
-¡Puedes silenciarme a mí!- exclamo Seulgi deteniendo a Jimin -Pero a las voces de tu conciencia... ¿Podrás? No caigas en las trampas de los demonios que te rodean, podrían lograr que te quedes absolutamente solo, la oscuridad caerá sobre tu corazón, donde quieras que mires, veras el rostro de tu inocente hermano. Tienes solo dos opciones Jimin, exactamente igual que estas dos puertas- exclamo señalando la habitación -Una es la misericordia y la otra es la masacre, tendrás que escoger con sabiduría, pero... no olvides... que quien cruza el límite de la crueldad... siempre será un hombre cruel
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-¡No me comeré nada! -exclamo el pequeño príncipe al guardia delante de el -¡Quiero que me lleven con mi mamá!
-¡Jungwon! ¡Príncipe!
-¡Mamá! ¿Dónde estás?
-Estoy aquí hijo
-Mamá estoy muy asustado
-Estoy aquí mi cachorro de león, come tu comida para que así te vuelvas más fuerte
-Quiero castañas mamá, pero no me dan
-¡GUARDIAS! ¡Traigan castañas para el príncipe! ¡TRAIGAN CASTAÑAS!- exclamo a los guardias fuera de su celda
Ryujin solo podía contener su llanto, no podía estar junto a su pequeño pero trataría de no incrementar su miedo, tenía que ser fuerte por su príncipe
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