-EN EDICIÓN-
Gemelas Kamado || Inosuke Hashibira
Ayaka Kamado, la gemela menor. Ella y su gemela Nezuko nacieron el mismo día, sin embargo, Nezuko es la mayor, y Ayaka la menor. Tras cierta tragedia... solo una no tuvo el cambio que muchos sabemos...
Akaza: No te mueras, Kyojuro. Aunque estés dispuesto a dar tu vida, es inútil, Kyojuro. El magnífico corte que me hiciste ya sanó completamente. Pero ¿qué hay de ti? Perdiste un ojo, tienes las costillas rotas y los órganos dañados. Y es irreparable. Si fueras un demonio, sanarías en un pestañeo. Para un demonio, lo tuyo son rasguños. Los humanos no pueden vencer a los demonios.
Tanjiro: -tratando de pararse-
Todos: -silencio-
Y en cuestión de segundos, un aura salía de Rengoku-san, era como una llamas.
Akaza: Kyojuro... ¿qué es lo que tramas?
Rengoku: Yo... ¡voy a cumplir mi deber como pilar! -dijo haciendo una postura- ¡Sin importar lo que pase, no dejare que nadie muera! -y agacho más el torso- Respiración de la Llama, técnica final:... -dijo en voz baja-
Akaza: ¡Qué impresionante espíritu de lucha, sigues adelante a pesar de tus heridas corporales! ¡Tiene una verdadera determinación! ¡Y esa postura es perfecta! Jajaja... ¡Tienes que convertirte en un demonio, Kyojuro! ¡Vamos a continuar peleando durante toda la oportunidad!
Rengoku: Mantén tu corazón ardiendo, y supera tus limites... soy el Pilar de la Llama... ¡Rengoku Kyojuro! ¡Novena postura: ¡Purgatorio!!
Akaza: Muerte destructiva: aniquilación.
Y en eso, Rengoku-san dio un rapido salto hacia Akaza, parece... un dragón en llamas, y Akaza avanzo hacia Rengoku-san, hubo una explosión en cuanto sus ataques impactaron entre ellos, cubriéndolos de humo.
Tanjiro: ¡Rengoku-san!
Y no se podía ver nada, estaban rodeados de un torbellino de fuego, el cuál se hizo muy grande, y en cuestión de segundos, desapareció, y estaban rodeados de humo, nuevamente.
Tanjiro: Rengoku-san... No veo a Rengoku... san... -y el humo que los rodeaba se disipo, pero...-
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Tanjiro: Ahg... Ah...
Ayaka: Rengoku-san...! -dije tapándome la boca, mientras los ojos se me ponían llorosos-
Akaza: ¡Vas a morir! ¡Ya no te queda tiempo, Kyojuro! ¡Dímelo! ¡Dime que serás un demonio! ¡Escucha, tu eres uno de los poderosos elegidos! -silencio-
Rengoku: -llevando rápidamente su katana al cuello de Akaza, y así tratando de cortarlo- ¡¡Ahhh!!
Akaza: -tratando de golpearlo, pero Rengoku-san logro agarrar el brazo de Akaza con su otra mano antes de que pudiera recibir el golpe-
Y note como estaba apunto de amanecer, y que Akaza trataba de zafarse de los agarres de Rengoku-san.
