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Esa mañana en especial el aire golpeaba con poca dureza contra su rostro, la tibia luz solar pegaba en su piel mientras que caminaba hacía el hospital más cercano, lo bueno era que no tenía ningún problema con estar allí, caminar era lo mejor para todos, así que necesitaba hacer algo de ejercicio, por inercia miro hacía su vientre, aún no estaba abultado, pero tenía la necesidad de verlo así, seguramente se vería horrible gordo, soltó un suspiro al pensar en eso, no debía de darse comentarios negativos, necesitaba animarse, aunque mirarse con el vientre más abultado no era algo que le gustará en especial.

Siguió su camino hasta que por fin logro divisar el hospital, sonrió, era la primera vez que vería a su cachorro, y eso si que lo hacía sentirse más que encantado, ¿cómo sería? ¿Se vería demasiado pequeño? Seguramente se vería de ese modo, pero no importa, quiere verlo, y eso es lo que más está anhelando ahora.

Siguió su camino cuidándose de cruzar el estacionamiento del hospital para por fin entrar.

(...)

—Madre -la señora Park en cuanto miro a su hijo entrar sonrió de inmediato–, ¿cómo te ha ido?

—Te he dicho que no me visites tanto, pequeño – menciono su madre mostrando su ceño levemente fruncido, Sunghoon sabía que no estaba del todo molesta, después de todo su madre solo le gustaba mostrarse levemente enfadada–, tienes dos carreras y necesitas concentrarte en eso, cariño.

—No debes preocuparte, soy todo un as en eso – menciono el alfa mostrandole un pequeño ramo de flores–, te traje un regalo.

Jongseong era la única persona que sabía que la madre de Sunghoon se enfermaba seguido, su sistema inmune es demasiado débil, y eso siempre mantiene preocupado a Sunghoon, a pesar de que a veces su madre le ha dicho que no debe preocuparse demasiado por ella, que se encontrará bien, pero por supuesto el no acepta eso y quiere verla los días en que esta disponible, no dejarla sola y abandonada aburriéndose con la comida y programas del hospital, y por supuesto su madre mostraba su alegría al poder verlo.

—¡Son preciosas, cariño! Gracias.

El alfa dio un asentimiento para por fin tomar
asiento al lado de su madre para poder estar
con ella.

—¿Cómo han estado las clases?

—Bien, aunque... –su madre le dio un rápido vistazo–, ¿es normal sentirse preocupado por alguien?

—Lo más normal del mundo cariño ¿por qué lo preguntas?

Su madre ya tenía una leve sospecha, los ojos de su hijo parecieron brillar al instante que recordó algo, y eso solo la hacía sentir como la emoción invadía su cuerpo enviándole toda esa alegría que presentía que soltaría al instante en que su hijo mencionase algo.

—Creo... –inhalo aire por unos momentos para volver a mirar a su madre y soltarlo—, creo que encontré a un omega que me gusta.

De inmediato la señora Park mostró su sonrisa al escuchar eso, y por supuesto Sunghoon solo había sentido sus mejillas algo calientes de solo mencionar eso, no había presentado nunca a alguna pareja, y eso a veces lograba decepcionar a sus padres, pero más a su madre, quien de solo ver a su hijo tan concentrado en esforzarse en otras cosas para salir adelante, olvidaba que también debía hacerlas para su propia persona, Sunghoon ignoraba siempre a los omegas, se la pasaba más encerrado en su habitación para hacer tareas y otras cosas que él consideraba mejores, y ahora que le dijera aquello solo hacía que se sintiera emocionada.

—¡¿Quién es?! –pregunto emocionada su madre—.
Debo saberlo.

Su hijo mostró una tenue sonrisa ante eso.

—Yang Jungwon, es muy lindo, demasiado lindo – menciono Sunghoon–, pero...

—¿Pasa algo cariño?

—Tiene un lazo roto y creo que fue algo inoportuno de mi parte pedirle una oportunidad –llevo su mano hacía su nuca rascandola levemente–, y espera un cachorro.

Su madre llevo de inmediato sus manos hacía las de su hijo alfa, acariciándolas levemente para brindarle confort.

—Cariño –menciono suavemente–, ¿le haz
preguntado directamente? –el alfa dio un asentimiento–. No debiste ser tan brusco -soltó un suspiro-, los alfas son así, lo comprendo, pero,
cuando se trata de omegas en esas condiciones hay que ser precavidos, un lazo roto es muy doloroso ¿sí? –el alfa asintió comprendiendo su error—. Ahora, ¿lo haz invitado a salir?

—No, no estoy seguro de que quiera volver a verme.

—Park Sunghoon, no seas cobarde, apuesto a que ese lindo omega le gustaría volver a verte, solo se cuidadoso, ve lento con él, un lazo roto es difícil de superar para algunos, pero si es que ese omega sigue y estudia, entonces es un omega fuerte, no lo dejes ir tan fácilmente, ve con él y demuéstrale que eres un alfa digno de él.

—¿Crees... que él me acepte? Me gustaría que lo hiciera.

A Sunghoon no le importaba que el omega tuviera un cachorro de otro alfa, él amaría a ese cachorro, y a Jungwon, su madre lo sabía, y era por eso que lo alentaba a intentarlo, ella alguna vez conoció a una omega con un lazo roto, la ayudo a que evitará el suicido, y la hizo salir adelante, hasta que por fin
un alfa de los pocos tan buenos que había, se acerco
a ella para poder ayudarla y estar juntos para una vida preciosa, jamás creyó que algo similar le pasaría a su hijo, no era tan igual, pero el solo hecho de escuchar eso, le había traído tantos recuerdos que simplemente la hacían sentirse nostálgica.

—Él te aceptará, estoy segura que lo hará.

Esa simple respuesta había hecho que Sunghoon se sintiera más que contento al respecto.

Lazo Roto ☆Sungwon ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora