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Sus dedos viajaron hacía dónde anteriormente la marca ya había dejado de ser reforzada, el ligero temblor de sus propios dedos sobre su piel lo hacía sentir mal, Jungwon sabía que con el paso de los meses y posiblemente años, lograría olvidar por completo el dolor, o por lo menos ir encerrándolo en una caja dentro suyo, una que jamás podría ser vuelta a abrir más que por él.

Sería difícil pero nada era imposible, dejo de tocarla, todavía no desaparecía por completo y sabía que no pasaría por completo, después de todo la posibilidad de que deje que Sunghoon le marcase estaba más
que considerada.

Sintió sus mejillas sonrojar al pensar en eso, ¿dejar
que otro alfa lo marcará? Al principio pensaba que eso no sería posible, lo había escuchado en muchas
ocasiones, ningún alfa quiere a un omega que ya ha sido marcado y dejado por su alfa. Por supuesto, Sunghoon era todo lo contrario, a él no le interesaban esas cosas, se había acercado a él de forma tan natural que le encanto.

La necesidad de rechazarlo de por medio estaba en
su cabeza por el simple hecho de querer que lo
dejase en paz y que no se decepcionara de él con
solo enterarse de la gran noticia, pero no fue así, Sunghoon insistió, y lo hizo con fuerza, quería estar con él, y no mentía al respecto, él quería hacerlo feliz y se lo proponía de inmediato.

Y debía admitir que lo estaba logrando, han pasado
ya casi cinco meses y... no puede evitar sentir alegría de tener al alfa a su lado, le gusta que esté con él, le encanta que la mayoría del tiempo se preocupe por él, le gusta estar acompañado y saber que tiene su total apoyo, algo que su anterior alfa jamás le había
brindado.

Por más que Jungwon no quería ilusionar a su ya roto corazón de que posiblemente se esté enamorando de nuevo, no puede evitarlo, Sunghoon es un alfa ejemplar y a él le hubiera gustado que por lo menos encontrase a un omega que fuera mejor para él, sentía que era poco para Sunghoon, le hubiera gustado conocer al alfa en otras circunstancias.

Acaricio su vientre despacio y con suaves
movimientos, debía admitir que esto del embarazo era demasiado para él, pero estaba feliz, ya quería saber el momento en que vería a su cachorro y así poder tenerlo entre sus brazos y brindarle mucho cariño y felicidad, es lo que más quería en este mundo.

Su teléfono móvil comenzó a sonar, con una de sus manos sin dejar que la otra dejase de darle caricias a su abultado vientre, agarro el aparato en sus manos
y contesto.

—Sunghoon....

—¡Jungwonie! ¿Cómo te encuentras? -sonrió al escuchar la pregunta hecha por el alfa.

—Bien -soltó un pequeño bostezo-, un poco cansado, pero estoy bien.

—Me alegro mucho -carraspeo la garganta haciendo que Jungwon prestase más atención-, prepárate, en unos días te tengo una sorpresa preparada.

Jungwon sonrió al escuchar eso, Sunghoon se escuchaba muy animado del otro lado de la línea, y seguramente la sorpresa que le tiene preparada es
una que sabe que le hará feliz, lo presiente muy
bien.

—¿De verdad? -Sunghoon hizo un sonido
afirmando-. Pero Sunghoon, no creo sentirme
con ánimos de eso.

—Habrá comida y no te haré caminar mucho - canturreo para animar al omega, Jungwon rodó los ojos divertido, aunque sabía que Sunghoon no podía verlo-. ¿Aceptas?

—Bien, acepto.

—¡Fabuloso!

Y la llamada había terminado, dejando a Jungwon
con muchas dudas de lo que sería la posible sorpresa que Sunghoon le daria, había muchas posibilidades,
y tal vez algunas que ni siquiera él puede llegar a imaginar.

Lazo Roto ☆Sungwon ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora