Emperatriz

capitulo 16

Llegué a mi casa y lo primero que hice fue marcar el número de Javier y Julián para contarle la noticia obvio ellos se emocionaron pero les dije que guardarán el secreto ya que todavía tengo que hacer la misión.

Era lunes y estaba en el colegio todo estaba normal, las clases y mis compañeros, salía a mi descanso cuando me tropiezo con alguien.

-Auh! No tienes ojos acaso?!- dije sin mirar a la persona.

-Lo...lo lamento....tanto....yo yo....lo lamento mucho!- dijo la persona con una voz quebradiza.

Lo mire irritada por su voz y es cuando siento que he visto a ese chico por lo que lo miro detenidamente haciendo que el chico se tapara la cara y se fuera corriendo por lo que me dejó intrigada ya que nada me quitaba de la cabeza que lo conocía de alguna parte.

Pasaron unos días y al fin recibí la llamada de Vicente, él quería que lo viera ese mismo día en la oficina de la guardería por lo que una vez que terminé mis clases salí de la escuela y me dirigí a la guardería.

Estaba llegando a la oficina de Vicente cuando veo un grupo de guardias resguardando la puerta y estoy segura que esos guardias no pertenecen a nuestro grupo, cuando me pare frente a la oficina los guardias no me quisieron dejar entrar.

-Dejen me entrar mi jefe me ha llamado.

-No podemos dejar entrar a nadie sin primero identificarlo.

-Soy Catalina.

El guardia al escuchar mi nombre se quedó en rato en shock para luego asentir y abrir la puerta.

-Catalina al fin estás aquí! Ven quiero presentarte a alguien, él es Ronaldo Carraffa hijo mayor de la familia Carraffa.- dijo Vicente presentando al hombre.

Me quedé viendo al hombre detenidamente porque sin duda alguna no podía creer que tenía a un miembro de la familia Carraffa frente mío, esa familia es conocida por tener grandes empresas hoteleras.

-Mucho gusto señor Ronaldo.- dije con una pequeña sonrisa para luego mirar a Vicente ya que necesito saber que es lo que planea.

-Bueno Catalina iré directo al punto, Ronaldo nos encargó una misión la cual tu aceptaste hacer, él quiere que mates a su hermano menor.

-A su hermano?- dije mirando al señor y este asintió.

-Mi hermano menor es hijo de una mujer diferente con mi padre, la verdad no me interesaba el chico pero hace un mes mi padre ha decidido darle la mayoría de la herencia a esa basura y bueno yo no quiero eso.

-Mm....okey entiendo la situación pero cuántos años tiene el chico?

-16.- dijo el señor.

-Es un niño! No creo que sea necesario llamarme a mi para deshacerse de un niño.

-Tendrias la razón si fuera solo un chico normal pero el chico está constantemente vigilado por lo que es difícil acercarse a él.- dijo Vicente.

-Ohh.....eso lo complica pero no es nada difícil tampoco.

-Las personas que vigilan son de elite y no se separan de él en casi ningún momento excepto cuando va a clases.- dijo el señor.

-Y da la casualidad que tú y él asisten a la misma escuela.- dijo Vicente.

-La misma escuela? Eso es imposible conozco a todos los niños ricos de mi escuela y estoy segura que ninguno tiene el apellido Carraffa.

-Eso es porque el chico es un antisocial, es débil y no es alguien que destacaría por su apariencia.- dijo el señor.

-Oh con razón.

-Entientes lo que te estamos pidiendo no es verdad Catalina? No puedes matarlo en la escuela ya que no es muy conveniente y afuera de la escuela está totalmente vigilado así que la única opción es ganarte su confianza, ser su amiga y después matarlo sin que nadie se de cuenta en algún lugar lejano y claro nadie debe sospechar de tí.

-Okey....haré eso.- dije con un dolor de cabeza ya que está misión es muy larga.- pero cuál es el límite de tiempo?

-2 meses, el chico debe estar muerto en 2 meses.- dijo el señor.

-Bien, cumpliré la misión sin ningún error.- dije mirando a Vicente y este asintió.

-Ten aquí está la información del chico.

-Gracias, entonces me retiro.

Salí de la oficina con el documento en la mano y me fui a casa, al llegar revise el documento y la foto del chico se me hacía conocido.

-Donde te he visto?.....- me pregunté a mi misma para luego seguir leyendo el papel.

*Luis Carraffa:

-16 años

-No tiene hobbys

-Es bueno estudiando

-Fue expulsado de su anterior escuela por hacer golpeado a su atacante y esa acción produjo que el joven se cayera por las escaleras dejándolo inconsciente.

-No es alguien particularmente fuerte.

-No tiene amigos.*

-Wow la descripción de este chico es muy aburrida! Entonces eso no significa que es mejor para mí? Si es aburrido solo debo darle una pisca de diversión y todo estará resuelto.

Al día siguiente llegué a la escuela como cualquier otra día solo que está vez estaba interesada en buscar a alguien.

Caminaba por los pasillos atenta por si el chico aparecía pero no lo encontré, ya era hora de descanso por lo que me puse seria y lo busque aún así no lo encontré, era como si el chico no existiera.

Ya era la salida cuando me dirijo al patio tracero de la escuela ya que el día de hoy había dejado mi moto ahí, es cuando veo a un grupo de chicos golpeando a alguien, poco me interesó así que pase de largo pero cuando mire al niño al que golpeaban fruncí el seño, no podía creer que el chico que busque todo el día estuviera justo en este lugar.

No podía quedarme solo mirando tenía que salvarlo ya que así él me consideraría su salvadora y así nos acercaríamos, sonreí ante mi genial idea y dije:

-Déjenlo!

-Ah? Y tú quién eres? Sal de aquí si no quieres meterte en problemas!

-....ustedes será mejor que me hagan caso ya que no tengo mucha paciencia.

-Jajajaja solo eres una chica flacucha y nosotros somos 4 en verdad piensas que puedes contra nosotros?

-Claro que sí.

Los chicos se molestaron y soltaron el chico así dirigiéndose hacia mi, me miraron molestos y uno de ellos se apresuró para atacarme, yo me defendí y con solo dos golpes lo vencí haciendo que los demás me enfrentarán, solo fueron necesario 5 minutos para derrotarlos así que cuando termine con ellos mire en dirección de donde estaba el chico pero este ya se había ido.

-Mierda ahora como me acercaré a él?.....no importa estoy segura que estos chicos me dirán como encontrarlo.- dije mirando a los chicos que había golpeado.