Tras la falsa muerte del sustituto

Capítulo 132 Inténtalo de nuevo

        Xu Chengyan no dijo nada, pero cuando sintió el calor en su cara, giró ligeramente la cabeza hacia un lado, aparentemente resistiendo un poco.

        Notó el nerviosismo del joven, así que alargó la mano y le tocó el costado de la cara, susurrando tranquilamente: "Antes y ahora, me gusta todo".

        Frotó su nariz contra la punta del cuerpo del joven, y su mano volvió a bajar, tocando el cuerpo del joven y levantando fácilmente su camisa.

        Los ojos de Xu Chengyan estaban cerrados y su respiración era un poco desordenada, sus manos se apoyaban inconscientemente en los hombros del hombre.

        Sólo había sido tocado una vez por Yang, y su cuerpo era todavía muy sensible y no podía ser estimulado.

        Empujó los hombros de Yang y le miró con un ligero jadeo, diciendo: "No hagas eso".

        "¿Eh?" Yang lo miró.

        "No es suficiente".

        Frunció el ceño y dijo: "Te lo devolveré cuando compre los peces de colores".

        Xu Chengyan no pudo evitar reírse y dijo: "Debo miles de puntos y no me cabe ni el pez de colores".

        "Compra una gran pecera". Enterró su cabeza en la nuca del joven y dijo: "Esta vez lo probaré".

        Tras decir esto, una de las manos de Yang se acercó al joven y trató de ayudarle de nuevo.

        Sin embargo, Xu Chengyan le agarró de la muñeca y lo detuvo.

        Se quedó ligeramente sorprendido y luego se dio cuenta de que se trataba de una negativa.

        No continuó y dijo: "Lo siento".

        Con eso, retiró su mano y enderezó la ropa del joven.

        "Descansa bien". Se inclinó y depositó un beso en la frente del joven.

        Se acostó y sostuvo al joven en sus brazos, pasando la palma de la mano a lo largo de su espalda, con la intención de adormecer a la persona en sus brazos.

        Los ojos de Xu Chengyan seguían abiertos, apoyados en el pecho de Yang, sin ningún sueño.

        Los dos estaban tan cerca que Xu Chengyan aún podía sentir el roce de sus muslos contra ellos, y la reacción de Yang aún no había disminuido.

        Xu Chengyan estaba perdido en sus pensamientos, sin saber en qué estaba pensando.

        Después de un largo tiempo, Xu Chengyan llamó suavemente, "Yang".

        Respondió despreocupadamente y siguió dándole palmaditas en la espalda al joven.

        Parecía que Xu Chengyan también había tomado una decisión y movía su cuerpo.

        Notó el pequeño movimiento del joven y preguntó: "¿Qué pasa?".

        Sin responder, Xu Chengyan se limitó a mover la muñeca, acercarse a Yang y tocar el pantalón del hombre.

        Inmediatamente después, sonó la hebilla metálica del cinturón y se abrió la cremallera.

        Y una de las manos del joven se deslizó lentamente dentro.

        Miró al hombre en sus brazos y comprendió al instante lo que el joven quería decir, con la voz ronca: "Yanyan, no te preocupes".

        "Hagámoslo". Xu Chengyan aún se sentía un poco incómodo y utilizó su mano para hacerlo.