Sentir demasiado

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A veces creo sentir demasiado, y ya no se discernir si eso es bueno o malo, sólo sé que es lo que es, y que si bien a veces me hinunda de alegría, otras veces me descomtempla con diferentes emociones desagradables.
Es lindo, porque en los momentos buenos, mí corazón parece inundarse completamente de agua, estar lleno, desbordante (hablando abtractamenre), pero hay veces, en donde el agua se tiñe de negro, y todo es oscuro para mí ver, como si ese día mis malas emociones se hubiesen sambullido en toda esa agua, cambiandola químicamente, y ahora los átomos que la componen a aquella agua negra y sin brillo alguno, fuesen característizados por la angustia, la tristeza, el miedo, el dolor, el desagrado, la inseguridad y muchas otras emociones que no sé nombrar pero estoy segura están y existen en algún lugar.
Son días, días en lo que deciden darse un baño, mejor dicho momentos, porque mis días ahora son como un huracán en donde a veces contengo agua cristalina, brillante, pura y hermosa, y otras veces solo es negra, sin brillo, turbia y espesa. Está en constante cambio, es un ir y venir, nunca se estanca, siempre fluye.
Por lo menos, sé diferenciar el dolor o pesar que siento en esos momentos repletos de agua turbia, al que he ya he tenido antes. El dolor de antes era como algo tajante, que punzaba desde adentro de mí, algo que me retorcía e impedía siquiera pensar. El dolor de ahora, es suave y pesado a la vez, se siente denso y al mismo tiempo aterciopelado, me hace sentir mal e inunda mí mente con múltiples pensamientos dañinos para mí energía pero al mismo tiempo me roza y me produce una sensación extraña que muchas veces me atrae y no me permite librarme fácilmente, estoy en permanente contacto con ella, moldeandola e intentando entenderla, intentando comprender por qué es tan turbia y a la vez atrayente.
Quizás, el dolor que siento hoy me ayude a entender muchas cosas y de él aprenda, y tan solo quizás el dolor de antes solo estaba ahí para dañarme y frustrarme.
No sé bien si es normal tener tantas emociones en un día y no poder explicar por qué son tantas y por qué son tan cambiantes, sólo sé decir que quiero saber tenerlas, porque ya son parte de mí, quiero comprenderlas y aprender a controlarlas para que no repercutan en mí accionar.
Y sobre todo, ya no deseo sentirme rara por tenerlas a todas juntas en un mismo día, en un mismo lugar, en mí cuerpo habitando y cohabitando habitualmente. No quiero sentirme un defecto ni mucho menos pensar que mis emociones no están bien, solo anhelo sentir que esto es lo que es.

Escribo. Aprendo. Entiendo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora