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Antes de iniciar el capítulo, la verdad estoy muy agradecida con todos los que leen esta historia ya que fue algo que se me ocurrió de la nada y yo aseguraba que nadie le gustaría.

La verdad inicie a escribir aquí para poder tener un pasatiempo ya que tengo muchos problemas en casa y la preparatoria me estaba gastando y no es algo fácil de contar a los amigos.

Así que muchas gracias a todos ustedes, por apoyar esto, mil gracias.

Bueno iniciemos!













-Emma Mira lo que te compre para tu cita con Draken!! - Hablaste mientras entrabas a su cuarto con un kimono en tus manos.

-Wow!! Mamá es increíble!! - chilla Emma pero hizo una pequeña mueca al ver que la etiqueta del kimono - Mamá... Esta bien que sea tan caro? No quiero molestarte con ese tipo de cosas.. - Emma sabía que su madre siempre se esforzaba de pasar tiempo con ellos y el trabajo dejaba demasiado cansada a su madre.

-Vamos! No te preocupes por ese tipo de cosas - Sonreiste mientras dejabas el kimono en la cama y acariciabas el cabello de tu hija-Yo jamás pude usar un kimono o tener una cita... Pero yo quiero que tu si!! Estas en la mejor etapa de la vida.!! -

Emma te sonrió, más que feliz.

-¡Bien! Debo dejarte deslumbrante para tu cita!! Draken quedará maravillado - Hablaste más que feliz mientras sacabas maquillaje.

-Mamá!! No es una cita también irá takemichi junto a su novia Hina - Habla Emma con un sonrojo.

-Cariño estoy muy segura de que takemichi y tu amiga Hina se van a querer desaparecer - Hablaste con una sonrisa burlona - Y tu y Draken quedarán a solas ahí.... TE DECLARARAS!! Cuenta como cita! - reíste mientras Emma te golpeaba suavemente con uno de sus peluches.

-Todavía no!! Estoy esperando el momento indicado - Habla Emma. Estaba más que feliz de poder hablar de estas cosas con su madre.

-Bueno, bueno - Hablaste mientras le empezabas a poner base en el rostro de Emma para empezar el maquillaje - Tomate tu tiempo, son jóvenes tienen una vida que aprovechar. - Hablabas concentrada.

Emma dudo un momento, pero decidió preguntar.

-Mamá... - Habla mientras veía a su, madre elegir un labial-¿Tu aprovechaste tu vida? - Pregunta Emma haciendo que su madre Dejara de moverse por un momento.

Hubo un silencio, Emma creyó que no debió de preguntar eso, mientras tu empezabas a recordar tu pasado.

-Cometí muchos errores a lo largo de mi vida-Hablaste mientras ponías el labial de brillo en los labios de tu hija-Hay muchas cosas de las que me arrepiento y otras que quisiera volvieran a pasar-dijiste mientras ahora le hacías un pequeño peinado a tu hija - Pero... Si todo lo que viví me llevo hasta aquí... Volvería a cometer todo lo malo y bueno que hice - Hablaste mientras le ponías un broche de cabello a Emma-Así que si me preguntas, si aproveche mi vida - Hablaste mientras veías lo linda que estaba Emma-¡¡Acabe!! Ahora ponte el kimono quiero tomarte unas fotos antes de que vallas! - Hablas mientras salias de la habitación, dejando a solas a Emma.

Emma se miró al espejo y después al kimono, no sabía por qué pero le habían llegado unas fuertes ganas de llorar. Aveces su madre era un completo misterio.

No entendía aveces como esque su madre era tan buena.

Dejarla a ella y a Izana formar parte de esta familia, la amaba tanto.

Con ello empezó a ponerse el kimono no debía hacer esperar mucho a su madre.


-¿Listo!? Ven te tomaré unas fotos!! - chillaste feliz con la cámara en mano - Vamos!! Draken ponte tu también!! - Hablaste al ver al rubio sin intenciones de moverse - ¡Vamos! Es el recuerdo de su primera cita!-

Tanto Emma como Draken se sonrojaron por lo dicho por la mayor.

Mikey veía con una sonrisa la escena.

Izana también miraba complacido todo, el junto a Takemichi creían que habían evitado la muerte de Draken logrando que el mencionado y Mikey se reconciliaran.

Después de hacer que Mikey fuera a visitar a Takemichi sabiando gracias a Kakucho que Draken estaba hay, logró convencer a su hermano de que fuera a ver a su amigo.

Lo otro se lo dejó a Takemichi el debía encargarse, el solo hizo que se juntaran.

Complacidos de que ya nada malo pasaría.

Pero la noche sigue siendo jóven.

Mamá, no te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora