Goffikos "Una historia de Vampiros"

𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 4

Los Amigos Góticos 

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     Suena el timbre del recreo y Eric y Dementia están sentados del lado derecho del fondo de la sala. Ambos están preocupados por su amigo y no tienen ni ganas de salir a dar unas vueltas por los pasillos como de costumbre.

     ―No aguanto más ―dice Eric impaciente―. No podemos quedarnos aquí mientras Satán está siendo juzgado, debemos hacer algo.

     ―¿Pero qué Darkus? No hay nada que hacer, esta vez no pudo resistirse a contestarle a la profe y todo se fue de control, aparte un inspector está en la puerta y no puedo salir de acá.

     Ambos miran por la ventana que da al pasillo y ven al inspector merodeando de ida y vuelta como le habían dicho, eventualmente parando para apoyarse en la pared.

     ―Además ―continua Dementia―. Es más probable que hagamos más mal que bien si intentamos escabullirnos hacia la oficina del director, sé que Satán encontrará alguna forma de convencerlo para que no lo expulse, tengo fe en él, él siempre encuentra una salida... Lo que más me da rabia es como la banda de perdedores de básquetbol y las conchudas de Britney abusan de él sabiendo que no va a poder defenderse... en fin, pero que esto se resuelva pronto no aguanto más la espera.

     ―Supongo que tienes razón, pero este sentimiento de impotencia no me lo va a sacar nada.

     Se quedaron en silencio por un rato, Dementia miraba al pasillo del colegio por la ventana su cara blanca maquillada y su delineador negro hacia que desde el otro lado del vidrio pareciese un alma en pena. Eric sacó su Nokia 6630 y empezó a buscar la foto que saco en su casa e intento buscarle algún significado, se preguntaba quien había podido subirse a su techo y dejar esos símbolos, y si debía mandarle un mensaje a su padre o madre ahora, o si se los decía más tarde, no quería incomodar su mañana, sobre todo la de su padre, el cual estaba asustado ya que la empresa en la que trabaja estaba haciendo recortes y podía ser despedido.

     ―¿Que miras? ―preguntó Dementia interrumpiendo los pensamientos de Eric―. Llevas un buen rato mirando esa imagen.

     ―Oh, no es nada, un símbolo o algo― respondió algo inquieto, no estaba seguro si contarle o no, pero aun así decidió hacerlo― De hecho Dementia, es algo súper raro que me paso al salir de mi casa, esta imagen la saque desde el patio y cómo puedes ver en mi ventana hay dibujos extraños, me asustó y sentí algo que no recordaba sentir hace mucho, en fin, parece que alguien dibujó esto y sospecho que tiene algún significado, todavía no le conté a mi padre pero creí que le podía preguntar a Satán si sabía algo al respecto.

     Dementia se quedó sorprendida y dijo:

     ―¿Pero que haces? ¡Llama a la policía!, ¿le avisaste a tus padres? ¿Tienen algún arma para defenderse? Pongan rejas en las ventanas...o no se... algo para impedir el paso de ese criminal o mejor un...―. Siguió diciendo cosas por un rato pero Eric solo pensaba que estaba exagerando y que sabía que esto pasaría.

     En eso entra a la sala un chico de pelo desordenado y corto, vestido con prendas góticas pero no tan exageradas, una camiseta de Marilyn Manson, jeans negros rasgados y una pulsera con pinchos. Esta vez no hubo aplausos.

      ―¡Hola Darkus, Hola Dementia! ―dijo el chico saludando y yendo hacia el fondo del salón.

     ―¡Hola Tom! ―dijeron ambos.

      El chico se sentó junto a ellos y preguntó:

      ―¿Cómo están? ¿De que hablaban?

      ―Em...―murmuró Eric sin saber que decir.

      ―Darkus me contaba como un psicópata le rayó la ventana de su habitación, y yo le estaba diciendo que debía llamar a la policía y denunciar, ah, y todavía no le dice a sus padres, también que debería tener un arma o algo para defenderse la próxima vez ―dijo ella tranquilamente mirando con reproche a Eric.

      Tom se quedó sorprendo y guardo silencio durante un rato. Eric miro enojado a Dementia, sentía que se había pasado y que no tenía por qué meterse en sus asuntos de esa forma tan agresiva.

     ―Que loco... ―dijo Tom rompiendo el silencio y mirando a Eric habló― Creo que Dementia tiene razón, deberías llamar a la policía, o por lo menos decirle a tus papas y que lo solucionen.

      ―Por eso no quería contarles, se ponen como locos... aparte no les incumbe, pero bueno, les hare caso ya mismo le mando mensaje a mi padres―Eric se puso a escribir en su celular algo irritado, pero sabiendo que sus amigos tenían razón.

     Hay un momento de silencio incómodo.

     ―Hey, ¿y donde esta Satán? ―pregunta Tom mirando alrededor― No lo vi por los pasillos al venir desde la enfermería.

     ―Está en la dirección y tiene en serios problemas, resulta que.... ―empieza a decir Dementia.

     Y en eso Satán aparece súbitamente al otro lado de la ventana en el pasillo y como estaba sin traba la abrió y metió la cabeza a la sala, todos se quedaron atónitos.

     ―¡CUADERNO, CUADERNO Y MI MOCHILA PORFA, PORFA YA! ―decía mientras impaciente apuntaba al cuaderno que estaba donde se sentaba Eric.

     ―¡¿Cariño que pasa?! ―Decía Dementia mientras agarraba el cuaderno sobre la mesa y se lo entregaba junto a la mochila que tenía atrás en su silla.

     ―Gracias, gracias ―dijo Satán sin aliento y se fue corriendo por el pasillo.

     Todos se quedaron impactados y sin idea de lo que acababa de pasar.

     ―Me quede impactado, no tengo idea de lo que acaba de pasar ―dice Tom y mira sus dos amigos.

     ―Después nos explicara seguro, ya sabemos cómo es― señala Eric después de terminar de escribir el mensaje a su madre y enviarlo.

     Dementia seguía mirando por la ventana del pasillo en dirección por donde se fue su novio.

     ―Perece que Cry todavía no llega, no creo que vaya a venir ya falta poco para que... ―Tom es interrumpido por el sonido del timbre anunciando el fin del recreo.

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