Darkus
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Eric García Serrano o Darkus, como le gustaba que le llamasen, decía ser un joven melancólico y antisocial. Era la impresión quería dar. Por eso había teñido su cabello de negro, vestía con prendas oscuras de sus bandas favoritas y siempre usaba delineador negro bajo sus ojos. Todas las mañanas antes de ir a la escuela se preparaba meticulosamente, se sentaba frente al espejo de su habitación y se aplicaba base blanca en la cara, para que su ya blanquecina piel se viese totalmente pálida, luego venia el delineador y finalmente ordenarse el pelo de tal forma que le tapara un de sus marrones ojos. Este día había decidido llevar una camiseta de My Chemical Romance del álbum Three Cheers for Sweet Revenge el cual era su favorito, aunque no entendiese del todo la letra, sus canciones lo hacían sentir poderoso e independiente y al igual que la canción I Just Wanna Live de Good Charlotte, le daba un sentimiento de pertenencia y que no era el único joven que no estaba interesado en seguir lo que la sociedad dice. Eric podía parecer un integrante de la ya consolidada tribu emo, pero no era así, él se auto percibía como gótico, a pesar de ser visto por los góticos más puritanos como un joven que se apropiaba de su cultura por moda, o dicho con palabras de la época, un "poser". A él le daba igual que unos señores se enojasen con adolescentes por no seguir el estilo gótico de la misma forma, pero entendía que algunos aspectos de su estilo eran más emos y no encajaban con lo que decía ser.
Salió de su habitación y la cerró con llave, no le gustaba que nadie tocase sus cosas y tampoco quería que su mama limpiara, por un lado él pasaba la mayor parte del día fuera lo que hacía imposible limpiar en algún momento, y el hecho que le diera vergüenza que su madre viera la suciedad del cuarto formaba un círculo vicioso interminable. Bajó las escaleras y se dirigió a la cocina, su mama estaba lavando las tazas que previamente el padre de Eric, su hermanita y ella habían usado para desayunar, era una mujer alta de pelo castaño y ojos verdes, llevaba un delantal verde manzana. Al escuchar el crujido de las maderas del suelo se dio vuelta y se sobresaltó al ver a su hijo con esas pintas ―¡DIOS! ―exclamó―. Todavía no me acostumbro a verte así, creí que eras el ánima de mi abuelo, ¿Por qué te pintas la carita así? Mi niño parece una vieja bruja- dijo tranquilizándose y sentándose en una silla.
―Mama....―dijo Eric alargando la palabra en tono algo molesto y perezoso―.Ya te dije que ahora me visto así, todos mis amigos lo hacen además me gusta porque le demuestra al mundo como... ―es interrumpido por su madre―.
―Bueno está bien, apúrate que estas llegando tarde, tu padre ya llevo a tu hermanita al colegio, todos desayunamos juntos, y como no bajabas tu leche chocolatada se enfrió, si quieres ponla en el microondas―.
Eric miró la mesa donde estaba la taza con leche y vio que tenía nata e hizo una mueca de disgusto y dijo:
―No te preocupes mamá, compraré algo en la escuela, nos vemos ―.
Se dirigió a la puerta y su madre hizo una tos falsa, Eric se dio vuelta y la vio apuntando a su mejilla en señal de que no se iría sin darle un beso, él se dio cuenta y avanzó medianamente rápido a darle un beso en la mejilla a su madre, luego le dijo:
―Adiós mamá ―. Y saludó con la mano, fue a la salida y agarró su chaqueta negra de abundante pelo oscuro en la capucha y salió de la casa, luego pensó:
―¡Dios mío!...quiero decir...¡Satán mío! Sí, porque Dios es para los idiotas, tengo 17 y me sigo portando como un niño de mamá, debo cambiar eso, mañana lo haré, le diré a mama que mi nombre ya no es Eric, que soy Darkus y así me conocerán todos, hoy no, muy tarde ya ―.
Eric caminó por su patio delantero en dirección a la parada de bus en la esquina de su cuadra cuando recordó que olvidaba la llave del su casillero escolar, donde estaban todos los libros y cuadernos que debía usar, por lo que dio media vuelta, y fastidiado, regresó a la casa corriendo.
Al lado izquierdo del pórtico había un viejo árbol que estaba desde que Eric tenía memoria, este daba a la ventana de su habitación y de vez en cuando había que cortar sus ramas para que no rozasen y produjesen sonidos desagradables. Antes de entrar miró hacia arriba ya que la noche anterior le pareció haber escuchado el chirrido de las ramas.
―Qué raro ― dijo para si― Las ramas siguen cortas.
Se sintió aliviado ya que no le apetecía usar la oxidada tijera podadora de su padre y tampoco arriesgar su vida subiéndose al techo.
En eso vio algo que le heló la sangre y sintió como que se le hundía el pecho, era algo que no había sentido en años. No podía respirar. El solo hecho de ver esos arañazos en su ventana le daba entre náuseas y pánico, no parecían hechos por algún animal, habían trazos rectos y desordenados que estaban en las horillas del vidrio, otros que parecían hechos con cierto razonamiento y eran menos espontáneos, al centro de la ventana estaba dibujado un semicírculo con tres líneas que lo atravesaban horizontalmente.
―¿Que...es...esto? ―preguntó débilmente― Siento que voy a vomitar... ¿Por qué esos rayones en la ventana me hacen sentir así? Es como si debieran recordarme algo, ¿pero qué?
En eso una imagen invadió su mente, era él, estaba acostado en su cama mirando hacia la entrada de la habitación, todo era oscuro y solo la luz anaranjada de la calle iluminaba un poco el cuarto, a su lado derecho en una silla parecía haber alguien durmiendo, no podía distinguir bien, pero sentía que era su madre y a los pies de su cama en la esquina más sombría podía ver dos ojos rojos que lo miraban fijamente.
Esa imagen se vio interrumpida con la alarma de su celular que anunciaba las 8 am, la hora de entrar a la escuela, Eric volvió en sí y decidió que sería mejor apurarse y llegar a la parada de buses, antes de irse sacó una foto con su Nokia para analizar la situación más tarde.
―¿Que habrá sido eso?, ¿un recuerdo tal vez? , ¿Un sueño que habré tenido? ¿Una parálisis? ¡¿SATAN?! Se lo contaré a mis padres, espero que no ande un loco suelto rayando ventanas, además tengo que mirar la foto y ver si significa algo, le preguntaré a Satán él sabe de estas cosas, ay que confuso llamarlo Satán, debería cambiarse el nombre.... ―. Pensaba mientras iba en el autobús echando miradas asesinas a quien hozase mirarlo por su particular forma de vestirse.
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Nota de Autor: Holi :3 . Espero que les haya gustado el capitulo, si creen que son muy largos los acorto, no hay problema.
Saludos(✿◠‿◠)
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Goffikos "Una historia de Vampiros"
VampirosLa tranquila vida del joven Eric cambia cuando empieza a ser acosado por un ser sobrenatural que pondrá patas arriba su cotidianeidad, además de alterar todo lo que él pensaba del mundo. El inicio de estos ataques coincide con la llegada a la escuel...