10|Marcando una línea

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Roy despertó por el sonido de su teléfono, una canción pop que Patrick le había descargado y nunca cambió a pesar de que le parecía detestable de tanto escucharla en todos lados. Levantó la cara de la almohada en el suelo y desorientado comenzó a buscar el origen el ruido. Tropezó un par de veces hasta que llegó a su mochila apoyada en una silla.

-¿Hola? -balbuceo con la voz ronca de un recién despertado.

¿Qué hora era? ¿Qué día era? No recordaba ni siquiera su nombre. Un calambre le subió por la espalda y tuvo que llevarse una mano al lugar para poder enderezarse. No dormía en el suelo desde que hacía pijamadas con sus amigos cuando tenía diez años.

-¿Donde estás?

-¿Quién es?

Apartó el aparato de su oído cuando un grito indignado le reventó los tímpanos.

-¡Una década de amistad fue arruinada por esa pregunta!

-Marck...

-Marck nada, deberías reconocer mi voz entre millones de voces. Me dueles amigo, creí que teníamos algo especial.

-A veces me pregunto; para que quiero un novio si te tengo a ti. Dramático y tóxico.

-¡Ey! No soy tóxico. Y conmigo no puedes follar. No es que no me parezcas atractivo, es decir, mi primera vez con un alfa no estaría mal si fueras tú, ya sabes... Todo se soluciona con lubricante y...

Roy se volvió a pasar las manos por la cara.

-Por el amor a Dios, cállate y dime para que me estás llamando tan temprano.

-¿Temprano? Son las ocho de la mañana y es miércoles. Te perdiste las dos primeras clases y creí que te habían secuestrado camino aquí. Mis contactos no llegan hasta el tráfico de personas... Creo.

-¿Qué? -Roy alejó su celular solo para verificar que lo que decía su amigo era verdad, también que tenía muchas llamadas perdidas de sus padres y hermanos -Carajo

Se pellizco la cara para eliminar todo el sueño restante. Tenía demasiado cansancio mental como para estar a mitad de semana. Aún debía sobrevivir tres días más para llegar al fin de semana y ya sentía que su cuerpo no podía más.

-Tio René me llamó, estaba preocupado porque no contestabas el teléfono ¿Dónde estás? ¿Me estás engañando con otro?

-¿Qué estás diciendo? No digas tonterías.

-¿Roy, ya estás despierto?

La voz somnolienta de Ren llegó junto al tintineo de una campana. Roy se giro para verlo emerger del pasillo rascándose un ojo con el gato naranja frotándose contra sus pies, parecía que también acababa de despertar. Tenía el cabello rizado hecho un lío y la ropa arrugada. El alfa tragó saliva al recordar el vergonzoso suceso de la noche anterior, Ren pareció pensar lo mismo porque sus mejillas llenas de pecas se sonrojaron con furia.

Los dos se miraron un segundo antes de desviar la mirada a otra parte.

-Voy... Desayuno... Es decir... -Ren tropezó con el Señor gato al intentar huir a la cocina -Ven cuando termines.

-Esta bien.

El omega volvió a desaparecer y Roy recordó que estaba al teléfono, sacudió la cabeza eliminando la imagen de su amigo recién levantado de la mente y se concentró en el otro tóxico.

-¿Marck? -la línea se quedó en silencio -¿Hola? ¿Estás ahí?

-Estas con alguien -la voz de su amigo fue un susurro bajo. Por supuesto que su super oído de chismoso había escuchado la voz de Ren-¡Estás con alguien! Oh Dios mío, mis plegarias fueron escuchadas.

RenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora