XIII. He's My Alpha...

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Sanha sales en cinco. –Sanha se miró en el espejo para ver si algo estaba mal con su maquillaje o su ropa, su maquillaje consistía en una sombra de color natural con brillos y un ligero delineado en el ojo, al ver que su alfa le gusta el negro decidió combinar un pantalón negro con una camisa blanca abotonada a la mitad con una camisa de transparencia blanca cubriendo sutilmente su piel, se puso la pulsera de cristal negro y su cabello perfectamente ordenado y colocó su tocado en el lado derecho.

Gracias Noona. –Le sonrió a Rosé.

Por cierto tienes un admirador. –Le entregó una caja con un montón de rosa blancas adornadas con un moño blanco.

Son hermosas. –Tomó la caja para olerlas. ¿Tiene tarjeta? –Preguntó mirando a Rosé quien asentía emocionada del hermoso detalle que tuvieron con su pequeño. Sanha vio el sobre en el moño...

Suerte.

Moon Bin.

Se abrazó de su ramo por última vez, para salir al escenario. Sentía la mirada de la gente, buscó disimuladamente a su alfa, ahí estaba vestido de negro con su fría expresión y mirada cálida, sonrió tímidamente para seguir su camino en dirección al piano. Presentó la partitura Sueño de amor de Franz Liszt para abrir su pequeño concierto.

Bin miraba con admiración y orgullo a Sanha, por no decir que esta embobado por la destreza y la facilidad de interpretación en las notas de la partitura, realmente estaba embelesado por el talento del joven. Para el alfa la belleza que desprendía Sanha era irreal, se veía precioso y sobre todo se sintió feliz de verlo con su tocado. Después interpretó una pieza de un conocido cantante coreano, Dreaming de Cho Kyuhyun. Y para finalizar cantaría una canción con guitarra. El telón se cerró y apareció con un banco y una guitarra en mano.

Quiero presentar esta canción que es muy conocida en el occidente fue escrita y cantada por Shawn Mendes, su nombre es Look Up At The Stars, está canción va dedicada a mi persona especial. –Explicó mirando al publico. Gracias por venir. –Bin frunció el ceño un poco molesto.

Entonces Sanha tiene enamorado. –Pensó Bin mientras ordenó un whisky doble.

Mira las estrellas

Son como obras de arte

Flotando sobre el suelo

Es viernes por la noche

Y todas las farolas dicen tu nombre

Siempre dicen tu nombre

Antes de que te vayas a casa,

debería decirte

que estoy tan contento de que hayas venido.

Sé que llegamos tarde.

Pero mira las estrellas

Son como obras de arte

Flotando sobre el suelo

Sabes que podríamos volar tan lejos

El universo es nuestro

No te defraudaré

Su numero terminó y todos aplaudieron, incluso Bin pero sin ganas, estaba un poco decaído porque el omega de sus sueños, su destinado estaba interesado en otra persona, se sentía triste. Por otro lado Sanha al ver la cara del alfa, no sabía si estaba molesto con él por la dedicatoria que le hizo o si no cantó lo suficientemente bien para cautivar a Bin, estaba nervioso por no saber que hacer.

El próximo número comenzó, era una linda omega de nombre Jennie, quién se encargaba de recitar poemas y cuentos, por muy raro que parezca era de los números más esperados por los alfas, les gustaba la voz oratoria de la omega. Sanha estaba a punto de acercase a Bin, quién ya llevaba su cuarto vaso para sumergirse en su dolor de un amor no correspondido.

¡No! ¡Suélteme! –Gritó la chica, mientras se resistía a lo jaloneos del alfa que intentaba llevársela. Bin se paró de golpe y saco su pistola, Sanha fue detrás de él. ¡Auxilio! –Desesperada comenzó a llorar.

Dos hombres se le fueron encima a Bin, mientras que él otro intentaba escapar con la omega. Pero, un disparó al brazo del alfa lo detuvo, Rosé había dado en el blanco, con sombrero y vestido se movía elegantemente para volver a disparar, pero esta vez en la pierna para evitar que escape.

¡Que te pasa loca! –Siseó de dolor.

Para la próxima, ¡Te volaré las bolas! –Dijo calmadamente, sin perder el glamour. Le hizo una señal a Jennie para que se fuera a refugiar con sus demás compañeros, mientras Bin derrotaba a los otros dos a patadas. ¡Bin, protege a Sanha! –Dijo al ver que más alfas se acercaron para atacarlos, al ver las armas, Rosé no dudo en disparar y darles oportunidad a Bin y a Sanha de que se protejan. Era un duelo de siete alfas contra dos alfas, era un alivio que ya habían matado a tres. Sanha estaba temblando del miedo, Bin lo llevo atrás de su espalda para cubrirlo, sin darse cuenta que uno de los malos estaba atrás de ellos.

EunWoo al ver esto escondido desde la barra a como pudo llegó hasta el lugar dónde se encontraba, afortunadamente Bin se dio cuenta a tiempo.

No te lo llevarás. –Tomó una botella de la mesa y se la reventó al tipo, ya que no tenia repuestos para su arma. Aprovechando Sanha corrió a los brazos de Bin, y este lo puso atrás de él ya que la pelea aun no terminaba. El bandido estaba un desorientado para disparar y Bin no desaprovechó para conseguirse el arma, forcejearon a golpes.

Hasta que un disparó se escuchó... Bin fue herido.

Mierda. –Dijo por lo bajo, ya que en la zona en la que fue herido se tardaría en sanar más rápido.

¡Bin! –Gritó horrorizado Sanha al ver la sagre en la mano de Bin.

EunWoo, llévate a Sanha lejos de aquí. –Le dijo a EunWoo, las cosas se podrán feas y no quiere que Sanha lo veo como un bárbaro.

No, yo me quiero quedar. –Se resistió ante la insistencia de su hermano, quién estaba asustado en medio de la pelea.

¡Ahora! –Utilizó su voz de mando para hacer que Sanha obedeciera. Con lágrimas en su rostro se fue con su hermano hacia el despacho. Miró a Rosé quién estaba peleando con dos a escopetazos porque se le había acabado las municiones y el no estaba mejor que digamos. La puerta se abrió dejando ver al chico de ropas blancas que los venía siguiendo con una pistola en cada mano y comenzó a tirotear a los bandidos, el alfa le dio un arma a Bin para darle fin al tiroteo. Solo dejaron a uno como su caja de respuestas.

¿Quién eres? –Dijo sin bajar la guardia.

Me presento, soy Yibo de la dinastía Wang... Y tu primo. –Su voz era gruesa y a la vez ligera, el joven tenía un ligero aroma a sándalo, como él, y eso solo significaba que era el sobrino de su madre.

¿Primo? –Reflexionó.

Si, larga historia. –Asintió, para después mirar a la herida de su primo. Por ahora hay que curarte. –Tomó por el hombro a su primo para guiarlo a la silla

¡Bin! –Sanha corrió hacia el alfa.

Estoy bien. –Dijo al ver preocupa al omega por su estado. De pronto todo se volvió negro.

¡Bin! ¡Despierta! Por favor, me dijiste que verías mi presentación. –Yibo lo recostó en el suelo, para comenzar a intervenir la herida.

Sanha. –EunWoo lo tomó para llevarlo de nuevo al despacho.

¡No! No pienso separarme de él. –Se soltó para regresar al lado de Bin, el omega no dejaba de llorar al ver que su alfa no abría sus ojos.

Sa... -Lo tomó por el hombro para darle confort.

¡Es mi alfa! –Contestó de golpe, deshaciendo su agarre.

Las Flores del Desierto | BINSANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora