"¿Quién es México?"

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Esa noche Rosa había caido pero si rendida en su cama y nada la podría hacer despertar por lo cual varias personas organizaron un pequeña reunión.

—¿Ya estamos todos?— preguntó Connor

—Ah... Creo que si...— dijo Itzmin

—¡Esta bien, guagua! ¿Traes el cuaderno?— preguntó Perú a la capital

—¡Ahuevo! Si no, no estariamos aqui— comentó mientras abría dicho cuaderno

Nuevamente una luz los devoró y aparecieron en la antigua ciudad. La gente iba de un lado para otro pues esperaban la llegada de sus "dioses"

"Días después de mi encuentro con aquel hombre mis padres decidieron invitar a que se quedasen en nuestra ciudad. Una parte de mi estaba en contra de aquello pero por otra parte quería ver a aquel joven con el que tanto he soñado"

—Ash... ¿Por qué rayos tengo que usar esto?— se quejó la menor

—Porque vamos a recibir a los dioses— su madre estaba acomodando su falda

—Aja...— se cruzo de brazos

—Cuauhtli te lo advierto, ni se te ocurra hacer una tontería por que si no ahora si no te la acabas niña y nada de armas ¿entendiste?— amenazo con su sandalia en mano.

—S-si...

Escucharon los galopes de los caballos y eso los alerto. En el horizonte se veían llegar a los supuestos dioses montados en extrañas criaturas.

—¿Y qué son esas criaturas...?— preguntó Teolth

—Ni... Idea...— respondió Kin a su hijo

Los extraños se detuvieron a la orilla del puente que unía a la ciudad con tierra.

—E-en serio construyeron su ciudad sobre un lago... es fabuloso— dijo impresionado España

—A mi me parece algo antinatural —comento Pedro de Alvarado

—Creo que te equivocas amigo, como dice Sebastián... ¡Esto es fabuloso!

Los extraños pasaron por uno de los hermosos puentes que conectaban a la ciudad y allí los divisaron. La temida familia águila.

"Y allí la vi nuevamente... Cuauhtli." Se escuchó decir a Sebastián

"Desde el día en que la conocí no he dejado de pensar en ella. Había algo en ella que la hacía diferente a todas las mujeres que había en mis tierras. No se si fueron sus ojos o su voz lo que me cautivaron pero estaba seguro de querer volver a verla y si era posible conocerla. Ya la había visto en sueños pero tenerla enfrente es mucho mejor"

Los europeos se pararon enfrente al tlatuani y a la familia imperial. Cortés se bajo de su caballo para saludarlos

—Es un gusto conoceros, me llamo Hernán Cortés y todos ellos son mi fiel tripulación —dijo con una reverencia

—El gusto es nuestro, mi señor. Ellos son la familia Cetzal, nuestros representantes —dijo el tlatuani señalando a Rosa y su familia

—Yo soy Imperio Mexica o también conocido como Kin Cetzal, ella es mi mujer I. Maya o Izel Cetzal. Y ellos son mis hijos Ollin, Mixtli y Teolth las culturas Purépechas, Mixtecas y Tlaxcaltecas y por último mi hija menor Cuauhtli Cetzal, gran Tenochtitlan y la siguiente representante.

—Pero miren que curioso, nosotros igual traemos a nuestra representación aunque bueno... Él es de igual forma nuestro heredero. Se llama Sebastián Alarcón y podría decirse que tienen la misma edad.