El jueves en la mañana me despierto con el tono personal de Darcy –súper freak– ante su insistencia. El frenético ritmo se filtra en mi cerebro, un grupo de elfos disco del infierno golpea mi cráneo con pequeñas picas.
Obligo mis ojos a abrirse con gran esfuerzo. La primera cosa que veo es YoonGi tendido hermosamente a través de las suaves sábanas blancas. Su ancho dorso blanco esta medio iluminado por el derrame de luz ámbar que se desliza a través de las cortinas. De nuevo con extremo esfuerzo, alejo mis ojos de la deliciosa vista y me las arreglo para localizar mi celular en la mesa de noche. Rodando hacia la pared, susurro en el teléfono.
—Más vale que sea bueno.
— ¿Dónde estuviste la noche pasada?—grita Darcy, cerca de cuatro decibeles más alto de lo que puedo soportar— ¿Por qué no te reuniste con nosotras después del ensayo? Aun medio dormida, me caigo de la cama, me arrastro por el suelo y me encierro en el pequeño Closet que YoonGi y yo compartimos.
—No sabía dónde encontrarlas.
El closet difícilmente parece seguro ahora. Puedo oírla decir algo a alguien más, luego —Chloe dice que eres una paranoica. ¿Josh dijo algo más sobre la otra noche?
—Sí.
— ¡Oh Mi Dios! ¿Qué dijo?
Froto mi frente.
—Tuve cuatro horas de sueño la noche pasada. ¿Crees que podrías dejar de gritarme?
Ella no me hace caso.
— ¡Dinos!
— ¡De acuerdo, de acuerdo!—Dios, las chicas son tan exigentes.
—Josh y sus amigos creen que soy todo un jugador ahora.
— ¿De verdad?—Le reporta a Chloe, luego vuelve a mí, riendo y sin aliento— ¡Eso es muy valioso! ¿Cómo está funcionando el vello facial?
Toco mi mejilla. Hmm, no estoy segura que la nadada de la otra noche le hiciera a mi barba algún favor.
—De hecho pregúntale a Chloe como retocarlas si…
De repente la puerta se abre y la luz se derrama dentro. Miro a YoonGi, quien mira hacia abajo con una sonrisa un poco desconcertada. Rápidamente toso y fuerzo mi voz a un registro más masculino.
—Veré que hacer.
Darcy se detiene un segundo, luego estalla en una risa maniaca.
—Te estás volviendo muy buena en esto.
—Sí, no puedo hablar ahora. Te veo después. —Termino la llamada y me levanto, encorvándome para que mis senos no se noten en mi enorme camiseta. Estaba haciendo demasiado calor anoche para usar una sudadera.
—Buenos días.
— ¿Qué diablos estás haciendo en el closet?
Me encogí de hombros.
—No quería despertarte.
Está usando solo sus bóxers de nuevo. Puedo distinguir los grabados sutiles del patrón de la almohada en su cara. De alguna manera lo hace lucir más sexy. Mientras paso al lado de él mi brazo accidentalmente roza el suyo; chispas de electricidad corren por mi piel. Pretendo no notarlo y sigo caminando, aunque quiero desesperadamente buscar señales en su rostro de que él también lo sintió.
—Estoy despierto. —Creo que puedo detectar una ligera ronquera en su voz. ¿Lo sentirá? –esta vibrante energía entre nosotros– si es así, ¿qué lo hace eso? Si él está atraído hacia mí como Nat, ¿eso lo hace Gay? Dios, todo el asunto es tan confuso. Mi atontado y pre-cafeínado cerebro se esfuerza por mantener el ritmo.
— ¿Todo bien?—pregunta.
—Sí.
— ¿Te estás reportando a la nave nodriza?
—Sólo una chica que conozco.
El levanta las cejas.
— ¿Debo decirle a SeongMi que estas tomado?
—Es una amiga.
—Uh-huh. ¿Así que no estás planeando “tocar ese trasero” como tú dices?
Me encojo de hombros.
—No en el futuro inmediato, de todos modos.
Él sonríe, luego se detiene abruptamente. Se acerca a mi cara, inclinándose levemente. Estoy superada por la autoconciencia de mi aliento por la mañana.
Dios Mío ¿Va a besarme? ¿Esto de verdad está pasando? Su mano se mueve en cámara lenta hacia mi mejilla. Sus dedos se extienden flotando cerca, una mirada de concentración en sus ojos. Lamo mis labios con la esperanza de que estén húmedos y besables, mis ojos se cierran, hago un puchero, mi corazón está palpitando…
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Chica en chicolandía (Suga BTS) [LIBRO ADAPTADO]
Fanfic¿Serías tan valiente cómo para meterte en el terreno del enemigo?