Eres mía (Pausada)

3. Pícara

Comenzó a abrir los ojos, pero los sintió tan pesados que los volvió a  cerrar, podía jurar que se había vuelto a dormir, pero inmediatamente se volvió a despertar, seguía sintiendo los párpados pesados, así que esa acción de dormir despertar se repitió durante algunos minutos. Hasta que, recordó lo de la noche anterior, y lo peor aún, que todo aquello lo había vivido mientras manejaba en sus recuerdos. ¿podía algún día dejar de mentirse? Ella no amaba a Eren, y como una pareja amorosa nunca lo haría. Pero, con el tiempo podía amarlo, ¿verdad? Compartirían muchas noches después de su boda, compartirían toda una vida, podría llegar a amarlo, podría olvidar a Jean. ¿podría llegar a amar con esa intensidad con la que amo, con la que ama a Jean, podría ver de esa manera a Eren? ¿podría ella olvidar a Jean?

Se sentó sobre su cama, tapándose el cuerpo con sus sábanas, y comenzó a buscar las pocas prendas que usaba la noche anterior, y que habían quedado olvidadas en algún lugar de la habitación. Las encontró, se colocó las bragas y su sostén, ambas de color negro, y encima se colocó su bata blanca, de seda y fina.

Se vio al espejo, su cabello estaba totalmente revuelto, siendo testigo y víctima de la noche anterior. Esa imagen, que en las mañanas compartidas junto a Jean también veía, pero ahora, ella se sentía pésimo, no llena de alegría y energía como despertaba esos días en el pasado. Ella amaba a Jean con la misma intesidad con la que brillaban mil soles, solo necesitaba reconocerlo, reconocer que estaba arrepentida de haber entregado algo a alguien a quien no amaba, y que cada paso que con Eren daba, de lo único que debía de convencerse era de que lo amaba. Y no, ella no lo amaba.

Se acomodó sus mechones, y se dispuso a salir de la habitación, estuvo en la puerta unos segundos, intentando girar el manubrio de manera lenta y sigilosa, lo logró, asomó  su cabeza para asegurarse de que ninguna del personal del lugar estuviera cerca. Todo limpio, salio corriendo de puntitas a su habitación, que irónicamente quedaba justo al frente, 2 metros al frente.

-Son las once de la mañana, casi doce- La castaña se encontraba acostada en la cama de Mikasa, estaba usando su celular, viendo algunos vídeos de quien sabe que.- Tu Internet está lento hoy- se volteó ahora quedando boca abajo

-¿¡Sasha!?- Reaccionó tiempo después

-Se suponía que hoy yo te arreglaría para tu boda. ¿no?, como es eso que se canceló a última hora?- Se sentó en la cama, olvidando su celular en el proceso- ¿tiene que ver con Jean?

Mikasa frunció el ceño, haciéndose la enojada, gritaría a los cuatro vientos que ella no era nadie para que... ¿para que? Sus pensamientos fueron inerrumpidos por las tantas veces que Sasha le brindo su hombro para que ella llorará, Sasha tenía el derecho de juzgarla, además, era una simple pregunta

-No, Eren debía confirmar unos negocios en la empresa...- Dijo sentándose a su lado

-¿Y sobre Jean..?- Sasha, quería saber todo eso que Mikasa se estaba guardando desde que la fue a buscar al mirador de Shingashina, donde ella era una débil presa para cualquier depredador que gracias a dios en ese momento no encontró, si era fuerte y le había pateado el trasero a muchos, pero en ese momento estaba débil y vulnerable.- Sobre el pasado, cuéntame todo.- Fue directo al punto, si quería saberlo todo, debía ser directa, sin darle la oportunidad a Mikasa de que cambiará de tema o escapará de la situación

-No hay mucho que contar, fuimos novios durante cuatro años, a escondidas, el tenia miedo de su padre, y luego.. terminó cediendo a salir con la niña de papi esa- Su última frase fue con desprecio, se sentó en la cama a junto a Sasha

-El.. el corrió detrás de ti ese día. No quiero justificarlo, pero sabes que yo también soy amiga de Jean. Perdóname. Yo fui quien le dijo que hoy era tu boda. Perdóname, es por mi que el sabia que estabas en esa discoteca ayer. Perdón...- Suspiró, haciendo una pausa, Mikasa se sobresaltó- Pero también soy testigo de las muchas veces de que el también lloró  por tu culpa- La miró y le señaló, Mikasa puso cara de no saber nada- Si, señorita, tu culpa. El quiso explicarte muchas veces que aquello solo fue una cita forzada por sus padres y los de la niñata esa, como tu la llamas. Y que el beso, fue uno que ella se robó, y que tu- Le puso el dedo en el pecho de Mikasa- Solo llegaste en el momento oportuno para verlo

-Solo lo excusas

-No, no lo estoy excusando. Son cosas que yo vi, así como también veo que tu no amas a Eren. Por que si no, lo que te estoy diciendo no te acorralaría contra el llanto, mírate,  estas a punto de soltarte a llorar como  un bebé cuando una mamá no le da comida. Así, a chorros- Mikasa apartó la vista.- ¿aún amas a Jean?- Sasha, aunque conocía la respuesta, quería que Mikasa lo reconociera, no ante Sasha, ante ella misma.

-Si.. ¡Osea no!.. pero..- No soportó más, se soltó a llorar, Sasha como tantas veces, solo la abrazó, ni siquiera le dijo que todo estaba bien, por que no lo estaba, se casaría mínimo en una semana, y no con la persona que amaba, y simplemente por que fue terca y no quiso escuchar el motivo de los actos de su amado. Y ya era tarde, Jean cedió a rogar hace mucho,a lo que se dedicaría ahora, eran a las acciones, como en el pasado, pero ahora más fuertes, antes quería solo el perdón de Mikasa, pero, lo que realmente quería, era tan solo volver a ver sus ojos negros llenos de amor para el, sentir sus caricias, sus palabras al oído, o tal solo estar cerca de ella, y si era posible, volver a compartir esas noches de pasión, donde se entregaban lo mejor del otro debajo de las sábanas.

-Me puedes mentir a mi, pero no a ti misma, tienes.. ¿cuando se renovarán tus planes de boda?- Preguntó Sasha

-Una semana....

-Tienes una semana para aclarar tus ideas y luego salir corriendo a brazos de Jean, tienes 20 años, y aun estas estudiando, tienes un trabajo estable, en el que ganas lo suficiente para mantenerte, pagar tus estudios y necesidades, si tus papás no te aceptan en casa, yo te acepto en la mía. Pero por favor, no te cases sin amor. Si no quieres volver con Jean, están bien, eso está bien. Pero casarte sin amar a alguien y engañarlo, y engañarte a ti misma no está bien.

Finalizó, un seguía abrazando a Mikasa, ella le que antes eran sollozos ahora era un llanto incontenible. Había llorado mucho antes, pero eso solo demostraba que se podía suprimir, por que pronto estallará a montones.

-Ve a bañarte... hueles a pescado muerto...- Se separó de Sasha, conteniendo una risita

-¿Como llegaste hasta mi cuarto?- Mikasa se limpió la cara con las mangas de su bata. Aun se notaba su voz entre cortada y rota.

-Oh, sobre eso, les dije que venía arreglar a la novia, me dijeron que se retrasaron los planes de boda, pero que podía entrar a tu habitación,  que de todas maneras yo era de confianza, pero pronto me di cuenta que no estabas aquí, y te espere. Y fin.

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