Eres mía (Pausada)

4. Infidelidad

El sol veraniego era algo que no estaba acostumbrada a ver todos los días. No desde que se mudo con Eren, y las empleadas de la casa hacían todo por ella, pero ese día, tenia una sorpresa para Eren. Tres días habían pasado desde qjue Sasha llegó y se fue de su casa. Eren la había citado en el hotel en el que se hospedaba para retomar los planes de boda. Si, retomar. A decir verdad, el viaje estaba programado para el anochecer del día siguiente, pero sus planes eran sorprenderlo, darse cuenta de que lo amaba, retomar sus planes de boda, casarse y vivir felices para siempre, no podría ser tan difícil ¿verdad?

El sol estaba potente, pero unos lentes de sol opacaban aquel brillo que le chocaba.

Eran las doce del mediodía,  el sol brillaba en su punto más alto, tomó un taxi,  y montó su pequeña maleta en la que llevaba solo lo necesario para dos días.

Fue llevada a aquel hotel donde se suponía estaba Eren, al frente de aquel edificio por el taxista fue dejada, se despidió amable de el luego de bajar su maleta, y el repitió la acción.

-Buenos días- Le dijo a la recepcionista

-Buenos días, señorita, ¿en que puedo ayudarle?

-La habitación de Eren Jaegar

-¿Es usted Mikasa Ackerman o Historia Reiss?- La recepcionista la miro con curiosidad. Mikasa medito aquellas palabras, si buen estaba, Historia Reiss era la secretaria del mejor amigo de Eren, ¿que tendría que hacer ella en la habitación de Eren?

-Mikasa Ackerman- Dijo raído para no levantar sospechas ante aquella curiosa.

-Permitame su identificación.

Mikasa de su cartera saco si carnet de identificación y se lo entregó a la muchacha. Pronto ella confirmo aquel dato y le dejó pasar, le dio una llave al verificar que se encargaba de la prometida del señor, y que la habitación estaba al nombre de ambos.

Se dirigió al ascensor, con su maleta y su bolsa en mano, el piso dos, realmente no debía esperar mucho. Debía buscar la habitación 5B. Se adentro en el pasillo, y pronto encontró la puerta que la llevaba a su habitación. Se detuvo en seco cuando iba a tocar la puerta, se escuchaban jadeos, gemidos y aplauso al otro lado de la puerta. ¿abrir o no abrir? ¿tocar o no tocar?

Levantó su vista para verificar el numero de la puerta, esperanzada de que se había equivocado. El numero estaba perfecto. 5B. Vio la llave para ver si el número de habitación estaba bien, o ella había escuchado mal, se alivio de solo pensar que ella había escucha mal, pero aquella mala sensación volvió cuando, en efecto la llave llevaba el numero de 5B, y en la etiqueta decía Eren Jaegar & Mikasa Ackerman.

Tocó el timbre, pero tal parecía que al otro lado de la puerta la pasión era mucha,  se armó de coraje y abrió la puerta, encontrándose con esa imagen que tanto le asustaba encontrar. La Señorita Reiss en una posición extravagante y Eren jalandole de esa rubia cabellera, mientras que su miembro reproductor masculino estaba dentro del del la chica, dando fueres embestidas a la chica, estaban tan sumidos en lo suyo, que ni se habían dado cuenta de la presencia de la chica.

-¡Felicidades Eren Jaegar!- Hizo unos aplausos sarcásticos y con un tono de voz claramente enojada, llamando, por fin,  la atención del castaño y la rubia- ¡Acabas de firmar tu divorcio y sin habernos casado aún!

-¡No es lo que parece!- Gritó Eren al ver a la pelinegra frente a ellos, irónicamente sin sacar su miembro de la apertura de la chica

-¿y que es entonces Eren?

-Es...

-Papinicolau- Dijo la rubia, sonrojada y despeinada

-¡Par de idiotas!- Solté un suspiro y se dispuso a salir de la habitación, sus maletas seguían en la puerta salio, no sin antes ver como Eren intentaba darle una explicación mientras se vestía.

Bajo el ascensor, Eren se fue por las escaleras al ver que Mikasa, claramente y con toda la razón, no lo esperaría. Llegó a la recepción antes que Mikasa,  descalzo, sin faja, y con la camisa a medio botonar, su cabello desarreglado, agitado y sudoroso.

-¿Mikasa Ackerman ya se fue?- Pregunto a la recepcionista

-Allá viene- Dijo señalando detrás de Eren

-Mikasa, mi amor, mi vida, mi cielo, mar y tierra. Luz de mi ojos, amor de vida... ¿sabes cuanto te amo, mi amor?- Dijo mientras se colocaba adelante de la chica, evitando el paso, Mikasa simplemente lo ignoro,  su semblante era neutral, como si no viera, como si el no existiera

-Aquí están las llaves de la habitación- Se dirigió a la recepción- Eren Jaegar cubre todos los gastos del hospedaje

-¡Mikasa! ¡esto es injusto!

-¿quieres que pague la mitad de la cuenta?- Saco la cartera de su bolso, seguido de tarjeta

-Noo..-

-¿Toda la cuenta?- Entrego la tarjeta a la recepcionista- Dinero de sobra tengo, si es lo que insinuas

-¡Me refiero a que no puedes dejarme!, nos casaremos pronto

-Nos íbamos a casar pronto- Corrigió- Creo que con eso dijo que el cubre los gastos- Se  dirigió ahora a la recepcionista que los miraba espectantes, curiosa y sin querer entrometerse en la discusión. Solo asintió a lo dicho por la chica.

-¿Que haré sin ti, Mikasa?- dijo poniéndose de rodillas ante la pelinegra

-En primer lugar, ve a terminar tu papanicolau. Y en segundo, solo no te suicides, cariño.

Mikasa se fue del lugar, mientras Eren le reclamaba a la recepcionista del por qué la había dejado entrar, pero, ella tenía todas las de ganar, Eren claramente había dicho que cuando llegará su prometida la dejarán pasar, registró el cuarto a nombre de los dos. El problema de la infidelidad era suyo. No tenía nada que ver con ellas.

Frustrado volvió a su habitación, encontrándose con una Historia dormida sobre la cama, ni siquiera se había vestido, ni siquiera tuvo la delicadeza de al menos vestirse, y si hubiese arreglado las cosas con Mikasa y hubiese vuelto con ella al cuarto, ¿que hubiese echo ella?

Se sentó en la cama, pronto se acostó, la situación no tenía solución, pronto se recostó, durmiendose a lado de ella.

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-¿Levi?

-Dime

-¿Aun estas en Trost?

-Si, ¿que ocupas?

-¿Puedo quedarme hoy contigo? Los detalles te los cuento luego

-Vale... vale, pero... ¡HANGE DEVUÉLVEME EL CELUL// ¡Hola Mikasa! Con gusto puedes venir, te esperaremos y también quiero saber, ¡saludos hermosa!, ¡y felicidades por la boda!- Se cortó la llamada

No pudo sino sentirse frustrada, y de inmediato llamó a Sasha para contarle toda la situación, pero, al ver la hora recordó que ella era la única que estaba de vacaciones, había pedido un mes para la boda y luna de miel, a esa hora Sasha estaba trabajando. ¿y quien era el para interrumpir su horario laboral? Tal ves Sasha con gusto le contestaría y escucharía,  pero no quería que a la castaña la tacharan de irresponsable por que ella se siente frustrada y ya.

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Nota: Capítulo corto por bloqueo mental. ¡Esperen el próximo capítulo!

Realmente iba a ser con Annie, ya que no le voy al Erenhisu, pero, si le voy al Aruannie

¡Gracias por leer!