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- Los Cullen.

El ruido del timbre sonar hizo que brincara sobre mi puesto, observe aun adormilada el salón y como el profesor culminaba su clase

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El ruido del timbre sonar hizo que brincara sobre mi puesto, observe aun adormilada el salón y como el profesor culminaba su clase. Todos fueron recogiendo e imite su acción, dándome cuanta que yo ni un lápiz había sacado.

Rasque la esquina de mi ojo y salí del salón cuando la mayoría lo hizo, Bella me esperaba fuera de este, tome su mano y la arrastre hasta el lugar donde recordaba haber visto el baño.

— ¿Qué tal tu clase?—pregunte, saque los artículos de aseo que siempre llevaba en el bolso, me saque la chaqueta y enjabone mi cara. Bella comenzó a relatarme su día, y como compartía clase con Erick, quien nos esperaba fuera del baño— No lo note.

— Lo imagino, con esa cara con la que saliste, no me tienes que decir cómo te fue.

Sonreí y termine de lavarme.

Bella abrió la puerta y salimos encontrándonos con Erick que hablaba con una chica de rasgos asiáticos.

Podrían ser hermanos.

— Chicas, ella es Ángela.

— Hola.

— Hola—al igual que la última vez, Bella y yo respondimos al mismo tiempo, solo que una con más energía que la otra.

» Bien... —alargue las palabras, enrosque mi brazo junto al de Bella y pase por el lado de Ángela repitiendo la misma acción— Vayamos a comer, muero de hambre.

Todos reímos y caminamos varios bloques hasta llegar al de la cafetería. Llegamos al lugar y las miradas fueron a nosotras, Bella parecía estar incomoda pero yo había dejado la vergüenza varias horas atrás.

— De acuerdo chicas, iré a apartar nuestra mesa—dijo Erick, nos despedimos de él y formamos fila para pedir nuestra comida.

— Bien, Ángela ¿Qué pedirás para comer? —pregunte, había sido el primer tema de conversación que se me ocurrió.

— Quizás, un sándwich y una ensalada—respondió simple, la fila avanzó y Ángela camino delante nuestro.

— ¿Y tú que pedirás Isabella?—rodó los ojos cuando escucho su nombre, solté una risita. Mire sobre el hombro de Bella que estaba tras de mí y divise la cabellera rubia de Mike acercándose a nosotras.

— ¡Hey chicas!—saludó— Veo que conocieron a Ángela—la nombrada alzó la mano en señal de saludo. Al igual que Ángela salude con un gesto y me volteé ignorándolo, dejando a la pobre Bella escuchándolo.

— Me adelantare a la mesa—informó Ángela y asentí sonriendo.

— Bien... —pase al mostrador— Quiero una manzana y un jugo—pedí y la cocinera me sonrió. Tome lo pedido sin necesidad de usar una bandeja y camine hacia la mesa donde estaba Ángela y Erick, junto a la compañía de Jessica.

Destino o casualidad |Emmet Cullen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora