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- Instituto Forks.

— ¡Dio, despierta!—el aporreo en la puerta provocaron que despertara, quite la sabana con la que estaba cubierta y mire enfurecida la puerta

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— ¡Dio, despierta!—el aporreo en la puerta provocaron que despertara, quite la sabana con la que estaba cubierta y mire enfurecida la puerta.

— ¡Ya escuche!—grite de vuelta para que Isabella se marchase.

Baje de la cama y mire la hora en el reloj electrónico sobre la pequeña mesa de noche, 7:15.

¡¿7:15?!

Solté un gruñido, agarre la toalla que colgaba sobre el perchero de la puerta y salí en dirección al baño. La habitación de Bella que esta frente a la mía tenía la puerta abierta, dejándome ver como se movía para todos lados buscando sus útiles, notó que estaba frente a su puerta adormilada y gritó.

— ¡Anda a bañarte, Dione!—di media vuelta y entre al baño tirando la puerta para que se enterase de mi furia— ¡No tires la puerta!

15 minutos después estaba lista frente al espejo, me sentía orgullosa del atuendo que había escogido, llevaba un vestido lila con floreado que traía un pequeño escote en V de frente, junto unas media pants y unos tacones negros que solía usar con frecuencia.

Abrí el armario y descolgué la gran chaqueta de completaría mi vestuario, una chaqueta de Jean negro calentita por dentro y lo suficientemente grande para que me arrope toda.

Tome la mochila que había organizado el día anterior y baje al comedor, donde una Bella comía su cereal a toda velocidad, mire el reloj en mi muñeca 7:30.

Aún estamos a tiempo.

Me encogí de hombros y entre a la cocina, papá estaba frente a la estufa haciendo café e inconscientemente arrugue la nariz, odiaba el olor a café.

— Creí que ya habías pasado esa etapa de odiar el café—papá rio, bebió su café y me miró, digo, me analizo.

Dio un paso atrás para observar mejor lo que traía, una mueca de desapropiación apareció en su rostro, rodé los ojos irritada y pase por su lado para tomar el cereal y comer.

— Dione—lo ignore— ¿Qué llevas puesto?—escuche como Bella se atragantaba y comenzaba a toser con agresividad, papá se acercó a ella preocupado.

Tome mi taza y comencé a comer mirando hacia la ventana del comedor que daba al patio.


Isabella pov.

En cuanto Charlie dijo aquello comencé a toser con agresividad, posiblemente para tener su atención a lo que le diría y porque en verdad no esperaba que le dijese aquello a Dio.

— ¿Estas bien, Bella?—Charlie preguntó preocupado, me tendió un vaso de agua que tome en seguida.

Después de haberme calmado, hable—: Dio odia que critiquen lo que usa, por favor, no lo hagas—suplique, anteriormente habíamos tenido problemas con Dio por ello, sin embargo con el paso del tiempo mamá y Phil dejaron de insistir.

Destino o casualidad |Emmet Cullen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora