Cuatro

5.5K 628 1.3K
                                    

Primero, Louis le pide permiso para fotografiar la estancia. A medida que captura los muebles, las prendas, los utensilios y todo lo que llama su atención, le pregunta a Harry cómo los hizo, qué material utilizó, cuánto tiempo le tomó hacerlos, y, como no es capaz de memorizarlo todo, tiene que acudir a su pequeña grabadora, con el permiso de Harry por supuesto, para poder vaciar los detalles después, cuando volviese a casa, a un documento de Word.

Harry le explica con palabras sencillas, sin tecnicismos que no sería capaz de entender sin un diccionario, lo cual agradece. Su parte favorita es cuando Harry le explica el proceso de la confección de sus abrigos de pieles. Le explica a Louis desde el inicio, cuando se prepara para cazar, cuando sus perros le ayudan a capturar a las presas o cuando tiene que recurrir a sus rifles.

Harry le confiesa que le encanta fabricar prendas, incluso modela para Louis en uno de sus tantos abrigos, uno de color café cobrizo, con un gorro tipo ushanka del mismo color.

Louis toma, sin exagerar, unas cincuenta fotos en ese momento. Le pide a Harry que se acerque a la chimenea, luego, no, no, mejor siéntate en el sillón, con las piernas abiertas, inclínate hacia adelante, ahora súbelas.

Le parece fascinante el talento natural que tiene, posa con facilidad, lanza miradas en el momento justo y se ve atractivo desde cualquier ángulo. Parece un modelo profesional en una campaña de modas. Gucci, Versace, Dolce & Gabbana, no habría diferencia.

Pasan horas y así se les va el día. Platicando, escuchando, tomando fotos, riendo y para cuando deciden tomarse un descanso ya es tarde y tienen hambre otra vez, así que Harry prepara avena acompañada de fruta deshidratada y más té de canela.

Luego Harry sale a alimentar a los perros nuevamente mientras que Louis usa la litera. La nieve sigue cayendo con ganas pero ahora ya no le preocupa tanto regresar a Yarikke. Se siente tranquilo con Harry.

Toma fotos de los perros, y mientras lo hace el ojiverde le dice sus nombres: Venus, Júpiter, Saturno, Ares, Apolo, Artemisa, Ganimedes, Calisto, Peonía, Rayo, Copo y Kiwi. Todos son husky siberianos.

También le cuenta algunas anécdotas y como una vez habían salido a pescar a un lago, cuya superficie estaba congelada, hasta que el hielo se rompió bajo el peso de Peonía y la perra terminó hundiéndose en el agua. Harry no dudó en saltar detrás de ella y devolverla a la superficie sana y salva.

Cuando los perros terminan de comer, el ojiverde les ordena que lo sigan y, una vez afuera, en medio de la nieve que cae del cielo, con los doce animales rodeando a Harry por adelante, atrás y a sus costados, la cámara hace click, click, click.

En una de las fotos, el rizado está de pie y observa fijamente hacia la lente, con su abrigo café y su gorro pintándose de copos blancos. La mitad de los perros están sentados, y los demás están a cuatro patas volteando a los alrededores, pegados a su amo. Es una imagen poderosa.

Para cuando la noche cae, la nieve lo hace también, pero con mucha mayor fuerza. Se encuentran sentados en la cama de Harry revisando las fotografías que capturó Louis en su cámara. Se pasan un buen rato seleccionando las favoritas y, para pena del ojiazul, descartando las que Harry desaprueba. No me gusta mi cara en esta. Ahí parece que estoy drogado, no. Esta tampoco.

Al terminar su inspección, ya está bien entrada la noche y Louis deja la cámara sobre la mesa, soltando un bostezo en el proceso.

"Gracias por dejarme tomar las fotos, Harry. No tienes idea de lo mucho que significa para mí," le dice sinceramente, sonriéndole de pie al costado de la cama.

El ojiverde le regresa la sonrisa y Louis se percata de algo que su barba oculta casi por completo; Harry tiene hoyuelos. Se le queda viendo a la boca por demasiado tiempo, hasta que Harry se levanta de la cama y queda frente a Louis.

La Taiga - LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora