Diez

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Nota: Esta es la parte final de la historia. Gracias a todos por las 1k de lecturas y por apoyar con sus votos y comentarios <3 

Cuando Harry ve a Gemma se le llenan los ojos de lágrimas. No se da cuenta de cuándo deja caer al suelo sus maletas, pero lo hace para poder envolver sus brazos alrededor de su hermana. Ella le dice lo mucho que lo ha extrañado en medio de sollozos y él está demasiado abrumado como para formular palabras claras.

Harry después nota a Michael detrás de ella cargando a la pequeña Annelie en sus brazos, que solamente había visto en fotografías que Gemma le enviaba en sus cartas. Luego nota el montón de cámaras que se aglomeran alrededor y a un par de reporteros enfocados en ellos.

Responden algunas preguntas por cortesía. Harry les da las gracias a todos por el apoyo que recibió y luego es Gemma quien gentilmente anuncia que van a irse a casa, pues Harry está demasiado agotado por el viaje.

Durante el camino a casa no dejan de platicar mientras Michael conduce. Harry va en el asiento trasero junto a Annelie, esperando no asustarla con las lágrimas involuntarias que se le salen al ver que la niña se parece demasiado a Gemma, y por ende a su madre Anne.

Cuando llegan, Michael recalienta la cena que habían preparado especialmente para él, y mientras comen, Gemma le cuenta sobre lo increíble que han sido las últimas semanas desde que su historia salió en la revista.

Resulta que Louis le contó a Niall todo acerca de su plan una vez que regresó a Nueva York y fue el rubio quien se encargó de comunicar al fotógrafo con ella. Aunque Louis ya tenía el consentimiento de Harry, quiso asegurarse de que ella también estuviera de acuerdo con la historia narrada y tener su aprobación antes de hacer la publicación oficial.

Le cuenta sobre la enorme controversia que causó la anécdota y como Louis se encargó básicamente de sacarle el máximo provecho para conseguir la ayuda financiera que necesitaban, el transporte y demás.

Harry se da cuenta entonces de que necesita agradecerle a Louis, quiere hablar con él de inmediato, pero Gemma le dice que sería mejor si espera al día siguiente, lo cual tiene sentido, pues son pasadas las 00:00 y no solamente está exhausto, sino que probablemente Louis ya estaría dormido, así que le hace caso.

Al día siguiente se despierta y le toma varios segundos recordar que ya no se encuentra en su pequeña cabaña, que afuera no hay nieve ni están sus doce cachorros esperándolo para ser alimentados, sino que ahora se encuentra en casa de su hermana en un país diferente, y sus perros están bajo el cuidado de Niall y su familia.

Voltea a ver el reloj de la pared, percatándose de que durmió casi 12 horas, pues faltan 30 minutos para que sea mediodía. Se talla los ojos y suelta un bostezo. Se siente cálido, no solamente por el notable cambio de clima, sino porque sabe que está con su familia, que es amado y, lo más importante, porque es libre de amar.

Con aquello en mente, se acuerda entonces de aquel par de ojos celestes como el cielo y se levanta de inmediato de la cama. "Louis..." Necesita hablar con Louis.

Se viste rápidamente con unos pantalones deportivos y una camisa delgada que Michael dejó a su disposición mientras consigue ropa nueva. Se lava los dientes y baja apresurado a la sala donde están Annelie dormida y Gemma a su lado, mientras ésta teje lo que parece ser un cárdigan de lana.

"Buenos días," lo saluda alegremente Gemma. "¿Dormiste bien? ¿tienes hambre?"

Harry se sienta en el sillón de enfrente y le sonríe. "Buenos días, dormí muy bien, gracias. Quería... necesito hablar con Louis," le dice sin querer revelar cuan desesperado está en realidad por escuchar su voz por fin.

La Taiga - LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora