Noche 2

400 36 0
                                    

Esta noche, no habia luz de luna, pero si muchos papeles que firmar. Erwin se lamento el saber que la disponibilidad de su tiempo se reducian a muy pocas opciones.

Repaso con la mirada limpia la tinta con la que debía trabajar esa noche, se sentía mas pesado que de costumbre, lo cual seria un enorme problema en caso de que suceda algo de que lamentarse, pero a pesar de eso sus manos se movian como si fueran danzantes por encima del papel, trazando las letras y las palabras con la caligrafía casi perfecta.

El clima era fresco y el sonido de algunos arboles siendo mecidos por el viento se colo por entre las cortinas.

¿A Levi se le dificultaría dormir con ese ruido? Tal vez su enorme carga de trabajo le ayudaría a distraerse un rato y evitar llegar en un momento inoportuno, pues los dias últimamente parecían mas estresantes que de costumbre, algo que probablemente afectaría el sueño del pelinegro debido a los malos sentimientos.

Los cadetes no se salvaban tampoco de la mala vibra que ultimamente rondaba en el cuartel y Erwin estaba perdiendo el enorme control que tenia sobre sus tropas. Ser el comandante jamas fue una tarea sencilla, el poder de convencimiento y motivación de Erwin no funcionaba siempre. Muchas veces, en pequeños, cortos instantes de su vida, deseaba no tener que necesitarlo nunca mas, ¿Pero como podría entonces sobrevivir?

Casi en un abrir y cerrar de ojos, el comandante vio como los papeles se reducian a la mitad, no tardaría demasiado y podría dejar tranquilamente sus demás deberes para poco despues de haberse levantado al día siguiente, eso le permitiría llegar donde Levi una noche más.

Aunque muchos de sus cadetes o amigos - incluída Hanji - dirian que no es muy factible ni mucho menos romantico ver a tu amante dormir. A el no le molestaba hacerlo.

La primera vez que lo hizo, se sintio feliz, aun más que cuando se enamoro de Isabela y mucho mas afortunado que cuando volvía en una sola pieza de sus misiones. El sentimiento tan regocijante tenia mucho mas poder que el de sentirse culpable, por que Erwin sabia perfectamente que una persona en sus plenas capacidades mentales no le gustaria que lo observaran durmiendo.

A Levi no le gustaría saberlo.

Pero el tampoco planeaba decirle.

Tomo entre sus manos una taza de cafe sin azúcar y una hogaza de pan; tal vez tardaría a unos 15 minutos en acabar su merienda, pero no importaba mientras le ayudara a relajarse, su plan era tener su mente despejada y lo suficientemente tranquila para dedicarse unos minutos a solas con Levi.

Poco despues, y casi sin caer en cuenta de donde estaba, una puerta de madera se alzo frente suyo. La abrió lentamente y asomo su cabeza poco a poco a través del marco. En su rostro se plasmó una sonrisa pequeña y sus botas ya no resonaron mas sobre el suelo, pues sin prisa se aseguraba de no despertar al pelinegro.

Aún a pesar de que juró haber visto los ojos de Levi abiertos.

Insomnio || EruriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora