Llegué al edificio en unos pocos minutos, alcé la vista y pude ver la ventana de nuestra habitación encendida lo que me hicieron pensar en Sam. Al estar frente a la puerta toqué ligeramente, Sam abrió con el cepillo de dientes en la boca.
—¿Dónde estabas?.— dijo sorprendida.
—Es una larga historia, te la contaré mañana. Necesito dormir.— dije ingresando con pesadez.
—¿Dormir? ¿Que estuviste haciendo? Yo soy la que debería de dormir.— comentó Sam, de cierta manera tenía razón.
—Caminé mucho y con este clima es casi imposible mantener la mirada al frente. Prometo decírtelo todo mañana.— entré al baño para colocarme mi pijama.
Al salir mi celular estaba encendido, Sam se limitaba a escribir con suma atención en su laptop; viendo mi cama sabía que al recostarme me quedaría completamente dormido. Revise mi celular antes de desmayarme con la idea de que fuese mi mamá pero no se trataba de ella, era Hangyul.
"Abrigate bien con mi chamarra, si me quieres agradecer puedes comprarme un café y salir conmigo mañana al anochecer.
Linda noche".
Miré al techo pensativo por su actitud de Hangyul conmigo, no estaba seguro de lo que significaba, podía ser una persona afectiva o en dado caso se comportaba así con los extranjeros que llegaba a conocer; no creía que fuese otro motivo o incrédula mente lo estaba ignorando, de cualquier manera quería aceptar para devolverle su chamarra.
A la mañana siguiente desperté más temprano de lo acostumbrado, el cielo estaba oscuro y Sam seguía recostada en su cama. Me levanté para ir a tomar un poco de agua con sigilo para no despertarla, me dirigí a la cocina para tomar una botella y al estar por cruzar la entrada de la misma alguien salió de un costado lo que me hizo saltar un poco por la sorpresa.
—¡Lo lamento, no quise asustarte!.— dijo Ray al ver mi expresión.
—Me acabas de quitar el sueño...jamás me había asustado tan temprano....— hilee con dificultad pues intentaba tranquilizarme.
—¿Estas bien Noah?.— se acercó a mí y me tomo de los hombros con preocupación.
—S-Si...ya estoy mejor ¿Qué haces aquí a esta hora?.— le cuestione.
—Vine por un café, tengo que terminar un informe pero me dió un bloqueo mental.— sonrió, tenía la vista cansada.
—Yo vine por una botella de agua pero si gustas puedo ayudarte.— le ofrecí.
—Te lo agradezco pero no puedo aceptarlo, mejor vuelve a dormir.— negó con amabilidad.
—¿Crees que voy a poder dormir después de esto? Prefiero estar haciendo algo que volver a la cama y quedarme despierto.— comenté.
—P-Pero....— lo interrumpí.
— Además yo sé redactar bien, dos cabezas piensan mejor que una.— lo dirigí a su habitación.
A pesar de que Ray era menor que yo en edad él media un poco más que yo, al está en su habitación me di cuenta que dormía solo y estaba bien ordenada.
—Adelante, puedes sentarte dónde quieras.— me invitó.
—Vaya, eres muy ordenado. Tu madre te educó bien.— tomé asiento en una silla.
—Soy hijo único así que no tenía otra opción, en mi país siempre tuve envidia de mis compañeros de la escuela.— dijo al mismo tiempo que se sentaba en su cama.
—¿Tu país? ¿Acaso no eres de aquí?.— inquiri.
—No, soy de Canadá. Mi madre es coreana y mi padre canadiense, todos los de este edificio nos conocimos por el curso en línea de la escuela.— explicó.
—Oh ya veo, bueno. Echemosle un vistazo a tu informe.— le dije.
Comencé a proponerle cosas y a redactar un borrador rápidamente, él estaba de acuerdo con todo y solo asentía cuando le pedía que lo revisara, no fue más de una hora cuando habíamos terminado.
—Estoy sorprendido, realmente lo haces muy bien.— dijo mientras volvía a leer el contenido.
—Te dije que así terminarías más rápido, bueno. Ahora sí regresaré a mi habitación, nos vemos Ray.— me levanté de su cama.
—Noah espera, pídeme lo que quieras. Quiero devolverte el favor.— igualmente se levantó, había quedado frente a mi.
Debido a sus padres Ray había sacado tanto rasgos orientales como occidentales, mantenía los ojos semi rasgados pero de un color avellana, la piel también era tersa pero se podía notar un poco brillosa y el cabello era ligeramente rizado. Aquel chico podía pasar como alguien del medio artístico y nadie se daría cuenta.
—No te preocupes Ray, solo ayude. No es como si lo hubiese hecho todo.— sonreí.
—¿Bromeas? Ni siquiera tenía la mitad, anda pídeme lo que quieras.— insistió.
—Mira, hasta que te den tu calificación te pediré algo ¿Qué te parece?.— le propuse.
Aunque Ray lo pensó por unos segundos finalmente acepto, me abrió la puerta de su habitación y me despidió. Caminé a la habitación y Sam ya se estaba arreglando.
—¿Dónde estabas?.— me preguntó mientras se hacía una coleta.
—En la cocina, tenía algo de hambre.— respondí.
No quería decirle nada a Sam, si se lo decía le reclamaría a Ray por aceptar mi ayuda; me dispuse a ordenar mi cama y a vestirme. Ambos estábamos listos para salir aunque yo no sabía mi destino.
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Un nuevo atardecer
FanficAlgo más que una simple coincidencia ha tenido Noah luego de ser llevado por su amiga Sam al otro lado del país. El chico se verá involucrado en un encuentro con alguien inesperado.