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Hyunjin suspiró aliviado saliendo de la ducha, deseando recostarse. Había trabajado todo el día y su cuerpo dolía, sentía que sus ojos palpitaban por cansancio pues no andaba durmiendo muy bien por tanto pensar.

Últimamente su momento más feliz del día era aquel en donde su mente divagaba en pensamientos de lo que hubiera sido de su vida si no hubiera aceptado a sus destinados y hubiera cumplido aquella promesa que hizo de pequeño. No podía evitar pensarlo aunque no se arrepentía de tener a sus maravillosos hijos, quizás si se arrepentía un poco de seguir con sus destinados.
Quizás la magia se perdió completamente cuando terminó por darse cuenta de que él había dado todo, absolutamente todo por ese par cuando ellos nunca pensaron en él en absoluto. O quizás cuando una noche se levantó acalorado por haber soñado con aquellos recuerdos de cuando recién se había presentado con los que últimamente se divertía en recordar.

Tal vez se dió cuenta que su lobo y él sentían demasiado distinto cuando él ya no soporto uno de los tantos berrinches de Seungmin y termino en casa de Felix, abrazado al pecoso pensando en que deseaba tanto que él hubiera sido su destinado con su lobo reclamándole que no debía pensar aquello porque su omega estaba bien y era otro. Y sí, desde muy pequeño odiaba a la luna por haberle quitado lo que tanto amaba pero ahora, ya mayor, se dió cuenta que quizás la luna no siempre hacia las cosas como debían ser en realidad. Para Hwang Hyunjin su omega siempre debió ser Lee Felix y su alfa Lee Minho aunque su lobo dijera que estaba mal.

También podría ser que todo lo que sentía se debía a que se casó tan joven e inexperto sin poder haber vivido más y tal vez esto lo había pensado porque veía lo mismo en sus amigos.  Minho que ya no aguantaba a Jisung cuando empezaban sus peleas que eran tan regulares y ridículas porque todo era culpa de Han por malcriar a sus hijos pero el omega culpaba al alfa de aquello, y esté cansado, terminaba mandándole mensajes junto a los demás pidiéndoles asilo o que fueran a tomar algo para sentirse mejor y calmarse o en Felix que aparte de pelear con Chan las pocas veces que se veían en el día, ya no dormían juntos ni tenían sexo por lo ocupados que estaban pero aún así trataban de parecer una pareja feliz por sus hijos.

El único que nunca se quejaba y solo los escuchaba y aconsejaba era JeongIn, demasiado curioso que el menor fuera al que mejor le fue con su destinado pero también Hyunjin agradecía que fuera así. JeongIn siempre se mereció a alguien que lo valorará, cuidará, respetará y no le exigirá algo que no podía darle a un tiempo tan prematuro como les había pasado a sus dos amigos y a él, y ese fue sin duda el alfa que le tocó. Y sí, Hyunjin sentía tanta envidia de ello también pero esperaba que nunca se acabará esa felicidad para JeongIn.

No como vió que se acababa para él mismo.

La puerta se abrió cuando él se sentó en la orilla de la cama listo para cubrirse con las sábanas y descansar, dejando ver a su alfa luciendo enojado y supo en ese instante que seguramente su poca paciencia se acabaría cuando la boca del mayor se abriera.

— ¿Cómo es eso que dejaste que Dongju tuviera novio?

— Ya es grande, se presentó y se declaró a su destinado, puede tener novio.— justificó soltando un suspiro porque sabía que allí no terminaría la cosa.— Wonpil, por favor, quiero descansar ahora, me duele la cabeza.

Antes no se notaba tanto, o no para el joven enamorado que aguantaba todo, pero Wonpil era un alfa criado a la antigua con pensamientos tan retrógradas a veces. Quizás debió haberlo notado cuando solo su primera vez juntos dejo que él fuera quien lo cogiera y de ahí nunca más, o cuando empezó a insistirle en que debía marcarlo porque eran destinados.

“Ay Hyunjin del pasado, eras tan inocente y manipulable para estos dos.” pensó para sí mismo.

— Es un niño aún.

Teacher! Can I Kiss your baby? Please.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora