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Las tupidas cejas de ambas alfas se mantenían fruncidas, sus ojos observándose con seriedad y sus bocas aplastadas en una línea tensa; Minatozaki paseaba su lengua por su mejilla interna sin apartar el contacto visual, mientras Nayeon movía la cabeza en ángulos donde su rostro parecía transformarse más retador.
Los gruñidos bajos que soltaban ambas ponían a Momo más tensa de lo que ya estaba al presenciar otra pelea de ese par. Y entonces, en medio del pesado y potente aire lleno de aromas enojados mezclados comenzaron la batalla....
-¡Piedra, papel o tijeras!- sus voces se mezclaron y sus manos se movieron al mismo tiempo, repitiéndolo cuando salían iguales.
Mientras tanto, Momo se encontraba sentada en uno de los columpios rojos del parque meciéndose con tranquilidad a unos pasos alejados, solo escuchando los gruñidos irritados al no poder dejar de sacar lo mismo. Nayeon incluso dio un par de saltitos ansiosos y Sana se jalo el pelo con exasperación, pausando dramáticamente antes de volver a retomar el juego que definía quien de las dos llevaría la mochila de la mayor.
A pesar de que la omega les tenía dicho que no era necesario, ellas seguían con la idea de querer llevarla sólo para quitarle un peso de encima al día haber sido tan largo y cansado, Momo no podía negar que de cierta forma era hasta lindo, pero era perfectamente capaz de soportar el peso de sus libros escolares.
Ni siquiera entendía porque tanto afán por una tonta mochila.
Escucho la celebración de Nayeon al haber sacado tijeras que cortaron el papel de la chica con flequillo, comenzando a rodear a la otra alfa en una canción infantil de victoria que buscaba burlarse de la castaña que se lamentaba sobre sus rodillas y manos en la arena del parque.
Después Momo no pudo evitar sonreír enternecida por la manera en que la de dientitos de conejo parecía resplandecer de alegría pura acercándose a ella, reverenciando con cortesía y extendiendo la mano como si estuviera invitándole a un baile real en un gran palacio y ella fuese una princesa. Riendo, la omega le tendió su mochila, mirando a la alta alfa colocarla sobre sus hombros en la parte delantera, ya que llevaba la suya propia detrás.
Sin más, Momo se levantó para comenzar a caminar de regreso a casa, con ambas cachorras a sus costados. Podía oler la felicidad de la castaña mayor en el aire, incluso llegó a contagiarla, aunque se vio un tanto opacado por el aroma de tristeza a su lado izquierdo. Sana iba con la cabeza gacha y las manos sujetando las correas de su mochila, un pequeño puchero en su carnoso labio inferior y los ánimos al cero.
Hacían un contraste increíble, mientras Nayeon parecía brillar en inocente alegría, Sana lucia como el aura de algún personaje de caricatura deprimente. Momo sólo se encontraba en medio, con sentimientos chocando que claramente no eran los suyos pero que impactaban en ella como si lo fueran.
Así que mordiéndose el labio inferior pensó que podría hacer para contentar a ambas; Nayeon estaba bien llevando su mochila, ¿Pero qué hay de Sana? ¿Qué podría ponerla feliz? ¿Qué podría hacer...?
Sonrió con inocencia al mirarle, diciendo: -Sana-ah, ¿Te molestaría si me llevas en tu espalda? unnie se siente... muuuuuy... muy cansada...-
Ya que fue de repente, obtuvo dos reacciones distintas; ambas abrieron los ojos igual de sorprendidas, pero la alfa con flequillo pronto sonrió en grande como una adorable chiquilla mientras se quitaba la mochila y la dejaba en el suelo para darle la espalda a la omega aceptando sin palabras.
La castaña mayor por su parte abrió la boca y puchereo un poco celosa, aunque tampoco iba a quejarse por ello, no cuando tenía el perfume natural de la omega acariciándole la nariz desde su mochila en el pecho, manteniéndola tranquila. Así que sólo observó a la mayor dar un pequeño brinco para aferrarse a los hombros y caderas de la otra alfa, en tanto Minatozaki la sostenía con ambos brazos y se alzaba un poco inclinada por el peso extra.
-Unnie, ¿Puede llevar mi mochila?- Minatozaki miro a Nayeon, todavía sonriente. La de dientitos grandes asintió sin mucho entusiasmo, colgando la mochila en su hombro desde una de sus correas.
Entonces se encaminaron hacia la casa de la mayor en medio de una agradable charla amena.
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Sana alzó una ceja en cuanto el aroma familiar se adentró a su hogar, saliendo de la habitación con una mueca confundida. -¿Está dormida?- le pregunto a las alfas de su hermana mayor, quienes asintieron al mismo tiempo.
La japonesa dejo a la omega con cuidado sobre el sofá más largo del salón principal, mientras la de dientes de conejo se encargaba de dejar la mochila cerca del pequeño librero. Mina sólo se quedó ahí en medio de la sala, observando a su hermana dormir como un bebé siendo arropada por Sana, quien se había quitado la enorme sudadera para cubrirla con ella. Momo incluso se acurruco bajo la tela gris, olisqueando entre sus sueños antes de suspirar satisfecha, como si el perfume de la alfa logrará tranquilizarla hasta acunarla.
Y quizás no estaba tan lejos de la realidad; Momo admitía abiertamente amar la fragancia de sus alfas, por lo que cualquier oportunidad de llenarse de sus aromas era totalmente tentadora y en definitiva, ella no la desperdiciaría. Ni siquiera durmiendo, como en esos momentos donde lo único que hacía en medio de balbuceos sin sentido era seguir restregando su mejilla contra la sudadera.
Sana podría explotar de la ternura a causa de la imagen de su unnie disfrutando de su olor si pudiera. Incluso aunque quería sacar su móvil para inmortalizar el momento decidió no hacerlo, solo porque sabía que Momo se enojaría después.
-Gracias por traerla, chicas- Mina les sonrió a ambas, quienes asintieron del mismo modo.
-Siempre velaremos por la seguridad de unnie.-
-La protegeremos.-
Y sin quitar la sonrisa de su rostro, Mina pensó que su hermana tenía mucha suerte de contar con un par de alfas como lo eran ellas, quienes seguían a su lado a pesar del rechazo indirecto que recibían.
Si tan solo Momo las aceptará por completo...
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❝Cappuccino Candy❞ ~『NaMoSa』G!P
FanficLas ve como un par de cachorritas, no puede tomarles del todo enserio, y no quiere hacerles daño poniendo a una sobre otra. Pero las alfas bebés ya están ilusionadas y esperan pacientes una decisión. ¿Dos alfas y una omega? ¿No es eso peligroso?, pe...