❝ 𝙸𝚗𝚌𝚊𝚙𝚊𝚣 ❞ │𝗠𝗮𝗹𝗲 𝗥𝗶𝘃𝗮𝗹𝘀 │

-06-

Al final, la clase termino mas rápido de lo que creía.

[♥]

¿Acaso todo fue mi culpa?
¿Todo por querer sentir aunque sea algo?

Yo solo quería ser amada por-

[♥]

Jueves

Cuando sonó el timbre, lo primero que pude oír fue la dulce voz de Osano ——estoy siendo sarcástica, por si no quedo claro——.

—¡Oye! ¡Idiota! —me llamo el, cosa que lo mire mal.

—Tengo nombre, Osano.

—Bueno, ______ —aclaro después—, Vamos, se nos hace tarde.

Sin más me tomo la mano, pero antes de que el pudiera hacer algo me aparte de su lado.

—Si me disculpas genio, necesito ordenar mis cosas, ya que no estoy en ningún club y luego me voy —comente algo enojada por su comportamiento ansioso.

—Bien, te espero —sentenció, luego comencé a ordenar—, Listo, terminaste.

—Ahora si, vamos —dije, y el me tomo de la mano de nuevo.

Con mi bolso en mano comencé a caminar, algo rápido, ya que el al ser tan alto, un paso suyo eran como cuatro míos, por así decir.
Ya en la azotea, nos sentamos en un banco donde podíamos ver todo por encima.

—Bien —comencé a hablar—, ¿Que quieres decirme?

—P-Pues —titubeo con nerviosismo—, Ví que nunca comes el almuerzo.

—Si lo hago, pero casi nunca, bueno, en la semana solo almorcé una vez —explique, pero aún así tenía razón.

—E-Entonces llegó el día que te desmayaste —hablo algo triste, sin si quiera mirarme—, Por eso decidí prepararte el almuerzo.

—Eso es muy lindo de tu parte Osano —sonreí un poco, y el volteaba a mirarme algo enojado y sorprendido.

—¡N-No es que me ponga a hacer tu almuerzo! —chillo—, S-Solo no se medir las proporciones y me sobra comida, que no quiero tirar.

—Pero, aún así prefieres darme la a mi, y no a cualquier persona que pase, ¿Verdad? —pregunte para molestarlo.

—B-Bueno...puede que si me preocupe un poco, ¡Solo un poco idiota! —volvió a chillar—, Aquí tienes tu comida, tonta.

—¿Porque sacas dos bentos? —cuestione extrañada, yo no iba a comer tanto.

—Estaba esperándote a ti para comer —susurro sin mirarme, se veía algo nervioso—, Así que come.

Sin más le hice caso, a decir verdad su comida era deliciosa, era un poco de arroz con salsa de soja, y un poco de ensalada de lechuga con la que lo envolvía, parecía un oso, ya que tenía la carita hecha con aceitunas, y sin falta unos pulpos de salchicha. Era una comida muy tierna, me daba pena comer al osito tan lindo.

—Tus almuerzos se parecen a ti —hable sin pensar.

—¿Uh? ¿Porque?

—Porque son muy tiernos, como tú —le sonreí sutilmente, haciendo que se sonroje al instante, diciendo su típica frase de "idiota".

Luego ninguno de los dos dijo nada, aunque el susurró algo que no alcance a comprender.

De la nada, se me vino algo a la mente, algo que el profesor había dicho.