❝ 𝙸𝚗𝚌𝚊𝚙𝚊𝚣 ❞ │𝗠𝗮𝗹𝗲 𝗥𝗶𝘃𝗮𝗹𝘀 │

-09-

Sin más el plantó un beso en mi frente, me vio con una sonrisa y se fue, dejándome...extraña.

Y así sin más, también decidí irme a casa.

[♥]

Martes

Era un nuevo día, pero yo al igual que el día de ayer me sentía incomoda, ¿Qué tal si veía a Hazu? ¿Qué haría? ¿Lo ayudaría con Midori?

Solo se...que no sería capaz de mirarlo a la cara.

—¡Buenos días! —exclamo Osano sacándome de mis pensamientos, el me rodeó con su brazo sobre mis hombros.

—Buen día Osano —le respondí el saludo, con mi seriedad de siempre—, ¿Cómo te encuentras?

—Bien bien, ¿Y tú? —me pregunto cordialmente, yo solo asentí, mientras veía hacia delante—, Oh nos vemos en el almuerzo, en el mismo lugar de siempre, tengo algo que arreglar con Rai, ¡Nos vemos!

Sin más se fue, no sin antes que yo le diga un adiós.
Aún quedaba hora y media para entrar a clases, dejé mis cosas en el casillero antes que todos, y decidí dar unas vueltas por la escuela, sin un rumbo aparente.

Algo a lo que todavía no me acostumbraba, eran todos los murmullos de los alumnos, y profesores también, era algo agobiante para mí, me molestaba mucho.
Estaba por ir a la escalera, pero me distraje viendo los pósters de la pared, eran sobre los clubes.
Algo completamente frío inundó mi cuerpo, mierda, ¿Caerme se volverá costumbre?

—¡O-Oh! ¡Perdón, en serio! —exclamo el chico con el que me tope.

Parecía ser del club de cocina, el líder a decir verdad, tenía cabello marrón claro, ojos color menta al igual que el pañuelo que llevaba en la cabeza.

—N-No p-pasa nada —dije temblando por el frío, al parecer era algún postre recién sacado de la heladera.

—Vamos, te acompaño a la enfermería —me dijo el chico, sacándose el abrigo que tenia para luego ponerlo sobre mis hombros.

No me quedo opción y fui a la enfermería con el castaño, al llegar vimos como Mujo se tropezaba con una venda enredada en sus piernas, pero luego llego hacia mi.

—¡Oh no!, ¿Qué sucedió? —pregunto el guiándome hacia una camilla y limpiarme con una toalla.

—P-Pues —tartamudeo el de ojos menta—, Nos tropezamos y se me fue de las manos el postre que había hecho.

—Oh ya veo —comento Mujo, mientras limpiaba delicadamente mi rostro—, Ya puedes ir a tu club Amao.

—Pero, ¿No seria mejor que me quede a ayudarla? —cuestiono Amao, según entendí.

—No pasa nada, sigue preparando tus postres, ella solo tiene que limpiarse y cambiar el uniforme.

Luego de eso el cocinero asintió y se fue, al irse deje de mirar hacia la puerta, para mirar directamente a a los ojos a Mujo, yo tenia mi típica expresión seria de siempre.
Al parecer eso lo puso nervioso, su cara era todo un poema, su tez blanca hacia notar perfectamente sus mejillas teñidas de rojo, ¿Por qué me fijo tanto en detalles?

—L-Lo siento —se disculpo el al ver nuestra cercanía, sin embargo yo no dije ni una palabra—, Creo que ya limpie la mayoría, deberías ir a cambiarte cielo —sugirió, lo cual asentí antes de irme con una sensación extraña.

Llegue a los vestidores, pero recordé que no tenia otro uniforme de la escuela, solo me quedaban el uniforme de gimnasia y la maya para natación.

—¿Ahora que carajos hago? —cuestione a la nada misma, y mire hacia arriba derrotada.