PARTE 10

53 12 1
                                    

El soldado guío a Ian hasta llegar al bosque allí estaban Thomas, su esposa, su hija, y cinco soldados más los últimos llevaban las maletas.

-Bien... vámonos - dijo Thomas para todos.

El soldado con el que iba Ian asintió y le devolvió la caja, se unió a sus compañeros, todos los presentes se adentraron en el bosque Ian sentía que los soldados de Thomas no dejaban de mirarlo, iban organizados primero dos soldados después Thomas con su familia, al ultimo él y otros tres soldados más, caminaron un buen tramo pasando por los cultivos y volviendo adentrase a otro bosque aledaño este era más frío y húmedo a pesar de que la luz del sol se filtraba de entre los árboles el ambiente no lograba ser cálido aunque corría una brisa refrescante.

Llegaron a un punto en donde los árboles hacían una especie de sendero caminaron hasta el final un campo abierto se extendía frente a ellos rodeado de grandes montañas Ian escucho hablar a uno de los soldados que estaba al frente:

-Tendremos que esperar hasta que lleguen por nosotros.

-Muy bien. - respondió Thomas con su gruesa voz.

Thomas llevaba una camisa blanca de botones y pantalones beige con zapatos color crema, su porte era elegante, su esposa una mujer de baja estatura y contextura delgada llevaba un sombrero floppy azul a juego con sus pantalones de seda, una camisa blanca y botas grises y por último Cala quien por cierto estaba maravillaba con todo lo que veía tenía una camisa café con unos pantalones anchos y botas negras, llevaba el cabello a medio recoger con una pinza, mechones sueltos le caían sobre el rostro.

Todos esperaban de pie, Thomas y su esposa hablaban con sus soldados Ian estaba a pocos pasos de Cala, tenía demasiada hambre pero decidió contenerse ya que nadie había comido en todo el recorrido, el sol se escondió tras las nubes lo que hizo más llevadera la media hora que tuvieron que esperar hasta que a lo lejos se escucharon tres motores crujiendo esto hizo que todos miraran en esa dirección, tres todoterreno se parquearon frente de ellos, un hombre de barba bajo de uno de ellos, Ian observo con cuidado el cuchillo de mango dorado que llevaba en el cinturón de su pantalón, se dirigió a ellos.

-Perdón por la demora. - dijo el hombre dirigiéndose más a Thomas que al resto.

-No hay problema. - respondió con ironía Thomas.

-Muchachos ayúdenlos con las maletas. - ordeno el hombre de barba, a lo que de los otros dos carros se bajaron por la puerta del chofer dos hombres más llevaban la misma ropa camisa gris, pantalones azules con muchos bolsillos y al igual que el hombre con barba cinturón acompañado de un cuchillo de mango dorado, Ian dedujo que ese era el uniforme de los soldados Basana.

Subieron todas las maletas a los carros Thomas, su esposa y uno de sus soldados se subieron en el todoterreno del hombre con barba, Cala y dos soldados de Thomas se subieron en otro junto con uno de los hombres de Basana mientras que Ian subió al último todoterreno en compañía de los otros dos soldados de Thomas y el hombre de Basana.

Ian estaba sentado detrás del conductor, se sentía muy incómodo e impaciente, llevaba la caja en sus piernas su estómago le crujía miraba el paisaje pasar por la ventana para no pensar mucho en ello, mientras los soldados de Thomas conversaban con el conductor.

No sabía si faltaba mucho para llegar así que de decidió abrir la caja, apenas lo hizo salió un delicioso aroma a pan fresco y crujiente, Clara lo había envuelto en un fina tela color crema para que aun estuviera caliente lo cual había conseguido, Ian estaba por desenvolverlo cuando nuevamente sintió esa extraña sensación de ser observado, los soldados de Thomas lo miraban atentamente.

-Tienes comida, te importaría darnos. - dijo el que iba de copiloto con un tono relajado.

-Pero que bien huele. - intervino el conductor.

LANCE (Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora