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Los estudiantes iban de un lado para otro en sus asuntos, o tal vez en realidad en los de otros

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Los estudiantes iban de un lado para otro en sus asuntos, o tal vez en realidad en los de otros.

Los rumores en aquella escuela eran casi nulos, cosas de un día y al siguiente nadie se acordaba, pero esta situación parecía ser diferente.

En esta ocasión el nombre "Kang Yeseo" salía por la boca de todos, y es que si tienes alguna mínima relación con el príncipe del lugar, automáticamente tu nombre será recordado por todos, o por una gran mayoría.

—A ver, explicate mejor. —soltó Sunoo con un tono de irritación, llevaba media hora en la cafetería junto a la chica tratando de comprender mejor lo que sucedía, sin embargo la chica no colaboraba.

Hablaba rápido, cambiaba el tema mientras explicaba, también cambiaba la versión. Simplemente no sabía cómo expresarse por su nerviosismo.

Nunca fue alguien que tuviera miedo escénico, pero a diferencia de su familia si le incomodaba un poco ser el centro de atención, y eso la ponía nerviosa. Simplemente nunca se imaginó escuchar su nombre cada que pasaba por un pasillo.

—Bueno... —respiró hondo y empezó de nuevo. —Realmente no sé cómo explicar el comienzo pero, Sunghoon me habló, yo le contesté, no le gustó lo que dije y en conclusión: me va a hacer la vida imposible.

El rubio miró con burla a Yeseo, aunque a la vez se le notaba algo enojado. Sólo no asimilaba lo que acababa de escuchar.

Por una parte le parecía gracioso, porque vamos, ¡Sunghoon no es tan poderoso! sin embargo, su simple nombre causaba un gran terror a Yeseo, lo que hacía que la castaña le tuviera algún tipo de miedo, cosa que nunca pudo saber la razón exacta, pero le bastaba con poder cuidarla.

—¿Ya ha hecho algo? —preguntó con cierto interés.

—Pues solo me susurró algo al oído esta mañana, en la entrada, al frente de todos... ¡Oh Dios mío estoy jodida! —exclamó golpeando su cabeza levemente con la mesa.

El chico reprimió una risa, por más gracia que le causara la situación, sabía que a su amiga no, y eso lo respetaba.

O hacía el intento.

—¿Crees que pueda faltar todo el año escolar y pasar de año aún así?

—Baja de tu nube que eso no va a pasar. —una tercera voz se escuchó detrás de ambos.

La dueña de aquella voz tomó por el brazo a Yeseo, haciendo que se levantara de la silla.

—Vete a dar una vuelta, no sé, pierde tu mente por lo que resta del recreo. —pidió con preocupación Chaerin, su amiga solía expresar demasiado sus sentimientos a veces, y esto ocasionaba que se deprimiera.

No solía pasar muchas cosas como para que Yeseo se encontrara de esa forma anteriormente, pero las pocas veces que sucedieron, sí que sobrepensaba las situaciones y eso la llevaba a ponerse triste, en otros casos enojada.

—No quiero. —dijo mostrando un puchero.

Iba a decir algo más, sin embargo Chaerin jaló a Sunoo y se lo llevó por el camino contrario al jardín.

Podría quedarse en la cafetería, sin embargo las voces de fondo ya le empezaban a molestar. Simplemente la sensación de ser criticada o juzgada incluso si ni siquiera sabe de lo que están hablando los demás, la mataba por dentro.

Emprendió camino hacia el jardín, saliendo por la puerta que se conectaba por la cafetería, mientras más rápido salía de ahí, mejor.

No es como si el gran patio de la escuela no hubiese el mismo o peor bullicio, sin embargo su zona preferida se encontraba un poco alejada de todo el ruido.

—Hola, Kang.

Duró un momento para reconocer aquella voz, su memoria volvió a conectar sus cables cuando el chico se posó frente a ella.

"Solo respira, mira al frente y camina". Repitió en su mente hasta el punto en que su cabeza dejó de procesar los sonidos del exterior y se concentró en sus cosas.

¿Por qué era así? Solo actuaba sin pensar, a veces ni siquiera sabía las razones por las cuales hacía algunas cosas...

Su mente se llenó de dudas, las cuales nunca tuvieron respuesta porque nunca se tomó el tiempo de procesarlas y darles tiempo.

Pero claramente este no sería el momento de resolverlas.

Por otro lado estaba Sunghoon, quien acompañaba a la chica, hablándole sobre cualquier cosa con el plan de fastidiarla.

—¿Te gustan los zapotes? Tu cara tiene forma de uno.

Pero notó que la chica ni siquiera le estaba prestando atención, o más bien, a nada.

Por un momento notó cómo su cara se iba oscureciendo más, cómo si algo la estuviera comiendo viva.

—Oye, odio que me ignoren. —dijo molesto el pelinegro sin saber qué más decir.

Iba a reclamarle más cosas cuando notó donde estaba.

—Uh, Hola Sunghoon. —saludó Chaerin confundida por su cara pérdida, y probablemente más sentimientos que no pudo reconocer. —Yeseo, olvidé pedirte que me devolvieras mis audífonos.

La mencionada asintió sin decir mucho, apenas y había entendido a lo que se refería su amiga, pues estaba acostumbrando a su mente a la realidad de nuevo.

Por otro lado, Sunghoon había salido corriendo luego de que Chaerin lo saludara.

En su mente rondaban muchas cosas luego de ver a su crush, y pudo casi comprender a Yeseo, porque su cara se volvió más oscura y triste, incluso se le notaba un poco molesto de un momento para otro.

"Paso la puerta cerrada con llave y el dolor me da la bienvenida".

• • •

Creo que exageré un poco con los sentimientos de Yeseo, pero prefiero que ustedes digan si está bien o no, sientanse libres de dar su opinión en este o en cualquier otro capítulo

𝐉𝐄𝐀𝐋𝐎𝐔𝐒𝐘 › sunghoon ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora