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Llegar a la escuela e ir directo a su aula era algo que acostumbraba normalmente, ignorando lo que pasaba a su alrededor a menos que alguno de sus amigos se le acercara

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Llegar a la escuela e ir directo a su aula era algo que acostumbraba normalmente, ignorando lo que pasaba a su alrededor a menos que alguno de sus amigos se le acercara.

Así que en este momento Yeseo iba de camino a su aula con Sunoo a su lado. No hablaban, pero la compañía del otro era más que suficiente.

Sus hombros en varias ocasiones llegaron a rozar, alterando un poco a Yeseo. Llegó a cuestionarse qué sería si sus manos rozaran, ¿le tomaría de la mano? Su fantasía junto a Sunoo era solo eso, una fantasía.

Y las fantasías solo existen en los cuentos de hadas, porque la vida real era demasiado horrenda para que sucedan esas cosas.

—Me iré a mi aula, ¡nos vemos en el receso! —se despidió Sunoo al estar frente al aula de Kang.

La castaña solo asintió antes de entrar a su aula y no se volteó a verle hasta que estuvo cerca de su asiento, que fue cuando Sunoo decidió irse a su curso.

Nuevamente miró a su lugar, notando como se sentía incómoda de repente. Y como no, si toda la atención de los estudiantes estaba en ella.

No comprendió la razón hasta que llegó a su asiento, notando una carta en forma de corazón rosa pastel, con una letra muy bonita a su parecer.

Los estudiantes murmuraban, molestandola más de lo que debería. Sin embargo nunca protestó, era demasiado cobarde como para decir algo en voz alta.

Soltó un suspiro largo intentando calmarse, para poder leer la carta.

"Para la chica que no para de iluminar mis días, Yeseo.

Debería empezar saludando tal vez, debería preguntar cómo has estado y como te sientes el día de hoy, pero te he visto y quiero creer y pensar que estás bien, siempre sonríes cuando estás con tus amigos, he de admitir, no puedo evitar mirarte cada vez que sonríes, te ves tan linda y brillante que no haces más que enamorarme cada vez más.

Tonos rojizos decoraron sus mejillas, indicando que se sentía avergonzada. Siguió leyendo.

...Sé que no me conoces y seguro no sabes quien soy, pero eso es algo que más tarde sabrás, por ahora solo enfócate en lo que mi corazón tiene que decir, en lo que yo tengo que decir.

Kang Yeseo, me gustas, me gustas y estoy enamorado de ti como no tienes idea, aún si no somos cercanos y si no es mutuo el sentimiento, llamaste mi atención y cuando menos me di cuenta no podía apartar la vista de ti.

¿Realmente había alguien en este mundo enamorado de ella? La noticia simplemente le emocionaba.

...Así que Kang Yeseo, déjame pedirte un favor.

¿Podría pedirte que dejes de hacerte ilusiones?

Vamos Yeseo, ¿alguien enamorado de ti? ¿quién tendría tan mal gusto?

Cierto, con mucho A-M-O-R,

Park SungHoon."

El rojo vivo que destacaba en sus mejillas, ahora le hacían notar lo enojada que estaba. ¡Cómo se atrevía a jugar con algo así!

Yeseo solo podía apretar su mano al imaginar a cierto pelinegro poniendo tanta dedicación en hacerle la vida imposible.

Para ser popular y el "dream boy" de su escuela, era un idiota demasiado inmaduro.

Suponía que los rumores y los chismes corrían rápido al ver a los demás estudiantes murmurando en el pasillo, viéndola de arriba hacia abajo como si la juzgaran.

Yeseo se sentía incómoda.

A pasos rápidos camino hacia su casillero, llevándose la sorpresa de ver a una pequeña bola de estudiantes rodeando su casillero.

"No están aquí por mí... ¿O sí? No no no, seguro están esperando a otra persona. O yo solo estoy paranoica y son personas pasando el rato y ya, ¿Cierto?"

Y en su vida, Yeseo había deseado más haberse equivocado de lo chismosos e inmaduros que era la gente de su escuela.

Apenas Yeseo se acercó a su casillero, sintió como un balde de agua le caía encima.

Cuánto deseaba Yeseo que su expresión solo hubiera sido eso, pero la risa de sus compañeros y la risa burlona de cierto pelinegro con un complejo de superioridad le aseguraba que no lo había sido.

Y que literalmente le habían tirado un balde de agua encima.

Su uniforme estaba empapado, un escalofrío le recorrió el cuerpo entero luego de que una corriente de aire fuera por el pasillo, o tal vez había sido el coraje que sintió al levantar la vista y ver a cierto pelinegro riendo entre todos los alumnos.

No solo se había tomado el descaro de avergonzarla mojando su uniforme ante la vista de todos, ¿sino que iba a reírse en su cara también?

Kang Yeseo, hubiera sido más fácil si solo le hubieras mentido al idiota y le hubieras dicho que el también te gustaba.

—No sabía que ella era tan delgada...

—Cierto, en las fotos puedes ver sus costillas.

—¿Crees que ella...?

— ¿Yeseo? ¿Ella tiene un TCA? No lo creería pero viéndola ahora y viendo sus fotos podría ser...

Murmullos, susurros nada discretos y comentarios que no hacían nada más que ponerla más ansiosa.

¿De qué fotos hablaban?

Sunghoon se acercó a ella acorralandola contra su casillero, Yeseo sólo pudo cerrar sus ojos al sentir al pelinegro tan cerca.

Sin embargo Sunghoon solo rió de nuevo y se apartó de ella, tomando lo que parecía una foto de detrás de ella para entregársela.

—Ten más cuidado de dónde terminan tus fotos, Kang Yeseo. Ojalá te recuperes pronto, —Sunghoon le sonrió. —Está bien decirle eso a alguien con un trastorno alimenticio, ¿no?

Bajó la mirada observando la foto qué le fue entregada, simplemente se quedó pasmada al ver la imagen.

¿Por qué Sunghoon tenía una foto de ella dónde claramente se observaban sus costillas? Nunca llegó a ver algo malo en ello, pues siempre fue alguien saludable aunque no lo pareciera.

Sin embargo Sunghoon había creado una nueva inseguridad en sí misma.

Guardó la foto e intentó evitar cualquier tipo de contacto visual, no sólo con el pelinegro, sino con todos los que la rodeaban.

Odiaba aquella sensación dónde se sentía juzgada, del tipo en donde intentas lo que sea para evitar la situación y sin embargo no conseguía nada, deseaba huir.

Pero, ¿a dónde debía huir?

Escuchó una carcajada, específicamente del chico frente a ella. —Esto no estaría pasando si no fueras tan estúpida como para rechazarme de todas las formas posibles.

Jamás levantó la mirada, pero si pudo notar que realmente no la estaba viendo.

Se dignó a observar a la misma dirección, logrando ver a un par de personas, y a Chaerin a través de la ventana.

Tal vez ya había encontrado a dónde huir.

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Créditos a 5secondsofskz
por ayudarme a escribir
medio capítulo (•ᴗ•)

𝐉𝐄𝐀𝐋𝐎𝐔𝐒𝐘 › sunghoon ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora