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Mayo, 2010.

Era otra noche tranquila en la vida de Stephen Strange en el hospital Metro-General, caminaba por los pasillos del hospital dirigiéndose hacia el área de emergencias mientras que en su mente sonaba la canción "Everybody Wants to Rule The World" de Tears for Fears; hace unos minutos atrás había salido del quirófano. Su vida no podía ser mejor, gracias a su talento, además que había contribuido con una investigación a fondo sobre como unir nervios, había logrado crearse un prestigio además que le había permitido que él pudiera elegir a sus pacientes, cosa que hizo que su orgullo y su arrogancia, creciera. El castaño oscuro tenía un plan; se dirigía hacia la sala de emergencias donde su actual novia se encontraba en turno, el cual casi terminaba, la llevaría a cenar a un restaurante para después ir a su departamento, pero al llegar al área de emergencias notó como estaba la televisión de la recepcionista encendida mientras veía como muchos doctores y enfermeras ayudaban a ingresar a diversas personas a diversos quirófanos.

 El castaño oscuro tenía un plan; se dirigía hacia la sala de emergencias donde su actual novia se encontraba en turno, el cual casi terminaba, la llevaría a cenar a un restaurante para después ir a su departamento, pero al llegar al área de emerg...

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"Mike nada más porque lo estoy viendo lo estoy creyendo. Casi medio Manhattan explotó debido a este ataque terrorista, según los informes de las autoridades, el causante de estos ataques fue nada más y nada menos que Ivan Vankok, a quien se le creía muerto en conjunto con Justin Hammer en busca de sabotear la Stark Expo de este año. Hablando de Stark, podemos decir que Tony Stark llegó en el momento en que comenzó este problema buscando detenerlos a estos dos..."

Stephen soltó un suspiro al escuchar las noticias, siempre había pensado que el hecho de Stark ser un superhéroe, era un chiste. – Stephen – giró topándose con Amanda, la recepcionista pelirroja quien le sonrió. – Si estás buscando a Christine, tendrás que esperarla, ya que nos están llegando todos los heridos del accidente en la Stark Expo. – Esta bien, gracias Amanda – respondió el genio cirujano, girándose 180 grados y comenzando a caminar hacia los quirófanos de emergencias, pero se detuvo al ver a tres niños junto a una puerta, donde alcanzaba a ver a varios doctores a los que alcanzaba a escuchar "¡Los estamos perdiendo!".

Observó a los tres niños uno debía tener aproximadamente 9 años, uno de 8 años y el otro tenía 7, sus ropas estaban mojadas además que estaban llenos cortadas y moretones. Con su mirada buscó a alguna enfermera quien pudiera revisarlos, pero todos estaban atendiendo a los heridos; los tres eran castaños, dos de ellos tenían dos granos de café por ojos y el mayor tenía ojos azules. El hermano de en medio según lo que podía ver, quien tenía un par de gafas abrazaba al más pequeño, quien no hacía ruido algo, solo soltaba algunos sollozos, mientras que el mayor igualmente abrazaba a ambos. Stephen tomó aire y se hincó acercándose a los niños, mientras escuchaba como el pánico inundaba la sala de quirófano. – Hola –

En el momento en que dijo eso, dos pares de ojos cafés y el par de azules llenos de lágrimas, lo veían atentamente, el cirujano trato de estar lo más tranquilo que pudiera. – Mi nombre es Stephen y soy doctor... Me enviaron a revisarlos – "Oh si perfecto Stephen, miénteles a los niños...". "Lo hago por alejarlos de lo que está pasado ahí dentro" se respondió sin perder de vista a los niños. - ¿Cuáles son sus nombres? –

El mayor tomó aire, buscando lo más seguro valor y que su voz no se rompiera. – Mi nombre es Tobías, él es Andrew... y él es mi hermanito Thomas, aunque los tres también nos llamamos Peter – Stephen notó como el más pequeño seguía abrazando a sus hermanos mayores mientras que las lágrimas seguían corriendo por sus ojos. Por primera vez en muchos años, sintió dolor al ver a los tres niños, un dolor que no había sentido desde que su hermana menor Donna había fallecido. – Bueno... Tobías, Andrew, Thomas vengan conmigo. Debo revisarlos además de curarlos para que no se les infecten esos raspones y cortadas –

-Pero... ¿la tía May y el tío Ben no se enojarán verdad? – habló Andrew por primera vez quien volteaba a ver a la habitación del quirófano en donde, Stephen por el silencio que había, entendió el resultado. Estos tres pequeños estaban esperando que sus tíos.... Negó con la cabeza y abrió lo brazos, para poder cargar a Tom y tomó de la mano a Andrew quien igualmente le dio la mano a Tobías. – Claro que no – Al levantarse, ya con Tom en brazos, hizo contacto visual con Christine quien estaba firmando unos papeles, mientras unas leves lagrimas amenazaban en salir de sus ojos, el cirujano le hizo un movimiento con la cabeza diciéndole que llevaría los niños al consultorio de la doctora a lo cual solo recibió igualmente un movimiento de cabeza. – Saben, si son valientes mientras los curo, les daré una paleta... ¿Les gusta esta idea? –

- ¡Si! –

- No es mala idea –

Stephen sonrió al caminar al consultorio, bajó a Tom, abrió la puerta y dejo entrar a los hermanos, entró cerrando la puerta tras de él. Se lavó las manos en un lavamanos, caminó a una cajonera de dónde sacó un botiquín de primero auxilios, además de vendas y un embace donde Christine tenía paletas para niños pequeños. – Bueno... ¿Quién va primero? - Vio como Tobey veía a sus hermanos, Andrew tenía una mirada de miedo al igual que Tom, así que el camino adelante. – Yo lo haré primero – Con la ayuda de Stephen se subió a la camilla. Stephen comenzó a revisarle sus brazos y cara en los cuales, con un algodón y un spray antiséptico, desinfectó cada herida que tenía el pequeño. – Auch... - exclamó Tobey tras que limpiara el último raspón que tenía en su rodilla. – Que valiente eres Tobey, ten – y dicho esto, el cirujano le entregó una paleta de fresa y giró a ver a Andrew quien le brillaron los ojos al ver el dulce

Caminó hacia él y dejó que lo curara, además que igual que su hermano mayor, le dio una paleta.

– Ven Tom, es tu turno y te daré una paleta –

El pequeño no se movió, tenía miedo. – Vamos Tom... No pasa nada, recuerda que tú eres más valiente que yo... ¡Ayudaste a Ironman! Y te lo agradeció, ¿no querrás que el señor Stark se enteré que su héroe le tiene miedo a que te curen? – Stephen se sorprendió al escuchar a ambos hermanos mayores apoyándolo y aún más se sorprendió al ver como eso que le dijo su hermano, le afectó a Tom, quien tenía los brazos extendidos para que Stephen lo cargara. Sonrió al ayudar bajar a Andrew y subir a Tom, repitiendo el proceso de curación - ¿Así que ayudaste a Tony Stark a pelear con los malos? – le preguntó captando la atención del pequeño quien tenía lágrimas en sus ojos al tiempo en que el spray caía en los raspones, quien como si fuese una grabadora comenzó a contarle todo, como había destruido un robot y como el héroe de Nueva York le había dicho "Buen trabajo niño" mientras Tobey y Andrew sonreían al escuchar a su hermano y Stephen le ponía toda la atención, claro para después darle una paleta.

- Ejem... –

Stephen volteó topándose con Christine quien había presenciado todo sonriéndole a su novio y a los tres niños

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Stephen volteó topándose con Christine quien había presenciado todo sonriéndole a su novio y a los tres niños. – Veo que ya están mejor – Tobey asintió al mismo tiempo que Tom y Andrew, ambos disfrutando su paleta. El cirujano veía como su novia lo veía con una expresión divertida, iba a decirle algo hasta que el director del hospital, el doctor Michaels entró junto a una mujer de cabello rubio con ojos grises, Stephen reconoció a aquella mujer por el tipo de ropa que traía, eran Servicios Especiales. – Doctor Strange, Doctora Palmer.. Necesito llevarme a mi oficina los jóvenes Parker para que la señorita Summers hable con ellos –

Andrew miró al doctor quien los había curado, quién solo asintió, así que tomó la mano de sus hermanos y salieron con el otro doctor y esa mujer, sin saber que estaba pasando.

Waiting a Star to FallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora