『You, me... And the baby? | ChanSoo』

VII

— Mamá quería enviarme a trabajar con los tíos y... No quería irme de aquí, quería quedarme, pero debía casarme...  Min Seok era amigo de toda la familia... Y pensé ¿Por qué no?... Al final... Tu ya lo tenías todo. — Chan soltó una risita incrédula para enseguida tomar de la camisa a su hermano.

— Eres puta basura... ¿Qué te hizo pensar que no quería estar con Min Seok?... ¿Por qué me lo cuentas ahora? —

— Vamos a tener un hijo... — Chan lo soltó de golpe sintiendo una punzada en el pecho.

— Lárgate de mi casa Jong Dae. — Le abrió la puerta sin poder mirarle a los ojos. — Sólo... No vuelvas a buscarme. — Chan Yeol quería llorar pero también quería gritar, no sabía que hacer, estaba confundido pero también sabía que aún si Min Seok conservaba esos sentimientos, no lo aceptaría, mucho menos ahora que tendrían un hijo, un hijo joder que gran putada por parte de su hermano había sido eso.

Apago las luces y se fue a dormir, mañana lo pensaría con más calma, mañana seguramente todo esto sería una horrible pesadilla.

Despertó temprano como de costumbre, vistió a Myong, hizo el desayuno y el almuerzo, lo llevó al jardín para después correr a su trabajo, justo al llegar debía firmar su entrada como de costumbre, sin embargo ahí esperaba su jefe.

— Do Kyung Soo, por recorte de personal quedas despedido, pasa por tu liquidación en una semana. — Soo parpadeo un par veces intentando entender que había escuchado, su cerebro no quería asumir, ¿Despedido? ¿Ahora?

— ¿Por qué? —

— Recorte de personal. — Repitió nuevamente. — No tienes que trabajar desde hoy y el jardín de tu hijo se pagará hasta esta semana, la siguiente puedes pagarlo tú o sacarlo. —

— No tengo dinero para pagar un jardín como ese. —

—  Ese no es mi problema. —

— Necesito el trabajo. —

— Y yo necesito que te vayas. —

— Por favor, cobraré una tercera parte. —

— Despedido he dicho. — Los ojos de Kyung Soo se llenaron de lágrimas pero prefirió no decir nada, entregó su uniforme y se fue a casa, no tenía dinero ni siquiera para la renta ¿Cómo se supone que podría pagar una guardería de ese tipo?

Ahora sin nada que hacer no le quedó más que buscar algún trabajo temporal, aunque fuera de un día, solo quería sacar algo de dinero, fue a un par de cafeterías pidiendo ayudar incluso lavar los platos, pero nada, nadie le daba trabajo, justo cuando estaba por darse por vencido alcanzó a ver a una señorita saliendo de su auto totalmente sucio, alcanzaba a escuchar sus susurros quejándose.

— Demonios ¿En Serio se enfermó ella y el reemplazo? ... Dejando todo este trabajo. —

— D-disculpe... ¿Quiere que le lave su auto? — La mujer alzó una ceja confundida, no se veía del tipo de personas que hiciera trabajos como ese.

— ¿Cuál es la tarifa? ¿20 dólares? —

— Pensaba cobrarle 15. —

— Hm, está bien, saldré en 30 minutos, lo quiero reluciente para entonces. —

Soo asintió con la cabeza yendo a comprar lo necesario, a unas personas cercanas les pidió una cubeta y agua para ahorrar un poco, para su buena suerte se la prestaron, era un trabajo difícil, sin embargo había lavado el coche de su madre por muchos años y sabía que hacer.

Para cuando la señorita salió Soo ya había acabado, se acercó a ella haciendo una reverencia, aquella sonrió y sacó el dinero para pagarle.

— ¿Sabes dónde queda la cafetería más cercana? —