Sabor a ti || Bajifuyu

3. "Y sabrás que te quiero y que siempre te querré..."

PRESENTE.

Keisuke salió muy temprano aquel día, agradeció que Kazutora aún seguía dormido en el sillón, salió con la excusa de que necesitaba comprar leche cuando en el refrigerador había al menos cinco litros.

Lo que realmente necesitaba era ver a Chifuyu, aunque sea de lejos y por cinco minutos.

Así que fue a la tienda de siempre, el dueño ya lucía algo viejo y cansado, tosía mucho y Baji recordó que adoraba fumar. Entró y saludó con la cabeza antes de pasar al pasillo de pan dulce y obtener una leche de fresa que tanto amaba.

Hasta que...escuchó su voz.

―¡Buenos días Kotoro!

Oh, su fuyu, rápidamente se dio media vuelta y tomó una revista para taparse la cara y que no lo viera.

―¿Cómo estás hoy?

―Vivo.―Responde el viejo y fuyu ríe.― ¡Oye niño, deja de comprar cigarros, acabarás como yo!

―¿A quién le importa de todas formas? Además...de algo me tengo que morir.

―Eres demasiado joven para hablar de esa mierda Matsuno.

―Tengo 25, así que puedo hablar de esto. ¡Llegó el pan de girasol!

Escuchar las pisadas de fuyu correr hacia el mismo pasillo en el que se encontraba Baji al alboroto el corazón y otras partes. Lo tenía a tan poca distancia que cualquier movimiento en torpe haría que se vieran las caras.

Baji veía de re ojo a fuyu tomando tres paquetes de pan de girasol y una natilla de vainilla, Keisuke hace una mueca de asco; él siempre odio esas cosas pero Chifuyu siempre las amó.

―Oh wow, Keisuke en serio es famoso. Hasta sale en la portada de la revista señor.

Keisuke estaba lo que le sigue de nervioso, ¡Le estaba hablando a él! forzó un poco su voz antes de responderle.

―N-no sé quién es.

―Es un escritor muy famoso, debería leer sus libros, son buenos.― Una pequeña sonrisa apareció en la cara de Baji. ¡Chifuyu leía sus libros!― Se los prestaría pero los tiene un amigo y no me los ha regresado. En fin, ¡Oye Kotoro, llevaré estos panes con natilla de vainilla!

Y así fue su primer "encuentro" después de cinco años.

Espero hasta que fuyu se fuera para él salir de la tienda, lo cual no hubiera hecho ya que Draken se encontraba afuera recargado en el poste y cruzado de brazos. Temeroso, se acerca hasta él.

―Kazutora me llama en la mañana diciendo que no estabas en el departamento y temiendo de que te haya pasado algo.

―¿Y...qué le dijiste?

―Que te pedí ayuda para el taller, así que ahora estarás conmigo e Inuipi en el taller hasta las doce.

―Está bien.

―Dime que no te topaste con él...

―¿Por qué todo el maldito mundo teme que nos encontremos? No es la gran cosa.

―Tú más que nadie sabe que eso es mentira, es la gran maldita cosa.― Keisuke pone los ojos en blanco. ― Okay, ¿qué le dirías a Chifuyu si lo tuvieras frente a ti ahora mismo?

―Bue-eno, probablemente lo salude y le pregunte que ha hecho en este tiempo, ya sabes, tal vez, invitarlo a comer y que pase lo que tenga que pasar.

―¿Le preguntarás porque te dejó?

―Quizás lo haga, lo hizo sin razón.

―Chifuyu no hacía nada sin ninguna razón y lo sabes, Keisuke...