IV: Remolino de Emociones.

2.6K 296 80
                                    

- ¿Qué sucede?.- pregunto al sentir la mirada de la chica sobre el.

- ¿Qué tipo de tormenta tienes?.

Narra Camilo.

-¿Qué?.-pregunte confundido.

¿Cómo que tormenta? O sea, mi mamá controla el clima. Si quería hablar de cambios climáticos se lo preguntará a ella.

La chica reaccionó ante su propia pregunta y se hecho a reír.

- Lo leí en un libro y siempre quise preguntarlo.- dijo apenada. - Lo que quise decir fue, ¿Por qué tienes cara de niño regañado?

-¿Por qué lo preguntas?

Suspiro cansada y no contestó inmediatamente. Parecía tener una pelea interna sobre decirlo o no.

- Siempre posees cierta fortaleza y luz, más en tu mirada. -balbuceo en lo que casi fue un susurro.- Pero en esta ocasión luces algo... Apagado.

Apagado... Mi papá me decía eso cuando estaba de mal humor. Junto a mi mamá decían que era un sol, un solo cubierto de nubes.

En este momento no tendría porque estar así.

Estaba bajo un cielo nocturno lleno de estrellas que parecían arder en su propia luz . En la orilla de un lago que reflejaba la luna creciente que se reflejaba el agua haciendo que brillara, los grillos y nuestras voces haciendo eco en la profundidad del bosque.

Era magnifico, lastimosamente mi mente no colaboraba para disfrutarlo.

- ¿Me puedo desahogar contigo?. -pregunte, es tonto pero era la única persona que me escucharía sin cuestionarme.

Aceptó sin problema, no se si le interesaba o era una chismosa. Me miro atentamente esperando a que comience a hablar. Hablé, ella me miraba con serenidad escuchando cada palabra que decía. Sus ojos. ¡Ah! esos ojos color avellana, me cedían tanta confianza que no me pude guardar nada. Le solté todo, absolutamente todo.

- ¿He intentaste hablar de esto con ellos? Dijiste que tomaron una decisión sobre tu vida sin tu consentimiento. Hazles saber tu disgusto.

- ¡Ah! No entiendes, ya lo intenté. - me queje al recordar cada pelea con ellos por eso. - A este punto ya es imposible hacer algo. Pronto vendrán sus padres y nos presentarán.

-¿Sus padres? ¿Presentarlos? ¿Para qué?

- Los padres de mi prometida, mi familia me arreglo un matrimonio.

Sentí su mano soltar la mía. ¿Qué dije? Solo dije la verdad. Tn se quedó en silencio, se hizo bolita hundiéndose en sus pensamientos.

Narra Tn.

-¿Budín? ¿Esta todo bien?.- Sonaba preocupado y ansioso.

-Si, todo bien.- un breve silencio.- Solo recordé algo.

- ¿Qué cosa? Cuéntame, yo te dije la mitad de mi vida.- menciono provocando que me carcajeara.- Con confianza.

"Dale, Tn. Por fin alguien te quiere escuchar, ¡APROVECHA!" .

Suspire, mi conciencia tenia razón. Además, estamos en la misma situación, ¿Por qué tanto misterio?

- Estoy en la misma situación que tu, igual de disgustada por la decisión de mis padres .- dije con descontenta.- Estoy comprometida con un feo y tonto mocoso de una familia importante.

Se quedó uno o dos minutos en silencio, le comió la lenga el gato. Su expresión, no era capaz de descifrar su rostro, era extraño. Uno poco después me dedicó una sonrisa y pronunció.

- Al menos lo conoces, yo en camb...- negué.- ¿ No lo conoces? ¿Cómo sabes que es así?

- Así lo imagino, como un desastre.- dije mientras me recostaba en el cesped.- ¿Cómo te imaginas a la desafortunada?

Me miro unos segundos con los ojos entre cerrados y antes de acostarse a mi lado soltó una carcajada. Nos quedamos observando las estrellas, algunas titilaban como si saludaran a la tierra con alegría.

- ¿Te vas a hacer de rogar o qué?

- Puede ser...¡Auch! ¡Sin pellizcar!.- se sobo es brazo ínterin se quejaba.- Bueno, tiene una personalidad horrible. ¡Ah! es muy fea, se parece a ti.

- ¡ Ay, como si fueras tan lindo!.-dije mientras le daba pequeños golpes provocando su risa.

Nos tomábamos el pelo mutuamente, charlas y risas se escuchaban en todo nuestro alrededor. No sabría como describir esa sensación. Este cabeza de resortes me incitaba tantas cosas. Era un torbellino de emociones, todo se acumulaba arriba de otro. La decepción, el disgusto y la ira contra mi situación actual, más la impotencia de no poder hacer nada chocaba contra el interés, la curiosidad.. La ternura que me provocaba ese tonto humano. Todo daba vueltas y muy en el fondo una sensación de estar haciendo algo incorrecto me abrumaba. Sentía un nudo en la garganta y unas increíbles ganas de llorar. Apenas podía pensar. Me sentía tan frágil y fuerte. Tan feliz y al vez tan destruida. Lo mire a lo que el me miro, empeorando todo con nerviosismo y ansiedad. Me tomo delicadamente el rostro con una suavidad inimaginable y de forma repentina y decidida estrecho sus labios con los míos. Las emociones dentro de mi volaban, algunas se esfumaran y otras crecían de sobre manera. Ira, interés, pasión. Sus labios eran dulces y cálidos, era la sensación más grata que había experimentado en la vida.

Se apartó de mi para volver a recostarse en su lugar sin sacarme los ojos de encima. Parecía agitado; yo también lo estaba. Ambos mirábamos el oscuro cielo que junto a la luna presenciaron aquel acto que protagonizamos Camilo y yo.

Solté una carcajada, ni yo sabia porque. Simplemente me surgió y termine por contagiando a al chico a mi lado. Amos reíamos de anda saber que. Era gracioso, el haber liberado una parte del peso de nuestros hombros y después dejarlo completamente de lado para hundirnos en nosotros.

En nuestras risas.

En nuestras voces.

Nuestros chistes.

Nuestros labios.

Budín De Limón [Camilo Madrigal x Tn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora