VII: 14:41

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Narrador

El cielo estaba pintando con colores grises y azulados. Estaba templado, ni frío ni calor, era simple y perfecto para un día en el cual dos almas pensaban verse, al menos, por última vez.

Cada uno en sus residencias.
Por ejemplo; La Casa Rivera, un caos total. La señora Rivera, Dánae, se encontraba luchando contra los desobedientes cabellos de su hija quienes no querían cooperar con la estresante situación.

-¡Me harte! ¡Miguel, acomoda el cabello de tu hija!. - le grito la mujer a su esposo.

-  Voy, querida.

Al final, la joven término por acomodar todo con un broche. Era una simple cola de caballo y quedaba perfecto con la sencillez del día que estaban transitando. 

Pero Tn no era la única que luchaba con un revoltoso cabello.

 Camilo se encontraba en una esquina de la habitación mientras que Felix, su padre en la otra con un cepillo en sus manos. Corrían en circulo alrededor de una pequeña mesa. Todos sabían que el cabello rizado del chico era casi inmanejable pero de todas formas iban a intentar domar aquella maraña de cabellos. Sin contar el odio que el muchacho le tenia al peine.

Era su peor enemigo en simples palabras.

 La familia Rivera esperaba que todo fuese perfecto y esa misma era la preocupación de nuestra querida Pepa que su remolino casi se lleva todo lo de su alrededor.

Los padres de Tn se vestían, peinaban ansiosos. Dánae por que todo salga bien y Miguel más que ansiedad sentía pena y tristeza por su hija, a quien le importaba un poroto lo que estaba pasando a su entorno. 

 Estaba en un sillón sumergida en aquel libro de aventura, acción y romance que se había vuelto su libro favorito en los últimos años. Observando el desorden frente de ella, solo estaba esperando el momento para huir por la ventana un rato antes de las 14:41.  

Lo mismo pensaba Camilo la diferencia era que el no examinaba el desastre EL era parte del desastre.

 Después de luchar contra su madre termino sentado en una silla sintiéndose fuera de si. Acostumbraba llevar su ruana todos los día, ya sea puesta o colgando de un brazo. Ahora que no la tenia cerca se sentía en otro mundo. 

Otro mundo donde lo único que hay es un reloj que cuenta uno y cada uno de los segundos en cámara lenta. Haciendo que la paciencia del chico se acabe.

(***)

14:20p.m

-Papá, iré a arriba acomodar un poco mis cabellos. Mamá ya se estuvo quejando.

-De acuerdo. No tardes, en unos minutos ya nos vamos y no queremos enfadar más a tu madre.

Perfecto. Pensó la chica ya en su habitación. Tomo unas botas de color tierra para cambiar esos zapatos de tacón que le impedirían bajar a la calle. 

Al mismo tiempo , Antonio, el hermanito de Camilo distraía a su familia para que su hermano saliera por la puerta trasera.

- ¡Tn! ¡Ya va a ser la hora baja!

Budín De Limón [Camilo Madrigal x Tn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora