Eda empezó a gritar del dolor. Luz se levantó de su cama instantáneamente para atenderla. Ya habían pasado dos días desde lo ocurrido en el accidente. Cuando Luz llegó a la sala en donde se encontraba la mujer aun gimiendo de dolor en el sillón, Luz no pudo evitar sentir lastima por ella. Aun así hubiera actuado de forma irresponsable, no podía negar que la quería, ella era como su segunda madre. Luz se acercó con delicadeza arrastrando los pies por el piso, para luego irse a sentar a su lado.
—Oye, ¿ya estas mejor Eda? —preguntó Luz con una expresión muy solemne en el rostro.
La Dama Búho se quedó en silencio. A lo mejor, no se sentía bien y no quería preocupar a la humana, o probablemente estaba dormida y por eso no contestó.
—Oye, vamos Eda. Eres una campeona —le dijo Luz mientras le daba leves golpecitos en la espalda para que despertara—. Vamos, despierta. Es hora de que tomes tu medicina.
La Dama Búho siguió inmóvil. No parecía querer despertar. No parecía que tuviera fuerzas para hacerlo. No parecía que fuera a durar mucho tiempo más así.
—De acuerdo... —Luz dejó escapar un suspiro—. Mira Eda, me tengo que ir a la academia, luego regreso...
Luz se dio una ducha rápida. Ese día se había levantado más tarde que de costumbre, y si no se apuraba llegaría tarde para los exámenes. Luego de vestirse Luz bajó a la cocina y se encontró con el desayuno hecho y servido sobre la mesa: pan integral cubierto de mermelada, una taza de chocolate frio, dos huevos tibios y tres fresas remojadas en chocolate. Últimamente Eda se había esforzado en conseguir alimentos que fueran apropiados para Luz, en vez de que comiera la misma basura que ellos comían de las islas.
Luz se sorprendió. El desayuno ya estaba listo para ella, pero sin embargo, ¿Quién se lo había hecho? Eda estaba dormida y Hooty... no era capaz de cocinar. Un ruido distrajo a Luz. Una sartén llegó volando hacia ella y fue a estrellarse contra los demás trastes de la cocina.
—Lo siento, lo siento —dijo King que había llegado corriendo—. La sartén salió volando por mi culpa. Es que aún se me hace difícil controlar la magia—, dijo el pequeño demonio con un gruñido.
—¿C-c-cómo? ¿Tú cocinaste todo esto? —preguntó Luz esperanzada.
—Si. Gus me enseñó algunas cosas sobre tu mundo, como que desayunan ustedes los humanos y como lo hacen. Tuve que apoyarme de internet pata buscar cómo hacer la comida, espero haya quedado bien. También tomé un libro de magia del estante de Eda, porque no quería quemarme al cocinar. ¿Te gusta? —preguntó King cubriéndose las mejillas con las manos porque se había sonrojado.
—Es... ...un gesto muy hermoso de tu parte, buñuelo —. Dijo Luz haciendo un puchero—, de veras lo aprecio mucho, King.
—Gra-gra-gracias Luz —dijo King abrazando a la humana mientras que las lágrimas le saltaban de los ojos.
—Bueno, a comer ¿no? —dijo Luz mirando la comida con entusiasmo.
La comida duro exactamente 5 minutos y 7 segundos en acabarse. Y Luz se llenó exactamente cuando habían pasado 4 minutos y 37 segundos.
—Por suerte no hiciste buñuelos de desayuno —dijo Luz con una sonrisa inocente en su cara.
—¿Qué? ¿A qué te refieres, Luz? —preguntó King a punto de llorar.
—Emm, a lo que me refería es a que... por suerte no te cocinaste a ti mismo, o sea que no te metiste al horno porque tienes muy buen sabor, eres tan delicioso... y... quiero comerte todo y lamerte, porque (y repito) tienes muy buen sabor. Eres tan irresistible que cualquiera quisiera tenerte en su plato para comerte hasta que no quede nada. ¿Me entiendes? —terminó de decir Luz con los ojos entrecerrados y la boca recta, porque sabía que acababa de arruinar lo que para King significaba "buñuelo".
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Las Crónicas del Búho: Hechizo de Luz [Libro #1]
FanfictionUn mundo extraño... Un lugar en el que deambulan todo tipo de criaturas... Una humana que no pertenece allí... Una humana con anhelos de poder se encuentra de repente en un mundo desconocido, donde las islas hirvientes y las criaturas extrañas son l...