── 🦋 ❪ butterfly effect! ❫ ִֶָ˚⊹
❛ a harry potter fanfiction ❜
↳ ❛ ¡ 𝐖𝐡𝐲 𝐜𝐨𝐮𝐥𝐝𝐧'𝐭 that bloody
butterfly have flapped the
𝐨𝐭𝐡𝐞𝐫 𝐰𝐚𝐲? ! ❜ 𓂅‧₊˚
✩.*• ──► 𖤐 ⋮ En donde Antheia Lupin no podía cree...
⊱ĭ⊰ ˓ 𓏲 BUTTERFLY EFFECT ⸼ ۫ 002 ˖໋༷. ▰ Dementores en el tren 𖥻ׅ˖ 🦋
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❝ No busco problemas ❞
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TOM DESPERTÓ A HARRY con su habitual sonrisa desdentada y llevándole una taza de té. Harry se vistió y estaba persuadiendo a una Hedwig disgustada para que regresara a su jaula cuando Ron se abrió paso en la habitación, poniéndose una sudadera sobre su cabeza y luciendo irritable.
—Cuanto antes subamos al tren, mejor —dijo—. Por lo menos puedo alejarme de Percy en Hogwarts. Me está acusando de manchar con té su foto de Penelope Clearwater. —Ron hizo una mueca—. Ya sabes, su novia. Ha escondido su rostro bajo el marco porque su nariz se ha quedado manchada.
—Tengo algo que decirte —comenzó Harry, pero fueron interrumpidos por Fred y George, quienes se habían asomado para felicitar a Ron por enfurecer a Percy nuevamente.
Se dirigieron a desayunar donde el señor Weasley estaba leyendo la primera página de El Profeta con el ceño fruncido y la señora Weasley le estaba contando a Hermione, Ginny y Antheia sobre una poción de amor que había hecho cuando era niña. Las cuatro estaban bastante risueñas.
—¿Qué estabas diciendo? —Ron le preguntó a Harry, mientras se sentaban.
—Más tarde —murmuró Harry cuando Percy irrumpió.
Harry no tuvo oportunidad de hablar con Ron, Antheia o Hermione en el caos antes de irse; estaban demasiado ocupados bajando sus baúles por la estrecha escalera del Caldero Chorreante y apilándolos cerca de la puerta, con Hedwig, Aura y Hermes, el búho chillón de Percy, encaramado en la parte superior de sus jaulas. Una pequeña canasta de mimbre estaba junto al montón de baúles, bufando ruidosamente.
—Está bien, Crookshanks —susurró Hermione a través del mimbre—. Te dejaré salir en el tren.
—No lo harás —espetó Ron—. ¿Qué pasa con el pobre Scabbers, eh?
Se señaló el bolsillo del pecho, donde un gran bulto indicaba que Scabbers estaba allí acurrucado.
El señor Weasley, que había estado afuera esperando los autos del Ministerio, asomó la cabeza adentro.
—Están aquí —dijo—. Harry, vamos.
El señor Weasley condujo a Harry a través del corto tramo de acera hacia el primero de dos autos antiguos color verde oscuro, cada uno de los cuales era conducido por un mago de aspecto furtivo, que vestía un traje de terciopelo esmeralda.
—Entra, Harry —dijo el señor Weasley, mirando a ambos lados de la concurrida calle.
Harry se subió a la parte trasera del auto y poco después se le unieron Antheia, Hermione, Ron y, para disgusto de Ron, Percy.
