Todo puede pasar.

Toma de contacto.

Soy Aria, Escolta Privado, hace poco me encontré con mi profesor de defensa personal y me ofreció irme a trabajar a Cataluña, para ser jefa de equipo de los escoltas del FCB, y concretamente encargarme de ser la escolta de Alexia Putellas. Obviamente que me lo pensé, porque no es algo fácil, tenía que irme de Murcia, vivir en Barcelona, tener muy claro como iba a llevar la situación, dado que yo soy culé, sigo al equipo masculino desde pequeña, he jugado al fútbol desde los 3 años, hasta los 18, y al femenino también empecé a seguirlo con 14 años. Terminé aceptando.

Llegué a Barcelona, directamente a reunirme con Jaime Llorent, estuvimos de comida, y después me llevó a conocer a el equipo que iba a dirigir. Constaba de 14 personas. Me presenté, les pregunté por sus nombres, su carrera profesional, como estaban mentalmente, si les afectaba el hecho de saber que iban a pasar mucho tiempo sin sus familiares y si eran conscientes de ello. Organicé, la toma de contacto con el equipo al día siguiente. Llegó el momento conocer a las jugadoras del FCB. Iban vestidas de calle, pasaron y se fueron poniendo a un lado.
- Buenos días, mi nombre es Aria y soy la jefa de equipo de escoltas, que nos vamos a encargar de su seguridad. Quisiera que los conocieran, que los pongan al día, de cualquier "peligro" y nos facilitaran horarios. Somos 15 escoltas. Si tienen preguntas o dudas, dígamelo.
(Varias a la vez)
- No de momento, no.
- Bueno, pues entonces no hay más que hablar cada uno a su puesto. Señorita Alexia, me gustaría hablar con usted, sino es molestia.
- Claro, ¿Dónde?
- Perfecto, vamos a la sala de reuniones del equipo.
Nos dirigimos hacia la sala de reuniones, en silencio.
- Pase por favor.
- No me trates de usted, tenemos que tener la misma edad.
- Es el protocolo.
- Ya, pero dado que sé que vas a pasar bastante tiempo conmigo, no quiero tanta formalidad, no me siento cómoda.
- Vale, como quieras. Como he dicho antes soy Aria, y me han encargado guardarte las espaldas, ¿Estás de acuerdo en que te hayan puesto una escolta personal?
- No es algo que me agrade, porque vas a invadir parte de mi vida privada, y como comprenderás, no es agradable.
- Vale, lo entiendo. Sé que no te gusta hablar de tu vida privada, ni que hablen de ella, por eso te entrego esto, es un contrato de confidencialidad, en el que pone que si se filtra alguna información por mi parte de su vida, usted tiene el derecho, de denunciarme y tomar represalias hacia mi persona.
- No me trates de usted y de acuerdo. ¿Como lo vamos a hacer?
- Pues primeramente necesito que me cuentes tu rutina, para organizarme. Luego conforme vayan surgiendo eventos, viajes, etc, me tienes que ir informando para poder hacer bien mi trabajo.
Me informó de lo que le pedí, nos despedimos y yo me puse a trabajar. Era viernes, Nochebuena concretamente, yo estaba en Barcelona e iba a cenar sola, Jaime me invitó a una fiesta que organizaron después de cenar y obviamente acepte, no tenía que trabajar hasta enero debido al paron por Navidad. Cené, vi el discurso del Rey, me arreglé para ir a la fiesta, cogí el coche y fui a la ubicación que me mandó Jaime. El sitio era flipante, había seguridad por todas partes, entré busqué a Jaime y para mi sorpresa estaba con Alexia, Jenni, Mapi, Ana María, Leila y Patri.
- Buenas noches, ¡feliz Navidad!
- Mapi: ¡Igualmente!
Me dieron dos besos todos. Y fuimos a pedir Jaime y yo.
- Tío, no sabía que iban a estar aquí.
- Jajaja, la fiesta la ha organizado el club.
- Ya, me lo he imaginado.
- Camarero: ¿Que queréis?
- Dos legendarios con coca cola zero zero.
- Otro más.
Miro y veo que es Alexia, me sorprende verla pedir un cubata.
- Aquí tenéis.
- Gracias.
- ¿Vais a bailar u os quedáis en la barra?
- Yo me quedo aquí un rato, ve tú si quieres con ella, Jaime.
- Vale.
Me quedo observándolo todo, me fijo como han distribuido la seguridad, manías que se cogen cuando es tu trabajo. Y la veo venir de nuevo.
- Se ve que tienes sed, ya te lo has bebido y eso que no te has movido de donde te hemos dejado.
- Jajaja, hay que ir calentando el cuerpo.
- Sí, hoy es día para eso, ¿Quieres otro?
- Sí, gracias.
- Dos ron colas. ¿Y que has cenado sola?
- Sí, no me daba tiempo a llegar a Murcia hoy.
- Vaya, ¿Un chupito y nos vamos a bailar? ¿O eres de las que se quedan en la barra?
- Un chupito y a bailar.

Este es el primer capítulo, espero que os guste, el siguiente se titulará la fiesta, lo tengo pensado ya, seguiría escribiendo pero estoy que me muero de sueño.
Muchísimas gracias de antemano.