Alexia se tiró toda la noche con la fiebre alta, estuve poniéndole paños de agua fría, cuando a las 8 de la mañana decidí, levantarla y meterla en la bañera.
- Cariño, levántate y vamos al agua.
- No quiero levantarme, estoy hecha un trapo y muy agusto con tus caricias.
- Tienes 39'5 °C de fiebre nena, vamos.
Me hizo caso y se incorporó, pero efectivamente estaba sin fuerzas, la cogí como pude.
- Ey, que te vas a caer.
- Te he dicho que estaba sin fuerzas.
- Voy a intentar llevarte.
- Aria, estás coja, ni se te ocurra.
- Bueno, pues voy a llamar a recepción.
Iba a quejarse, pero le di un beso y la callé. La dejé en la cama otra vez y llamé a recepción.
- Buenos días, necesito que alguien suba a la habitación, inmediatamente. Vale, muchas gracias.
- Hay que ver lo seria que te pones al teléfono, y lo que me pones también.
- Pues no te conviene que te suba la temperatura de más (le guiñé el ojo) .
Llamaron a la puerta y abrí.
- Buenos días, ¿Para que soy buena?
- Necesito que me ayudes a llevar a la señorita Alexia hasta la bañera, que estoy coja y ella no tiene fuerzas.
- ¿Están con covid no? A ver si me voy a tener que confinar con ustedes.
Alexia, saltó y dijo...
- Tus ganas de confinarte con ella.
La recepcionista, no la entendió bien y yo evité reírme.
- ¿Disculpe?
- Nada, no ha dicho nada, vamos a llevarla al baño.
Me ayudó a llevarla hasta la bañera, la metimos con ropa pero sin llenar la bañera. Salimos del baño, porque no me fiaba de que cogiera algo o echara fotos.
- Muchas gracias, ya puede irse.
- De nada, ¿Su estancia aquí va a ser larga?
- No lo sé, de momento una semana si o si, por la situación actual, ¿Hay algún problema?
- No, era por si cuando salga del confinamiento, le apetece que tomemos algo, y le enseño Barcelona, que he notado que no es de aquí.
- Jajajaja, muchas gracias, lo tendré en cuenta.
Salió de la habitación y fui hacia el baño.
Me puse a quitarle la ropa a Alexia, me miró un tanto mal, pero se dejó hacer.- ¿Y esa cara a que se debe?
- A que vas a tener en cuenta, lo de la recepcionista.
- ¿Que pasa, no puedo hacer amigas?
- Esa no quiere ser tu amiga, es la que te dije ayer que estaba muy interesada en saber porque estaba aquí.
- JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.
- A mí no me hace ninguna gracia.
- ¿No estará usted celosa?
- ¿Yo? ¿Celosa? ¿De esa?
- Jajaja, no está nada mal, pero no es la Reina de España, como usted.
- Deja de vacilarme y métete conmigo ahora.
- Voy a bañarte, pero no me voy a meter estoy coja.
- Aria, métete, sacas la pierna por el lado y te pones detrás mía, me está dando mucho frío, porque me has puesto el agua helada.
- Hombre te tiene que bajar la fiebre. Venga ven ponte el albornoz, y vamos para la cama, que ahí me pongo donde quieras.
Me miró e hizo un puchero y dijo.
- Eres la primera mujer que se niega a meterse conmigo en la bañera, nadie se me resiste.
- Jajajaja, no me estoy resistiendo, pero no voy a estar cómoda ahí, teniendo la puta pierna así.
Salió, se puso el albornoz, y fuimos hacia la cama, yo a la pata coja y ella riéndose.
- Menudo cuadro.
- Venga ven ya, quítate el albornoz y ven que te dé calor.
- ¿Me vas a dar calor?
Puso cara pícara y yo me reí.
- Sí, pero corporal, estás sin fuerzas para otro tipo de calor. Voy a pedir algo de comer.
- Pero que no entren, y menos si es la recepcionista, porque te juro que te como la boca delante suya.
- Ni se te ocurra hacer eso, porque me va a tocar sacarles la pistola a todo el hotel.
- Jajaja, dudo mucho después de lo que dijiste ayer, que dijera nada.
- Una mujer celosa, puede hacer muchas cosas.
- Bueno.
Pedí el desayuno, desayunamos, aunque a mí me estaba costando un poco porque tener a Alexia desnuda... Pues ya sabéis.
Terminamos de desayunar y volvió a encontrarse mal, no tenía fiebre pero si mal cuerpo, entonces no metimos en la cama y la abracé y estuve dándole besos, ella ronroneaba y dijo.
- Dios estoy en el séptimo cielo.
- Jajaja, ¿No tienes sueño?
- Si, pero no me quiero dormir para que no pares.
- Jajaja, duerme y descansa anda. Voy a tomarme un Diazepam, que tengo el tobillo ardiendo.
- Joder, es verdad que estás coja y no has parado, me voy a ir a casa y así no tienes que estar pendiente de mí.
- Tú no te vas de aquí, tengo que cuidarte y protegerte del virus, soy tu escolta.
- Jajaja, eres tonta.
- Eso también.
Me besó, y nos acurrucamos, terminamos durmiendonos.
No se qué hora sería cuando abrí el ojo, pero había oscurecido ya, ella seguía durmiendo, le puse el termómetro como pude y ya solo tenía 37'5 °C, así que la dejé dormir todo lo que quisiera. Se le veía el semblante relajado y estaba muy tranquila. Ojalá no salir de aquí nunca, pero esto va a durar máximo una semana, y no sé cuánto tiempo se podrá mantener, esto que tenemos. Pero me voy a pillar de esta mujer y eso... No sé... Abrí las redes sociales y me puse a verlas, en Twitter vi, que estaban hablando de lo buena que estaba la escolta de Alexia y fotos mías, uno de los tweets, era de la recepcionista, el tweet decía.
" Lástima tener a semejante diosa tan cerca y no poder rezarle en su monte de venus."
Me dió por reírme, hasta que vi los comentarios, que le preguntaban, "¿Como que la tienes cerca?." Y ella respondió, "Trabajo donde se aloja." Siguieron haciéndole preguntas, pero no respondió el nombre de hotel, de todas maneras mañana, iba a tener unas palabras con ella. Puta recepcionista, si averiguan donde trabaja, y le da alguna loca por venir, no me quiero imaginar la que se puede armar, si descubren que Alexia está aquí.
¡Buenos días!
¡He vuelto!
Espero que os guste y prometo actualizar prontito.
Un saludo a todxs ☺️
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Todo puede pasar.
FanficEn esta historia Alexia Putellas, después de haber llegado tan alto le ponen una escolta, con la cuál ocurren cosas 😉 Desde el cariño, respeto y admiración.