Hotel.

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Las chicas se fueron a cenar al restaurante del hotel, mientras los técnicos y yo nos encargamos de el tema de las habitaciones. Fuimos a la recepción del hotel y nos atendió una chica.

- Buenas noches, ¿En que puedo ayudarlos?

- Buenas noches, querríamos saber cuántas habitaciones les quedan disponibles, son 23 jugadoras, 10 que son del equipo técnico y 15 escoltas.

- Vale, imagino que querrán hacerlo por categoría.

- Sí.

- Pues tengo libres 24 habitaciones, lo cuál quiere decir que alguna jugadora y un escolta tendrán que compartir habitación.

- Vale, un momento.

Habló Jonathan.

- Paul, como tú eres la escolta oficial de Alexia, compartir vosotras habitación.

- No sé si estará de acuerdo la señorita Alexia.

- ¿Si estaré de acuerdo en que?

- En compartir la habitación con tu escolta.

- Sin problemas.

- Vale, pues señorita nos quedamos con las 24 habitaciones.

- De acuerdo, aquí tiene las tarjetas.

Repartí las tarjetas, y le dí a Alexia la nuestra, mientras cogía el equipaje y les decía a mi equipo que descasarán por hoy. Subimos a las habitaciones, entramos y vi que la cama era de matrimonio. Lo que faltaba.

- Voy a decirles a los chicos que nos cambien la habitación, por una que tenga dos camas dobles.

- No hace falta.

- Vale, dormiré en el sofá entonces.

- Duermes en la cama conmigo y ya.

- Señorita... (me interrumpió)

- Aria, después de lo del baño no me digas señorita y no estés con protocolos y tonterías, mientras estemos las dos a solas.

- No me quiero acostar con usted, y que se rompa una relación.

. Te vas a acostar conmigo a dormir, ¿Y a que relación te refieres?

- Que graciosa eres cuando quieres, Jenni y tú.

- Yo no estoy con Jenni.

- Jajaja, por mucho que a ti no te guste publicar cosas de tu vida personal, se sabe.

- No estoy con ella, la dejé antes de navidad. A parte me extraña que no supieras por que por redes se comentó.

- Hostias, lo siento. Algo vi, pero como la he visto entrar a tu habitación antes.

- No lo sientas, cosas que tienen que pasar. O sea que puedes dormir conmigo sin preocupación. 

- Vale, pues voy a cambiarme, con tu permiso.

Me fui a cambiar y me puse el chándal que me regaló Jaime del FCB, porque yo dormía en tanga, pero claro, hoy no lo iba a hacer. Salí y Alexia estaba con el teléfono en la cama. Fui a poner el cartel de no pasar, no me quería llevar ningún susto, ni asustar a nadie si entraban. Alexia me miró y dijo:

- Bonito chándal, jajaja, acuéstate ya.

. Gracias, jaja, voy.

Me metí en la cama, y me puse a revisar las notificaciones que tenía y a responderlas. Alexia seguía con su teléfono, derrepente me saltó la historia de Alexia. Y ella se rió. La miré y seguí pasando historias.

- ¿No estás cansada?

- No, tú imagino que si, después del partidazo que has hecho.

- Jaja, gracias, he estado viendo jugadas y he tenido, y hemos tenido fallos, pero ha sido un buen partido.

- Tú siempre tan exigente.

- Siempre... Oye respecto a lo del baño, que no me arrepiento, que ha estado bastante bien y que lástima que nos hayan interrumpido.

- Vale, pensaba que si por que no me has mirado después.

- No te he mirado porque estaba cachonda y enfadada.

- Jajaja, ¿Y que tiene que ver?

- Porque si te miraba, pues se iba a notar, y no era plan.

- Ah vale, jajaja.

Terminé de estar con el teléfono, y lo dejé en la mesilla, en silencio. Apagué la luz, y me giré. Escuché como ella también dejó el teléfono y se acostó. 

Se acercó a mí y me dijo:

- No tienes porque darme la espalda.

Me di la vuelta y me quedé boca arriba, la cogí, se apoyó en mi pecho, me puse a hacerle caricias por la espalda.

- Mmmm, que gusto.

Me dió un beso en el cuello y ya se quedó ahí, me estaba poniendo cachonda porque la tenía respirando ahí. Le metí la mano por dentro de la camiseta, y ella al cabo de dos minutos cogió, se incorporó, se la quitó y volvió donde estaba, me cagué en la puta de que estuviera apagada la luz, tenía la piel bastante suave. Estaba centrada en hacerle caricias cuando dijo:

- Me estás dejando en el limbo.

- Jajaja, es lo que pretendo.

Le dije eso, se rió en mi cuello y por instinto la acerqué si es que se podía más a mí. Entonces me volvió a besar el cuello, pero está vez no paró, yo seguí con las caricias y le metí la mano por dentro del pantalón, le agarré el culo, giré la cabeza y le busqué la boca, nos empezamos a besar, la incité a subirse encima mío, pase mis manos por toda su espalda y volví a meterle las dos manos por debajo del pantalón, apreté y gimió... CONTINUARÁ 

Aquí tenéis otro capítulo más espero que os guste. Muchísimas gracias por leerme.

Todo puede pasar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora